Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA




ENTREVISTA: ING. AGR. IVAN HUGO GINEL
COMIENZA LA CAMPAÑA DE SOJA 1998/99
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Cuando es inminente la iniciación de la campaña 1998-1999 para la soja, a PRODUCCION le pareció útil conversar con quien reúne en su persona la triple condición de profesional, asesor a nivel privado y, fundamentalmente, productor del noble grano. Nos referimos al joven ingeniero agrónomo Iván Hugo Ginel, secretario de la Federación Agraria filial Tucumán, representante de Unión Cañeros Independientes de Tucumán, integrante de Cambio Rural, y productor de soja en campos que están ubicados en Estación Aráoz, a pocos kilómetros de Ranchillos, en el departamento Cruz Alta, provincia de Tucumán.

¿Cuáles son las perspectivas para esta campaña de soja?.
Desgraciadamente no aparecen demasiado alentadoras, hay una depreciación del orden del 30 por ciento con respecto a la campaña anterior.

¿A qué se debe?.
Hay consenso nacional y mundial de que la baja de precios de los granos en general, obedece a la sobreoferta que existe a nivel mundial, y a la falta de compradores. Los principales compradores eran los países asiáticos y Rusia, que son justamente los que experimentan en mayor grado la crisis financiera y, como la soja es un producto elástico, se ve afectada por esta circunstancia de la baja sustancial de la demanda, mientras la sobreoferta se mantiene.

¿Es consecuencia de la llamada economía de globalización?.
En efecto. Como decía el presidente de la Federación Agraria, René Bonetto, «la globalización es como la lluvia, en algún momento nos llega, y por lo tanto el tema pasa por abrir el paraguas a tiempo».

¿Qué debe hacer el productor para tener abierto el paraguas cuando se precipite esa lluvia?.
La baja de los precios de la soja debe inducir al productor a maxi-mizar la utilización de los recursos y, cuando hablo de recursos, me refiero al gasoil, herbicidas, a la buena elección de las variedades de soja. Hay que hacer un uso racional de los insumos, de tal manera que se genere una productividad que proporcione ganancias.
Este sistema de globalización, que por un lado provoca problemas, nos provee asimismo de ciertas herramientas, como por ejemplo los derivados financieros, los mercados de futuro, las opciones, que el productor puede tomar para asegurarse un precio a la baja del grano.
Esto deberá hacerse, porque se van a vivir épocas duras en el campo, se cree que la depreciación durará al menos dos o tres años.
Algunos esperan un sobreprecio para febrero o marzo próximos, pero me atrevo a decir que eso no va a suceder. Vamos a vender en los precios promedios de entre 180 y 190 pesos la Tn.

¿Esto es aplicable a todo el NOA?.
Entiendo que sí. Obviamente hay condiciones ecológicas que varían según la zona y el suelo, pero en este momento todos estamos bajo el efecto de La Niña, y se aguardan temperaturas muy superiores a las normales para la época estival, como también descenso en las precipitaciones, factores que unidos no van a ayudar para nada.
Por eso es que insisto en la utilización racional y extremada de los recursos, como asimismo de los elementos tecnológicos.

¿Lo están haciendo nuestros productores?.
Sí, poco a poco al comienzo, con más celeridad en los últimos tiempos. El hombre de campo ve que los recursos intelectuales le ayudan a mejorar sus ingresos, entonces utiliza las herramientas que instituciones como el INTA por ejemplo pone en sus manos, acude al profesional agrónomo, estudia las variedades que se adapten mejor a su zona, etc.
Por ejemplo, el tema del cancro, que tuvo incidencia manifiesta durante la última campaña en la pérdida de muchas hectáreas de soja, fundamentalmente en la zona de La Ramada. Ahora el productor ya sabe, por haberlo sufrido en carne propia, que no debe sembrar una variedad sensible al cancro del tallo. O el tema del nematodes del tallo, que obliga al agricultor a pensar en utilizar variedades resistentes a este problema, variedades que existen en el medio.

La soja fue un poco la vedette de los últimos años, ¿se siguen sumando tierras dedicadas a su cultivo?.
La superficie con soja aumenta año a año, al menos en nuestra provincia y también en Santiago del Estero. En estos momentos pienso que debe haber en Tucumán unas 130.000 has con soja.
La que está tomando mucho auge es la soja tipo RR (resistente a Round-up), una soja transgénica (o sea que transfiere genes) y metaboliza el glifosato, lo cual otorga un importante handicap a los productores, bajando los costos de produccción en casi un 50 por ciento con este tipo de variedades.
Esto se está haciendo en todo el NOA y el país. Hay un decidido vuelco hacia la transgenia.

¿Existe contacto fluido entre los productores del NOA?.
Tenemos intercambio regional a través de la Federación Agraria, el INTA, Estación Experimental, sí, hay una interacción entre los productores regionales.

¿Cuáles son las fechas previstas para siembra y cosecha de soja?.
La cosecha de soja de las variedades RR (ciclo corto) comienza alrededor del 20 de abril. Dependerá como siempre de la época de siembra, que es la que se está preparando ahora y comienza con las lluvias estivales de la segunda quincena de noviembre. Para las RR, la siembra se hace entre el 1 y 15 de diciembre.
Ahora bien, cuando hablamos de la siembra de soja tipo RR, soy de la opinión que los productores no deberían sembrar por ahora con esta variedad más de un 30 por ciento del área cultivada.

¿Por qué?.
Es un material genéticamente nuevo, que podría deparar alguna sorpresa (no sabemos todavía cómo responde por ejemplo a la falta de agua). Hay poca experiencia con esta variedad, que nació en EE.UU. en 1995, y es para nosotros demasiado reciente.
La plantilla ecológica para ellos es absolutamente diferente y, si bien la experiencia de los americanos puede sernos de alguna utilidad, debemos experimentar con lo nuestro, y de a poco. El año pasado había una sola variedad RR, hoy disponemos de 4 ó 5, que el productor debería ir probando según la conformación morfológica y de fertilización de su suelo.
Mi sugerencia es que debería hacer análisis de suelos y fertilizar los campos. No es costoso, lo que se aplica en pesos por hectárea, el campo después lo devuelve, no hay gasto sino inversión.

Esto podría expresarse como que cada vez hay que improvisar menos...
Por supuesto. Hay que utilizar toda la tecnología humana posible, ya que la Divina no nos pertenece.
Es interesante conocer la historia y la opinión del abuelo, que respetamos, pero lo que realmente nos debe preocupar es cimentar el futuro de nuestros nietos.
Por eso insisto hasta el cansancio, se deben utilizar racionalmente los recursos. Cuando hablo por ejemplo de la necesidad de realizar análisis de suelos, es para ver en el caso de la soja qué cantidad de fósforo voy a tirar, que es el nutriente más importante para obtener un buen desarrollo. No es lo mismo tirar 50 que 100 kilos, y por otra parte el productor debe saber dónde y cómo tirar ese fósforo.
El órgano más sensible que tiene el productor en esta economía globalizada sigue siendo el bolsillo, se aprecia entonces con claridad meridiana la absoluta necesidad de utilizar racionalmente los recursos.

Por Ernesto Cepeda de Producción

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