Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA




Entrevista: Guillermo Canteros:
Tucumán apunta a convertirse
en un productor de agroalimentos

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Conciente de la importancia que representa hoy el sector agropecuario para la provincia de Tucumán tanto en materia de ingresos económicos como en generación de mano de obra, el gobierno local decidió acompañar su desarrollo fomentando medidas tendientes a facilitar la tarea en el campo como así también de generar el marco adecuado para su desarrollo, para que la rentabilidad de los diversos productos y actividades no termine sucumbiendo en manos de productos subsidiados o falta de inversión. En ese sentido, uno de los objetivos del Estado sería convertir a Tucumán en un productor de agroalimentos, al constatar que la provincia llegó a su techo en materia de tierras para cultivar.
PRODUCCION mantuvo un encuentro con el Secretario de Estado de Desarrollo Productivo de la Provincia de Tucumán, Guillermo Canteros, quien planteó objetivamente la situación actual, necesidades y perspectivas del sector agropecuario.

¿Hay un antes y un después de la devaluación del peso para el campo?.
Seguro. El cambio en la política económica producto de la devaluación, significó un cambio profundo en todo lo que tiene que ver con las actividades productivas del país y Tucumán, sobre todo en las producciones de los commodities porque tienen un precio establecido a nivel internacional, puesto por el mercado. Así, para la soja, el citrus y la caña de azúcar el cambio monetario los benefició. Sólo basta un ejemplo: antes de 2001 el precio promedio del kilo de azúcar vagón ingenio no pasaba los 23 centavos, y después de ese año se pagó hasta 70 centavos.

Esto permitió a los productores equilibrar su situación económica...
Sin duda. El sector agropecuario con los mejores ingresos en sus ventas comenzó un proceso de recuperación de su rentabilidad, aunque no se generalizó en todas las actividades agropecuarias, como ser el sector tambero y hortícola que quedaron al margen de dicha recuperación al tener que atender exclusivamente la demanda del mercado interno.
Ellos no se vieron beneficiados por los altos valores de precios de sus productos.

Pero la ganadería, que también es para consumo interno, sí tuvo una recuperación económica.
Bueno, lo que pasa es que este sector, a pesar de que también tiene que atender el mercado interno, se vio favorecido por la mayor demanda de carne en el mercado doméstico y tener cada vez menos cabezas de ganado en oferta, justamente por el boom de la soja, que en los últimos tres años fue acorralando a la ganadería. Todos sabemos que en Tucumán, Santiago del Estero y Salta, la agricultura le fue quitando espacio a la ganadería.

Ese boom económico, ¿se vio reflejado en los bolsillos del hombre de campo?
Fíjese usted que el auge de la agricultura posibilitó que una gran masa de productores agrícolas y también, ganaderos vieran mejorada su situación económica, patrimonial y de rentabilidad, lo que rápidamente se reflejó en la disminución de los pasivos bancarios en el sector privado, sin olvidar que muchos productores también arreglaron su situación con el Banco Nación. En general, hubo un mejoramiento sustancial de la actividad. Hubo un incremento importante en adquisición de equipamiento de bienes de capital, maquinarias y tecnología, al punto de no quedar campos sin fertilizar en la provincia.

¿De qué manera apoya el gobierno al sector agropecuario?.
Quizás quedan muchas materias pendientes en el campo porque sabemos que el sector hortícola y el tambero, como así también los pequeños minifundistas, no están encuadrados en esta situación de bonanza. Sobre estos sectores es donde nosotros encuadramos un trabajo de base de reconversión. El gobierno apuesta a un proceso productivo que trate de verticalizar e integrar la cadena de comercialización, dando valor agregado y otros condimentos que impliquen que, a pesar de la poca escala de producción, tengan rentabilidad.

¿Tucumán apunta a dar valor agregado a sus productos primarios?.
Este gobierno cree que Tucumán tiene que apuntar a convertirse en un productor de agroalimentos. A la larga no le quedará otro camino a la provincia ya que por una cuestión física y geográfica nuestra expansión en tierra y volúmenes es limitada. O sea, no se puede seguir creciendo en limones, en cañaverales o en soja, porque el crecimiento de uno implicaría quitarle terreno al otro. De ahí que creemos que hay que apostar al valor agregado y esto se consigue sólo con tecnología y dando el marco para que se radiquen algunas inversiones que busquen, a través de los mercados internacionales -vía exportación o a través de nichos de mercados puntuales internos-, procesos de elaboración de alimentos.

Este proyecto de gobierno choca con una cruel realidad que es la falta de gas para la industria.
Es verdad, es la piedra que nos complica todo este proceso, pero no es sólo la escasez de gas sino todo el tema de la infraestructura, tanto energética como vial y caminera porque a raíz de los bajos precios internacionales y falta de competitividad de la mayoría de los productos exportables del país en los años 90, sufrimos toda una década de des-inversión en muchas cuestiones que tenían que ver con infraestructura. Hoy, cuando el sector productivo-industrial ha alcanzado niveles de crecimiento importante en todo el país y se comenzaron a sustituir importaciones, se empezó a reclamar recursos energéticos como gas saltando a la vista que no estaba preparado el sistema para abastecer a todos. Pero no sólo ocurrió con el gas, también hubo un proceso de des-inversión en las rutas y en transportes.

Bueno, pero ahora ¿qué se está haciendo para suplir estos problemas?.
Junto con el gobierno nacional venimos trabajando y anunciando nuevas obras en infraestructura vial, como es el caso de la ruta 38 y 157, que ya tienen el primer paso de licitación de obra en la parte más destruida de la ruta, que es en la zona Simoca-Lamadrid. Solucionado este tramo se desagotaría mucho el tránsito por la ruta 38. Simultáneamente, estamos peleando para lograr que se realicen los "peines" camineros para poder unirnos directamente a la ruta 34, que es vital para sacar toda la producción del Este tucumano, acompañando así el desarrollo del sector privado.

¿Y en el tema del gas?.
Ya tenemos un borrador de un proyecto de fideicomiso con el Banco Nación por 33 millones de pesos, con la participación de casi 19 grandes usuarios para buscar darle una solución más de fondo a la crisis del gas para 2005. Estamos contra reloj ya que si nosotros contamos que tenemos 8 meses de obra, andando bien, para que los lups o anexos a la red troncal del gasoducto del Norte pueda proveer de gas a la provincia, entonces hablamos de que hasta agosto próximo tendríamos que tener conformado todo el fideicomiso con la Nación y el banco para que entregue la plata para el emprendimiento.

Con esta obra ¿se soluciona la crisis azucarera y citrícola?.
Sí, pero nos preocupa que la misma tenga el volumen necesario para que sea sustentable en el tiempo. Porque no sólo basta cubrir el déficit actual sino que hay que pensar que el proceso de crecimiento va a continuar. En ese sentido hay que pensar que no basta cubrir el déficit actual que es de 1 millón de metros cúbicos de gas por día, sino en pensar en hacer un gasoducto de 2,5 millones de metros cúbicos diarios, porque creemos que mañana aparecerán nuevos inversores que se querrán radicar en la provincia.

En lo coyuntural, ¿cree que la escasez de gas puede disminuir este año la producción citrícola y azucarera?.
No lo creo. Sí pienso que nos tocarán vivir 100 días -a partir de junio y hasta agosto-, donde vamos a sufrir muchos cortes. La industria ya viene de sufrir mínimos cortes en 2003 y ahora seguro tendrán más cortes, lo que traerá aparejado costos más altos a los ingenios al tener que parar y volver a arrancar. Pero no creo que se reduzcan los volúmenes de producción. No sé si la zafra será más larga, pero sí creo que, si el clima lo permite, podrán moler hasta la última caña en pie disponible.

¿Tucumán será privilegiada este año con abastecimiento de gas a precios más o menos acomodados?.
Hoy toda la administración del gas sobrante lo maneja la Secretaría de Energía de la Nación y como Tucumán tiene la estacionalidad de sus producciones agrícolas (cítricos y caña) concentradas en 4 meses, va a permitir que tengamos ciertos privilegios en el uso de la energía y sí, a un precio mejor que el de venta en el mercado interno del gas spot.

¿Se puede decir que la menos afectada es la soja, ya que no necesita ser industrializada?.
No lo creo ya que esta oleaginosa afronta otros problemas como que viene acarreando dos secas consecutivas. Creo que a pesar del precio sostenido rentable que tiene la soja, este producto tiene una carga muy pesada como es sostener la política social del gobierno (con las retenciones de las exportaciones se pagan planes sociales). Pero en el caso puntual de Tucumán, venimos de sufrir dos años de condiciones climáticas adversas en momentos pico dando una gran variabilidad al sector en materia de rindes. Ya no se puede hablar de regiones, sino de campos, que tienen rendimiento de 1.000 kilos y otros lindantes, que tienen rendimiento de 2.500 kilos por hectárea. El clima y las precipitaciones son erráticas y cambiantes en verano lo que marcó una baja en la producción. Hay zonas en Tucumán donde se perdió hasta el 50 por ciento del campo sembrado.¤

Por Fabián Seidán,
de Producción


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