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Punto de vista: Pensar en la Argentina de hoy, pero también en la de mañana  |
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Hay que pensar en la Argentina de hoy, pero también en la de mañana ¿Por qué fue elegido el campo como destinatario constante de estas presiones si tenemos un país con ventajas comparativas para producir alimentos? ¿Por qué, en vez de atacarlo, no aprovecharlo para el desarrollo armónico del país? Después de festejar la llegada de un nuevo año, es momento de evaluar lo que pasó en 2005 y lo que pretendemos para 2006. Tal vez sea difícil decir lo que se hizo o no en forma objetiva, porque en cada acción pusimos nuestro esfuerzo, sobre todo desde un sistema dirigencial en el que se trabaja ad honorem, con vocación de servicio y muy pocos medios. Y es en este resaltar de principios donde empieza a jugar la gran disyuntiva de nuestro trabajo con respecto al Gobierno. Si en algo se destacó CRA a lo largo de su historia fue en la defensa y respeto por la propiedad privada y la libertad de los mercados. No es tan fácil convivir con decretos, resoluciones y medidas totalmente contrarias a nuestros principios; aún así no dejamos de denunciar esta realidad y no nos callaremos, a pesar de que muchas veces somos atacados con metodologías coercitivas. Y acá viene la primera reflexión. ¿Por qué fue elegido el campo como destinatario constante de estas presiones si tenemos un país con ventajas comparativas para producir alimentos? ¿Por qué, en vez de atacarlo, no aprovecharlo para el desarrollo armónico del país?. La respuesta natural es que el campo es visto por este Gobierno sólo como sector extractivo y no como potenciador de la economía. Si a esto le sumamos que somos productores de alimentos y la propuesta es tener "carne, leche, harina y aceite baratos" para el mercado interno, indudablemente la mejor defensa es desacreditar al que los produce, aduciendo que tiene una enorme rentabilidad. De esto deriva la segunda reflexión. Dicen que el sector tiene un dólar alto -$ 3,00- para poder exportar pero la realidad es que el Gobierno no quiere que exportemos alimentos para así sostener los bajos precios en el mercado interno; en consecuencia, transformó nuestro dólar de venta a través de las retenciones -dólar agropecuario- en $ 2,40. Sostienen el dólar con nuestro dinero, para que muchas empresas de otros sectores puedan salir a exportar o no tengan competencia externa en el mercado interno -sustitución de importaciones- para luego recriminarnos que el campo anda bien por su política monetaria. A esta extracción monetaria-impositiva hay que agregar la extracción monetaria-social, que es la diferencia de dinero que dejamos de recibir por no permitirnos vender nuestros productos con un precio justo. En definitiva, el sector subsidia al mercado interno, dejando de percibir divisas necesarias para su sustentabilidad. Y de esto se desprende la tercera reflexión: ¿hasta cuándo el campo puede sostenerse con esta extracción monetaria? Lo cierto es que esta extracción monetaria nos hace producir más y mal. Exportando suelo Estudios realizados por distintas entidades técnicas demuestran que estamos exportando parte de nuestro suelo. Entre lo que se necesita de nutrientes para obtener los granos, la leche y la carne que se exporta y lo que realmente ponemos, existe una diferencia que, valuada en dólares, da una cifra de alrededor de 1400 millones de dólares anuales. Si a esto sumamos lo que consumimos de suelo en el mercado interno -alrededor de 600 millones de dólares- la pérdida de nutrientes de nuestras tierras es de 2000 millones de dólares. Podemos decir que si a los 12.000 millones de dólares que producimos de granos, le sumamos los 3000 millones de dólares de la carne y los 2000 millones de la leche obtenemos un total de 17.000 millones, por lo que la pérdida de nutrientes representaría el 12% de lo producido. El problema es que esta política extractiva incentiva a la producción de bajos costos, desalentando las inversiones en nutrientes y las rotaciones. En definitiva: pensar en la Argentina de hoy, pero también en la de mañana.¤ |
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Por Néstor Roulet, Vicepresidente de CRA |
