Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA




Forrajeras
Implantación de gramíneas subtropicales estivales perennes (1era. Parte)

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El incremento de la producción ganadera del NOA, exige la mejora en la cantidad y calidad de los recursos alimenticios disponibles. Sabemos que gran parte del forraje consumido en los sistemas de producción animal de la región, proviene de la utilización, muchas veces irracional, de los pastizales naturales y el monte. Sin embargo, encarar explotaciones intensivas con mayores posibilidades de competencia, a la vista de los futuros mercados carniceros derivados del Mercosur, implica inversión en infraestructura, sanidad, genética y alimentación.

En este último aspecto, la habilitación de tierras de pastoreo en base a pasturas de alta producción y digestibilidad para áreas marginales de la agricultura, es una puerta a la posibilidad de incorporar definitivamente al rubro ganadero, como una de las alternativas productivas del norte del país. Este anhelo requiere contemplar, entre otras acciones, el conocimiento de algunas pautas de implantación de estos recursos, que nos aseguren una adecuada densidad de plantas/m2 y desarrollo del cultivo en cada una de sus etapas de vida.
Debemos partir de la base que implantar una forrajera subtropical de alta productividad (Chloris gayana, Panicum maximun, Cenchrus ciliaris, Setaria anceps, Brachiaria brizantha, etc), requiere similares esmeros al momento de seleccionar y preparar el lote, que cualquier cultivo agrícola, con las limitaciones propias, por cierto, derivadas de la calidad y tipo de suelo que dispongamos para esta tarea.
Detallamos a continuación, una serie de pasos que deben seguirse para una correcta implantación, en cualquiera de las especies mencionadas:
A) Reconocimiento del área y/o potrero a implantar: el profundo conocimiento del área de trabajo, significa obtener datos ciertos de sus registros pluviométricos (cantidad de agua estacional y anual; frecuencia de lluvias; presencia/ausencia de sequías estacionales); tipo de suelo (análisis de aptitud; clasificación por capacidad de uso; fertilidad) y fechas de primeras y últimas heladas.
Esto ayuda a la toma de decisiones acerca de las fechas de inicio y finalización de las tareas de implantación.
CUADRO 1: Gramíneas subtropicales estivales perennes adaptadas a las diferentes regiones agroecológicas del NOA
Nombre científicoLluviasCalidad Tolerancia 
(nombre común)(mm)de sueloSequíaAnegam.HeladasSombra
Cenchrus ciliaris
(Buffel grass)
450-600Media-BajaMuy altaMuy bajaBajaRegular
Chloris gayana
(grama Rhodes)
600-1200Alta*MediaBajaRegular**Regular
Panic. maximun
cv.Gatton
750-1200AltaMediaBajaBajaAlta
Panic. maximun+ de 1000AltaBajaBajaBajaAlta
Panic. coloratum550-700Media*AltaBajaMediaAlta
Panic. trichoglume
cv. Green
600-1000Media-AltaAltaBajaMediaAlta
Setaria anceps
(setaria)
750-1500MediaMediaAltaMedia-AltaBaja
Brach. brizantha
(brachiaria)
800-1800AltaBajaMuy altaMuy bajaBaja
* Tolerante a sales; ** Cultivares Fine Cut y Top Cut, con alta tolerancia.
B) Historia del lote y cultivo antecesor: Los mejores resultados se logran ciertamente sobre suelos de buena calidad física (estructuración adecuada) y química (fertilidad acorde a los requerimientos nutricionales de la pastura a implantar). En suelos con problemas de degradación, se complica la obtención de una correcta implantación inicial de estas forrajeras. La experiencia zonal muestra que en potreros provenientes de desmontes recientes (menos de 5 años), no se detectan problemas de implantación; con lotes de 10 o más años de agricultura intensiva con labranza convencional, la pérdida de estructura y estabilidad de los suelos afecta el intercambio gaseoso, capacidad de retención de agua y el ascenso capilar, lo que conspira contra el logro de un adecuado número de plantas/m2 y el vigor de las mismas.
El cultivo antecesor es importante, ya que cuando se trata de una gramínea estival anual (maíz o sorgo), el empleo de Atrazina a dosis comerciales da buen efecto residual en el control de latifoliadas. Se debe evitar el uso de lotes infestados con gramíneas perennes no forrajeras (ej:
Digitaria insularis: camalote), pues su banco de semillas es muy numeroso; en todo caso, deberá controlarse anticipadamente con herbicidas no selectivos. La presencia de pasto ruso (Sorghum halepense) no es un problema severo (excepto en lotes con gran infestación), pues es un recurso forrajero controlable con el pastoreo debido a la avidez que el ganado tiene por este recurso.
C) Elección de la especie y el cultivar: para decidir en este aspecto, es fundamental conocer el potencial de producción, la capacidad de rebrote, la amplitud del ciclo vegetativo, la capacidad de resiembra natural, la tolerancia a sombra, heladas, salinidad, anegamiento temporario, etc. de cada pastura.
El Cuadro 1 presenta las características sobresalientes del conjunto de las principales especies y cultivares aptos para la Región Chaqueña del NOA.
Dentro de las especies citadas, las variedades y/o cultivares promisorios para el NOA son:
Cenchrus ciliaris: Texas 4464, American, Biloela, Numbank, Molopo y Gayndah.
Chloris gayana: Común, Pioneer, Katambora, Samford, Callide, Masaba, Top Cut y Fine Cut.
Panicum maximun: Gatton, Green, Colonial, Guinea, Tanzania, Tobiatá y Centenial.
Panicum coloratum: Bambatsii, Klein grass y Makarikariensis.
Setaria anceps: Kazungula, Nandi y Narock.
Brachiaria brizantha: Marandú.
Otro aspecto fundamental y muchas veces descuidado por el productor, es la elección de la calidad y limpieza de la semilla, que debe ser certificada y originaria de un semillero autorizado. La calidad de la semilla define el éxito de la futura pastura. Se recomienda un análisis anticipado a la compra, para conocer pureza física, poder germinativo, vigor germinativo, valor cultural y precio real por kg. de semilla. En el Cuadro 2 se presentan los parámetros de calidad de semilla de las principales gramíneas subtropicales adaptadas a la región agroecológica del NOA.
CUADRO 2: Calidad de semilla de gramíneas forrajeras subtropicales para el NOA
Nombre científicoDormanciaGerminac.PesoPurezaValorPlántulasDensidad
 (meses)%conteo100 sem.mínimacultural(m2)(kg/ha)
  (días)(grs.)(%)(%)   
Cenchrus ciliaris9-1230281,6070311166
Chloris gayana9500*20-50-1255
Panicum maximun12-1820280,557014185
Panicum coloratum12-1820280,407014255
Setaria ancepsno20210,8070141057
Brachiaria brizanthano3021-6018-5
* El poder germinativo se expresa en N° de gérmenes por gramo de semilla.
D) Preparación del suelo: debido al pequeño tamaño de las semillas de la mayoría de las gramíneas forrajeras subtropicales y las bajas densidades de siembra empleadas, se debe procurar un período libre de competencia por agua, luz y nutrientes, lo suficientemente amplio para garantizar su establecimiento. Esto implica algún tipo de roturación del suelo, pues en terrenos sin preparación, la sobrevivencia de estas plántulas es casi nula. La roturación conlleva la mineralización del N, facilitando el desarrollo inicial y la capacidad de competencia de la gramínea.
Al roturarse, se estimula también la germinación de semillas de plantas extrañas que deben ser controladas. La competencia por malezas o plantas extrañas durante los primeros estadíos de la implantación, tiene mayor efecto negativo en la futura pastura que una baja densidad de siembra. Cuando se planifica una implantación de este tipo de pasturas, debe tenerse presente que una buena amortización del costo, exige una duración de al menos 10 años. Bajo esta premisa, pueden contemplarse dos sistemas de siembra:
- suelos con habilitación tradicional: cincel profundo y rastra pesada, obteniendo una buena preparación sin exceso de refinamiento. En potreros con irregularidades, se pueden usar rabastos de púas de dientes sin llegar a pulverizar el terreno, dejando en superficie una adecuada cantidad y tamaño de terrones.
- suelos con habilitación no convencional: rolado, cadeneado, y sus combinaciones con fuego. La siembra de pasturas puede hacerse con tambor distribuidor montado sobre rolo picador.

En una segunda parte de esta nota, abordaremos aspectos de la época de siembra, sistema y profundidad de siembra, patrones de emergencia de plántulas, control de malezas y manejo durante el primer año del cultivo.

Por Ings. Toll Vera, J.; Martín, G. O. (h);
Nicosia, M. G.; Lagomarsino, E. D.; Fernández, M. M.;
Liendo, E. y Carlino, G.
Cátedra de Forrajes y Manejo de
Pasturas, FAZ - UNT


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