Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA




ESCURRIMIENTOS:
EL SECRETO ES CUIDAR EL AGUA
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"En términos generales, la producción con siembra directa es un 30 por ciento más eficiente en el uso el agua que en el caso de las producciones convencionales". *************** barra horizontal ***************
Desde pequeños, los hombres de campo aprenden a "leer y a sentir en la piel" los mensajes que vienen del cielo. Como pocos, están entrenados para soportar estoicamente calamidades climáticas y también para disfrutar de tiempos benignos.
Los productores saben perfectamente que el agua de lluvia es un bien escaso que hay que cuidar. Conocen a la perfección que la clave de una buena administración del caudal de humedad, por lo menos en la pampa húmeda.
Conviene recordar que las dos terceras partes del peso de los animales y más del 90 por ciento de los vegetales corresponden al agua que, a su vez, participa en el funcionamiento de los seres vivos a través de mecanismos físico-químicos esenciales.
En los vegetales, el agua circula desde el suelo a través de los diferentes órganos. Se genera una conducción contínua, en la que las plantas actúan como virtuales chimeneas en las que el agua se dirige de un lugar con alta energía hacia otro con menor cantidad.
Asimismo, resulta útil saber que para producir un kilo de maíz son necesarios 1000 litros de agua, casi 3000 para obtener un kilo de porotos y que se precisa una lámina de un milímetro de lluvia para conseguir 12-18 kilos de trigo.
Por suerte, ya son pocos los que cuestionan un buen manejo agronómico como un factor clave para mejorar la eficiencia del uso del agua. Muchos productores han sufrido en carne propia la peripecia de la volatilidad del agua luego de pasadas con herramientas convencionales.
En muchas áreas agrícolas del país, la causa de las deficiencias hídricas en los cultivos no es la falta de lluvias. Se cuenta con la certeza de que una deficiente forma de trabajo determina que las tierras infiltren cada vez menos cantidad de agua.
Mediciones efectuadas por el INTA demuestran que con frecuencia se pierde más del 40 por ciento del agua por diferentes formas de escurrimiento.
Recientes estudios del organismo oficial confirman que, con laboreos convencionales, en 5 millones de hectáreas del área maicera, los niveles de materia orgánica disminuyeron de 3,2 por ciento en promedio en una rotación agrícola ganadera a sólo 2,7 en el transcurso de 20 años. Esto, indudablemente, tiene una influencia negativa en la capacidad de almacenaje de agua.

CUESTIONES DE MANEJO
En el manejo agronómico del agua, Rogelio Fogante, técnico de renombre internacional, hace incapié en cinco cuestiones. La primera está relacionada con los sistemas de producción: "En términos generales, la producción con siembra directa es un 30 por ciento más eficiente en el uso el agua que en el caso de las producciones convencionales".
En segundo término plantea la necesidad de una secuencia correcta de rotaciones en la que, por un lado, las gramíneas con la especial conformación de las raíces favorecen la porosidad y el almacenaje de agua. Por el otro, las rotaciones permiten alejar a los complejos patológicos que se instalan cuando se realizan monocultivos.
En tercer lugar, Fogante asegura que con una adecuada disponibilidad de agua en perfil se coloca en la solución del suelo y, por lo tanto disponibles para las plantas, una gran cantidad de nutrientes. Cita el caso de un maíz en directa que se planteó en el inicio del cultivo como para obtener 9000 kilos y luego, con una abundante disponibilidad de agua, se pudo lograr 11.500 debido a una mayor cantidad de nutrientes asequibles para las plantas.
En cuarto lugar, recomienda tener en cuenta cuestiones tales como cultivos en franjas en siembra directa. Está realizando ensayos con franjas de 9,50 metros de ancho de maíz y de soja.
"El maíz alcanza los dos metros de altura y remueve más dióxido de carbono que una soja que llega al metro. Por otra parte, el maíz también actúa a la manera de una franja protectora de humedad para la soja". Sobre todas estas cuestiones se están estudiando los diferentes comportamientos y se podrán dar recomendaciones para un mejor uso del agua.
Finalmente, Fogante no descarta la aparición de nuevas variedades vegetales biotecnológicas que, probablemente, serán capaces de captar humedad de la atmósfera y otras que, por su especial conformación, podrán generar la misma cantidad de tejidos con una menor cantidad de milímetros de agua utilizada.

Angel Palermo
Fuente: La Nación
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