En una entrevista concedida a Revista PRODUCCIÓN, el diputado nacional Juan Casañas, comentó que desde el pasado 28 de junio está trabajando en Buenos Aires con vistas a la gestión en Diputados dentro del bloque radical. El productor devenido en político, precisó al respecto que prevén presentar proyectos para normalizar la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA) y para que se dicte una amplia ley de emergencia agropecuaria.

¿Cuáles son sus expectativas respecto al nuevo Congreso?
La verdad es que tenemos muchas expectativas. Primero, quiero decir que esto es para homenajear a la gente que dejó de ser un simple habitante y empezó a ser un ciudadano en serio, que comenzó a participar y comprometerse con su país y su gente. En el campo quedaron muchos fiscales y gente que aportó de alguna manera en nuestra campaña en busca de un cambio en este modelo de gobierno de los Kirchner y por eso pienso que nuestro rol será fundamental ya sea en el Senado o en Diputados, como es mi caso. Personalmente tengo muchas expectativas, hay que ver que donde estoy se ha conformado una Cámara muy pareja, con muchas estrellas: Elisa Carrió, Ricardo Alfonsín, Néstor Kirchner, Federico Pinedo, entre otros pesos pesados. Será muy discutida.

¿Eso es bueno?
Y sí, porque habrá mucha prensa, nos van a estar observando todo el tiempo, al instante se conocerán las leyes y proyectos en los cuales trabajamos. En segundo lugar, hay que ver que la prensa también estará atenta a los diputados que salimos del campo, de la lucha agraria. Y nosotros estamos preparados para todo eso ya que venimos trabajando desde hace bastante tiempo. Hemos formado un grupo de diputados interesante junto con Pablo Orsolini, Forte, Chemes y Aspiazú, entre otros. Estamos dentro del Bloque de la Unión Cívica Radical, y a pesar de que yo no soy radical, pero voy a desenvolverme en ese bloque por un acuerdo que hicimos durante la campaña con el Acuerdo Cívico y Social y queremos que se mantenga.

¿Cuáles son los princiales proyectos de ley que fogoneará su bancada?
Los primeros proyectos a tratar tienen que ver con la Ley de Emergencia Agropecuaria. Nada nos interesa más en estos momentos debido a la crisis que afronta el productor tras la seca en la campaña pasada que afectó tanto a ganaderos como agricultores en gran parte del país. Hay muchos productores que están desapareciendo por esta cuestión de que no reciben ayuda y, desgraciadamente, hasta aquí la lluvia no les permitió revertir la situación de crisis.
Después está el tema de las compesaciones en los fletes que a nosotros nos toca muy de cerca porque producir en el NOA y NEA, en el Norte Grande como yo digo, hace que todas las actividades sean poco rentables, nos quitan competitividad la distancia a los puertos. Básicamente queremos una ley productiva agropecuaria que estimule la inversión y que incentive a la producción rural para evitar el desarraigo del interior y la conformación de villas de emergencia alrededor de las grandes urbes del país. Otra ley que vamos a pensar tiene que ver con el verdadero, real y normal funcionamiento de la ONCCA, y con la transparencia de los mercados agropecuarios. Algo que es muy importante para el hombre de campo.

¿Le preocupa los anunciados "posibles" vetos de la Presidenta a leyes que no sean del agrado del Gobierno?
Ante los vetos de la Presidenta no podemos hacer nada desde la Cámara de Diputados, es una herramienta que puede usar la titular del Poder Ejecutivo, lo que pasa es que una cosa es usar y otra sería abusar del veto. Porque, que a mí me veten una ley, está bien, pero que me venten 10 ó 12 leyes realmente generará un clima de conflicto, principalmente para el ciudadano común, de poder creerle a esta Presidenta que tiene una muy mala imagen y encima que se dé el lujo de vetar leyes que serán útiles al bienestar público, seguro que no lo aceptará.

¿Qué balance hace del año que termina para el productor agropecuario?
El año que estamos dejando atrás fue realmente malo económica y agronómicamente.
Respecto a la produción ganadera, han desaparecido muchos productores por la sequía que afectó, a lo que se suma malos precios por el ganado (3,20 pesos el kilo de novillo vivo), con altos gastos en alimentación por falta de pasto, como así también en el sector de la leche, que ha tenido un año pésimo, para el olvido, donde el litro de leche puesto en fábrica se paga apenas 80 centavos. Un precio de quebranto que ningún pequeño productor puede soportar sobre sus espaldas.

¿Confía en el aporte que le pueda dar desde su sector al hombre de campo?
Yo digo que hoy en día el campo tiene mayor representación en el Congreso que la Confederación General del Trabajo (CGT) que en un país como la Argentina, es mucho decir. La ciudad y el campo les dijo el 28 de junio al actual Gobierno de los Kirchner que el mensaje confrontativo, de bronca, de amenazas y persecuciones no va más. La gente quiere comenzar a construir, quiere un país de diálogo sincero, positivo, optimista, donde haya posibilidades de trabajo, de crecer con seguridad, donde se pueda estudiar y formar una familia sin tener que caer en el clientelismo político para subsistir. Con el voto, nos dieron una gran oportunidad y no queremos defraudar a nadie. Ya estamos trabajando mucho para cumplir con creces la esperanza que puso la gente en nosotros.

¿Qué mensaje le deja a quienes viven en el interior del país?
Les digo que vamos a trabajar mucho junto con la gente del NOA y NEA, como bloque, independientemente sea cual fuere el partido político del que proponga alguna ley que beneficie a la región: Frente para la Victoria, Radicalismo, Socialismo o partido provincial. Hay que sentarse en la misma mesa y trabajar con las mangas arremangadas, porque acá el Norte Grande del país es la zona más pobre, más retrasada, afectada y más abandonada por este Gobierno. Ahora que tenemos la posibilidad desde una banca, queremos poner el hombro para sacar leyes que sirvan a la región y apuntalen su desarrollo y crecimiento. Hay muchas cosas para hacer y lo vamos a hacer. Hay que dejar atrás la etapa de confrontación, dejar atrás el autoritarismo y terminar con ese enfrentamiento inconducente. Hay que armar una agenda que le resuelva los problemas a la gente.