Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA




GANADERIA:
CALIDAD DE ALIMENTOS
EN LA PRODUCCION PECUARIA
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La alimentación es uno de los rubros de mayor incidencia económica en producción animal. En Argentina, la posibilidad de contar con pastoreo directo, abarata significativamente este proceso. Aún así, es importante la eficiencia de recolección o cosecha del forraje por parte del animal y la aptitud digestible de los recursos consumidos, para lograr buenos índices de conversión pasto-carne o pasto-leche.
Este último aspecto (aptitud digestible), está muy influenciado por la estructura física y química del alimento ingerido. Si bien actualmente son muchas y variadas las técnicas de pastoreo y conservación de forrajes tendientes a maximizar la cosecha del animal por unidad de superficie y el mejor desmenuzamien-to, acondicionado y entrega de los recursos en condiciones favorables para su digestión y asimilación (pica-doras, moledoras, enrolladoras, acondicionadoras, mixers, etc), los parámetros físicos y químicos antes citados, son fundamentales de conocer para la selección de los alimentos correctos en cada etapa del proceso productivo. Sin duda que el análisis de la composición química y la digestibili-dad de los diferentes componentes nutritivos de un forraje, es el método más directo de conocer estos aspec-tos. El más corriente o Análisis Proxi-mal, brinda información acerca del contenido porcentual de Proteína Bruta (PB), Fibra Cruda o carbohidra-tos estructurales (FC), Extracto no Nitrogenado o carbohidratos solubles (EnN), Extracto Etéreo (EE) y Minera-les (M) de un pasto, reserva o concen-trado. Es importante conocer que los principios fácilmente digeribles de un forraje, se encuentran en el "contenido celular" del tejido vegetal de hojas, tallos, frutos, etc. El contenido celular está compuesto por proteínas y azúcares solubles, almidón, grasas y pectinas. El envoltorio de estos o "pared celular", forma una trama o malla de difícil digestión constituída por capas sucesivas de hemicelulosa, lignina y celulosa.
La proteína se caracteriza por tener alta solubilidad y degradabilidad a nivel ruminal. Los azúcares solubles son carbohidratos de estructura simple, que resultan una fuente energética rápida para el animal. El almidón es un carbohidrato de estructura compleja, mediante el cual las bacterias ruminales producen ácido propiónico. Este se emplea en la formación de glucosa y como precursor de la lactosa (azúcar de la leche). Las grasas o lípidos de origen vegetal son generalmente poco saturadas. No pueden ser usadas por las bacterias ruminales para el autoabastecimiento energético, pero son una importante fuente de energía para el animal, durante su pasaje por el intestino delgado. Las plantas en estadios vegetativos tempranos o en pleno crecimiento, tienen una sola capa en su pared celular, de escaso espesor (pared primaria). A medida que la planta madura e ingresa en sus esta-dios reproductivos, se deposita una segunda capa interna de mayor espesor (pared secundaria). Los principales componentes son carbohidratos de celulosa y hemicelulosa, que en estados avanzados de maduración pueden constituír más del 50 % de la composición total del forraje.
Los animales monogástricos (equino, porcino) no pueden digerir estos compuestos, mientras que los rumiantes (bovino, ovino, caprino), pueden hacerlo parcialmente gracias a su simbiosis (asociación) a nivel ruminal con microorganismos (bacte-rias y protozoos). Así la celulosa y hemicelulosa pueden transformarse en fuentes energéticas aprovechables. Cuando la planta avanza en su estado de madurez, se deposita lignina entre la celulosa y la hemicelulosa. Esto le confiere resistencia y rigidez a la pared celular. La lignina es indigerible, aún para las bacterias ruminales. Cuando se entrelaza con la celulosa y la hemicelulosa, también contribuye a disminuír la digestibilidad de ambas.
Esto nos alerta sobre la estrategia de utilización de pasturas muy pasadas en sus estadios fenológicos vegetativos, pues estaremos desperdiciando una importante porción de principios nutritivos y reduciendo drásticamente el índice de conversión pasto-carne o pasto-leche.

Fibra Detergente
En vegetales con importante fracción fibrosa, es fundamental conocer la dinámica digestiva de la misma, en función de los componentes de la fracción citada. El análisis de Fibra Detergente Neutra y Acida (Metodología de Van Soest), permite conocer con lato grado de certeza estos aspectos. El análisis de Fibra Detergente Neutra (FDN) abarca a todos los componentes de la pared celular (celulosa, hemicelulosa, lignina y sílice). A medida que el forraje madura, aumenta su contenido de FDN, lo que determina una más lenta tasa de digestión de esta, con mayor tiempo de pasaje por el tracto diges-tivo. En términos prácticos, el FDN es inversamente proporcional a la capacidad de consumo que los animales ten-drán sobre ese alimento (a más FDN, menos consumo voluntario).
Las determinaciones mediante la Fibra Detergente Acida (FDA), buscan conocer las fracciones de celulosa y lignina de la pastura. Al igual que en el caso anterior, estos compuestos se incrementan con el avance de los estadios fenológicos de las forrajeras. Ello implica una correlación negativa con la Digestibilidad de la Matera Seca y un menor contenido energético aprovechable. En forrajes conservados (henos - silajes), se suele determinar la proteína ligada a FDA; esto debido a que cuando ocurre un exceso de temperatura durante el proceso de henificación o ensilaje, parte de la proteína puede ligarse a la fibra, volviéndose indigerible.
Veamos ahora la función general que cada una de las fracciones analizadas cumple dentro del metabolismo de los animales de producción.
PROTEINA: es fundamental como materia prima para la síntesis de tejido muscular o leche. La proteína soluble es necesaria como fuente de Nitrógeno para los microorganismos ruminales. Su déficit origina un rumen poco activo y su exceso interfiere con el uso eficiente de la energía y genera problemas reproductivos.
ENERGIA (Hidratos de Carbono): es el combustible de todos los procesos fisiológicos de mantenimiento, produc-ción y reproducción. Un buen funcionamiento ruminal requiere entre 35 y 42 % de carbohidratos solubles dentro de la composición porcentual del alimento.
GRASAS: es el complemento de la carga energética aportada por la energía. Su limitación está que con valores superiores al 6% en el total de la dieta, puede deprimir la digestión de la fibra.
FDN y FDA: la fibra es sinónimo de celulosa, que da origen al ácido acético, precursor de la grasa butirosa de la leche. Una cierta porción de fibra en la dieta, es fundamental para el correcto funcionamiento ruminal y una buena remasticación del alimento. La falta de fibra produce problemas de acidosis con las siguientes consecuen-cias: depresión del consumo, bajo % de grasa en la leche, problemas de patas por laminitis, etc. El exceso de fibra resulta en dietas pobres en energía y proteína, de digestión lenta y poco consumo.
En conclusión, para incrementar los niveles de producción, debemos cono-cer con certeza la cantidad y calidad de los alimentos empleados en cada etapa del crecimiento animal. El análisis químico permite saber el contenido real de nutrientes, cuantificar el potencial productivo del alimento y predecir sobre seguro cuando se deberán comprar granos o reservas.

Por Ing. Zoot. Guillermo O. MARTIN (h)
Cát. de Forrajes y M. de Pasturas, FAZ, UNT
E-mail: gomart@manant.unt.edu.ar

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