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 Agroindustria
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Los competidores de la sacarosa

Revista PRODUCCION: Los competidores de la sacarosa
Ing. Agr. Franco A. Fogliata
 
Revista PRODUCCION: Los competidores de la sacarosa
 

Resulta interesante analizar que a medida que continúan las reuniones de sector cañero-industrial sin encontrarse solución o puntos de entendimiento entre ambos, se observa cómo avanza paulatinamente el consumo y las importaciones de productos edulcorantes no-calóricos, restando cifras importantísimas al mercado azucarero intemo. Vale señalar que las últimas estadísticas de la prestigiosa F.O. Licht Internacional indican que la producción argentina del jarabe de fructosa del maíz (HFS 55%) ha crecido desde el 2003/04 de unas 290.000 t. (en peso seco) a 320.000 t. en la campaña 2009/10. Para el Centro Azucarero Argentino representan 280.000 t/año equivalentes en azúcar.
Acotamos que dicha producción argentina es muy parecida a la de Canadá y México y ocupa el 5° lugar en el mundo. Pero el asunto no termina allí, sino que las estadísticas oficiales indican que en 2008 los edulcorantes no-calóricos importados sumaban unos 430.500 t/año en equivalentes azúcar, distribuidos en 113.500 t. para los ciclamatos, 147.850 t. para aspartamo y 169.600 t. para la sacarina.
El total de estos productos importados -auténticos competidores del azúcar común- viene en aumento desde las 370.000 t/año en 2003 (equivalentes en azúcar) hasta las 430.500 t. para el 2008, es decir creció 16,2%. Sumado a las 280.000 t. del jarabe de fructosa, nos señala la espectacular cifra de 710.500 t/año (eq. azúcar). Ello equivale nada menos que al cercano 50% del total de la producción azucarera tucumana. Si excluimos el jarabe de fructosa de los otros tres edulcorantes importados, vemos que el consumo de la sacarina viene en franca disminución desde 2004, pero paralelamente está aumentando el consumo de aspartamo, manteniéndose casi constante el de ciclamatos.
Lo curioso de este tema, es que estos tres productos mencionados están siendo prohibidos para consumo en forma sistemática en casi todos los países desarrollados, en especial la sacarina por fuertes cuestionamientos hacia la salud humana.
Frente a este análisis, necesariamente debemos relacionarlo con nuestra actual situación azucarera argentina y valorar la producción alternativa del etanol combustible, porque es evidente que el mercado azucarero interno tiene un fuerte competidor con estos edulcorantes artificiales y a su vez tropieza con los constantes vaivenes de los precios internacionales del azúcar crudo, que al presente, registra una fuerte disminución en su cotización, pues de U$S 0,48/Kg en Febrero 2010, bajó a U$S 0,32/Kg en Junio. De allí que sería razonable suponer que los próximos acuerdos entre cañeros e industriales deban plantearse mirando el largo aliento y no solamente por un año.
¿Será tan difícil lograrlo en una actividad netamente interdependiente?
Los edulcorantes señalados además de quitar azúcar argentino al mercado doméstico, producen un drenaje de divisas al país en cifras considerables. Ante este panorama, puede resultar mucho más beneficioso para la economía del país y para miles de pequeños productores, promover el cultivo de una planta edulcorante natural no-calórico, como la Stevia rebaudiana Bertoni, que es absolutamente apta para el consumo de personas diabéticas y en dietas hipocalóricas porque el producto endulzante llamado esteviosido forma parte de los glucósidos o heterósidos y es 300 veces más dulce que la sacarosa.
Actualmente se lo produce cristalizado o en solución acuosa, es absolutamente natural y no aumenta la concentración del azúcar en la sangre de quienes lo consumen. Es decir, puede reemplazar perfectamente a los otros edulcorantes importados sin afectar la salud humana y además crece muy bien en Tucumán.
El autor introdujo la especie al INTA Famaillá en 1980 desde Paraguay (su centro botánico de origen) y actualmente se cultiva comercialmente en Acheral, Tucumán.
Lo interesante es que a partir de 1965, en Japón tuvo un desarrollo espectacular y ya ocupa el 50% del mercado de los edulcorantes, habiéndose extendido a China (principal productor mundial). A partir de 1995 se comercializa en USA y desde 2007, las firmas Coca-Cola y Cargill obtuvieron 24 patentes de rebiana (un derivado del esteviosido) para endulzar bebidas y alimentos y desplazar así a los otros productos sintéticos.
Es un endulzante y no un alimento. Posee cero azúcares y grasas, no aporta calorías ni proteínas y es un poderoso antioxidante.
En América Latina el cultivo se ha extendido desde Paraguay a Brasil, Perú y Bolivia, agregado a refrescos, dulces, pastelería, etc. En nuestro país ya se comercializa. En el NOA hubo un importante Congreso Internacional en Perico, Jujuy el 12 y 13 de Marzo de 2010, para interesar su cultivo como alternativa en el área tabacalera de la zona.

Por Ing. Agr. Franco A. Fogliata
francofogliata@hotmail.com

Portada de la Edición correspondiente a esta nota Esta nota fue publicada en la página Nº 39 de la edición digital de la revista de Enero / Febrero 2011.
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