Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA




Sanidad animal
Vacunar... o dejarse vacunar!

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por Eduardo F. Montiel
Hoy día, la verdá que gastar un mango de más, arde-duele... y muucho!. La cosa está más que “fule y vá... pá pior”, así que está de diez que a los “morlacos” se los cuide... y más que a la nena! (voces de la lleca). Peeerooo, tampoco es cuestión de exagerar y por todo lo que se viene padeciendo, cambiar AUSTERIDAD por una exagerada y desmesurada fiebre de “nogastomasporquememuero” MUY POR EL CONTRARIO hoy más que nunca deben dejarse de lado las falsas economías y otras mañosas-tonteras, pues para poder subsistir-mejorar-crecer, sólo hay que remitirse a hacer las cosas de una sola manera... bien,... mejor que bien y nada más!.
Logrando EFICIENCIA, evitando lo superfluo e innecesario, no malgastando y tirando la guita al vicio, vamos a lograr salir... sinó NO!.
Hablo de esto en especial, porque lo primero que se hace, en momentos de crisis, además de rajar personal, es eliminar de la dieta algún innecesario ingrediente (cuando TODOS son fundamentales) alargar los ciclos de reposición de animales, dejar que el establecimiento se caiga de a pedazos y por sobre todo comenzar a descuidar LA SANIDAD... y ahí chonamoch... dijo el chanchoch!.
Ooojo con esto, que hay que seguir desinfectando y vacunando con más celo que antes, para evitar males mayores, previniendo y logrando así, de este mejor modo, un elevado grado de protección contra las enfermedades. Una vez más la crítica apunta a NO FOMENTAR el ambiente de “timba”, tan hecho carne en el productor, que por la malaria se juega a TODO o NADA, y por ende no cumple con las normas fundamentales y prioritarias, como es la de aplicar lo básico en prevención = BIOSEGURIDAD.
Es común escucharlos autojustificarse comentando, que es mejor no vacunar, porque una vez aplicada la vacuna, reaccionan negativamente, alterándose y enfermándose en vez de sanar. Ta’bien, eso no deja de tener su lógica, debido a la reacción postvacunal NORMAL, ya que el organismo reacciona al introducírsele un elemento extraño y hasta que lo identifica-neutraliza-codifica, mediante su sistema de defensa o aparato inmune (para quedar inmunizado), lógicamente que debe pasar un tiempillo. Mientras tanto se puede observar una desmejoría puntual o generalizada, decaimiento, alteración respiratoria, TODO de carácter leve (no asustarse), que en tan solo 2-3 días pasa, sin dejar secuelas (por otro lado, es lógico que ocurra). Ahora bien y ojo al piojo, que también puede deberse a muchos otros factores, pero NEVER-NUNCA al uso de la vacuna en sí, eso... JAMASSS!.
Entonces, como bien digo-escribo, puede deberse a:
•Excesiva dosis, sobre todo cuando el sistema de distribución, está mal calibrado (jeringa, goteros, bebederos, aspersores, etc.), donde algunos reciben de más y otros de menos... o nada!.
•Posible incubación de la enfermedad, por estar con síntomas antes o por pasarse de fecha programada y demorar la aplicación.
•Mal uso de la vacuna, al romper la cadena de frío, utilizar vacunas vencidas, sin la debida dilución o diluyente.
Todo ello modificará el NORMAL ACCIONAR de la vacuna, redundando no sólo en una reacción negativa, sino en un perjuicio grave, que hay que evitar... a toda costa. Hay que comprender además, que aparte de significar un gran gasto, para el productor (no lo desestimo), mayor todavía es el que debe “sufrir” el organismo del animal, razones más que valederas para que esté sano y en un adecuado ambiente, para lo cual debe prepararse o deben darse las condiciones adecuadas, como:
•Una normal provisión de agua, alimento, espacio, temperatura, ambiente, higiene y sanidad.
•Las vacunas deben estar en condiciones, ser de marca reconocida y no una “cachirula” (dos centavos más barata), con adecuada cadena de frío, que no se corte, desde el Laboratorio hasta la heladera del productor y de allí, hasta el animalito de Dios.
•El manejo de la vacuna, su inclusión en el diluyente, con un debido “protector” para que no se jorobe, todo de manera aséptica y programada para comenzar y terminar ese mismo día, es lo ideal a realizar.
•Que el bichito esté sano, en óptimas condiciones ya que sinó se laburará y gastará “al dope” si está afiebrado y/o enfermo.
•Los implementos, caso de bebederos, línea de agua, depósitos, tanques, etc. sea cual fuere el sistema de provisión del agua de bebida, deben estar en perfectas condiciones, limpios e higiénicos.
•Los operarios deben tomar real conciencia de QUÉ es lo que están realizando y PARA QUÉ, cosa de no terminar “enterrando” sin usar los potes y frascos de vacunas en vez de aplicarlas (como ocurre a menudo) contentándose los patrones, tan solo con exhibir el certificado de compra, ante el SENASA y olvidándose de la importancia de la vacunación en sí.
•Ajustarse a un Plan preconcebido de vacunación (en tipo de vacunas, repeticiones y fechas) ésto debe ser lo más fiel posible a lo expresado por el técnico profesional y acordado entre ambos.
•Acompañar con productos afines, para un mejor aprovechamiento y rinde de la vacuna, caso de COMPLEMENTOS (complejos vitamínicos, electrolitos y antibióticos) aplicados todos juntos, en dosis baja (preventiva no curativa) antes, durante y dos días (mínimo) después de cada vacuna, para asegurarse con ello que las defensas y el estado en general de los animalillos sea el óptimo, durante el período de formación de anticuerpos. Sinó se corren graves riesgos de perder o anular una vacunación (fracasando el plan preestablecido), con la consecuente pérdida de eficiencia en conversión, producción y hasta de sufrir cuantiosas e innecesarias bajas. Todo por no cumplir con el viejo, pero más que nunca vigente precepto de... 10 en prevención, mejor... que 100 en curación!.
Vea amigo, si hay algo que yo NO ENTIENDO, es cooomo alguien exitoso en otras empresas, negocios, profesión, etc. Pícaro y piola... porque cualquiera es ganador, termine “fumando en pipa... como un otario”, por dejarse “chamuyar... por quien no sabe y no debe”, qué quiere que le diga o escriba... no me entra en el marote!.
¿Por qué le mal digo ésto? Porque como siemmmprrre, a quién terminan haciéndole caso? Siii... al falso profeta, que tiene más vigencia que el serio y responsable... al sabio iluminado, que como no vé, al microbio-malandrín al acecho, malcreé que no ha venido, que no está... al economista pequeñolarousseilustrado, que convence rápidamente que no se debe gastar la plata al cuete, debido a un análisis de Costo/Beneficio (?).
Cuando debería hacerse hincapié, en que SI o SI debe vacunarse y a esa relación, aplicarla en un cálculo general-NO PUNTUAL y/o mejor aún, perdérsela en lo más ossscuro y recónnndito, de su... sabelotooodo serrr!. Por supuesto que “su sapiencia” trasciende fronteras, arrancando desde la Sanidad, yendo derecho por la Genética, pasando al lado de la Alimentación, doblando por las Instalaciones, retomando por el Ambiente y culminando en el Manejo. Todo un viajeturísticoguiado, entre medio de los pilares de la Empresa Organizada y siempre de la mano “del experto” (en fracasos), que para mejor, ni pisó la Facultad, para qué, ni falta que le hace, ya que es algo que le vino del cielo... es como un don divino... vió?. Por ello, que título puede necesitar? el de profesional idóneo?. Nooo si total con la “chapa de careta”... le basta... y sobra!.
Así es como le vá y les van a los que le hacen caso, por eso... una vez más... dejémonos de joder... por Dios!.
Comencemos a hacer las cosas como se debe, que seguramente nos irá, no digo mucho... pero sí... un poquitito mejor!. Chaucha... y hasta la próxima!

Por Eduardo F. Montiel,
para Producción
Depto. Asesoramiento Técnico
Ing. Zootecnista Mat.Prof. Nº 11 (CPIA)
Tel/Fax: (54-381) 424-5060/4548/156-045863
San Lorenzo 1.465, S.M. de Tucumán


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