Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA


POROTO:
MANEJO CONSERVACIONISTA

Numerosos son los factores que influyen en la determinación del rendimiento en el cultivo de poroto; dentro de éstos se destacan como fundamentales el aprovechamiento del agua y la fertilidad del suelo, tanto química como física.
Podemos considerar como técnicas conservacionistas a aquellas que dejan residuos vegetales en superficie, los cuales provienen de cultivos anteriores.
Estos manejos en los cuales se reducen, y hasta se eliminan, los laboreos tienen como objetivo fundamental la preservación del recurso suelo, y un mejor aprovechamiento del agua por parte del cultivo. Esto se logra gracias al efecto protector que tiene la cobertura sobre el suelo, disminuyendo la erosión, el planchado o encostramiento, y aumentando la infiltración.
Además, al no llegar los rayos solares directamente al suelo,éste se mantiene fresco en relación al suelo desnudo, consiguiendo así una menor evaporación y una mejor implantación del cultivo.
Las características climáticas de nuestra región, con precipitaciones torrenciales y altas temperaturas, que aceleran las reacciones biológicas juntamente con relieves ondulados y pendientes largas, hacen que los suelos de Salta y Jujuy sean altamente susceptibles a la erosión.
Dentro de las técnicas conservacionistas más probadas y exitosas con que cuenta actualmente el productor se encuentra la labranza mínima, que consiste en la sustitución de una o más pasasdas de rastra por el control químico de las malezas, mediante la aplicación de un herbicida total. Esto disminuye las pérdidas de agua desde el suelo por efecto del laboreo, que son altamente significativas si se tiene en cuenta que por cada pasada de rastra se pierden 20 mm de humedad en promedio (efecto inmediato), cantidad que se torna importante sobre todo en aõs como el actual.
La otra técnica es la siembra, donde directamente se eliminan las labores e igualmente se realiza un barbecho químico, es decir, la aplicación de herbicidas previo a la siembra (40 a 15 días antes, según condiciones) con el fin de eliminar el consumo de agua por parte de las malezas. En la siembra directa se ven maximizados los beneficios del manejo conservacionista (economía de agua, mejor implantación del cultivo y mayor protección del suelo).
Actualmente un 25 % de la superficie dedicada al poroto se encuentra bajo planteos conservacionistas (labranza mínima o siembra directa) y con una marcada tendencia a aumentar, ya que las ventajas que otorgan, permiten además de aumentar el margen bruto y obtener mayores rindes, una mayor estabilidad frente a sequías estacionales.








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