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Jul/Ago 2008


Soja

Soja: rendimiento de 3.000 kilos por hectárea

Campaña 07/08 de granos gruesos

Entrevista: Mario Devani

Buenos estados madurativos de los grupos de siembra implantados en Tucumán y su zona de influencia, con rendimientos que oscilaron en unos 3.000 kilos de soja por hectárea, fueron las claves de la campaña 2007-2008 de grano grueso que terminó.

Revista PRODUCCION: Soja: rendimiento de 3.000 kilos por hectárea
 
Revista PRODUCCION: Soja: rendimiento de 3.000 kilos por hectárea
 

Estos rendimientos se lograron merced a los adecuados niveles de precipitación que permitieron un buen desarrollo del cultivo, aunque trajo aparejada la presencia "moderada" de las denominadas enfermedades de fin de ciclo. Otra característica que dominó la campaña fue la escasa incidencia de "la roya de la soja" en la zona, con una cosecha que rondó las 850 mil toneladas, una cifra que para los técnicos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres -EEAOC-, puede calificarse como muy buena.
Revista PRODUCCION requirió a Mario Devani, de la Sección Granos de la EEAOC, su visión sobre la campaña de soja y ésto nos dijo al respecto.

¿Cómo fue la campaña de soja en Tucumán y su área de influencia?
Con respecto al tema soja, podemos decir que la cosecha que terminó durante los primeros días de junio, fue muy buena, una campaña que pudo afianzarse gracias a la buena cantidad de lluvias registradas aunque este factor climático luego vendría a jugar un poco en contra. Y es que el productor veía que llovió bien y que todo iba viento en popa, pero luego el exceso de precipitaciones redujo el rendimiento del grano entre un 10 y 30 por ciento según la zona donde se ubicase la plantación. Por ejemplo, en el Este de la provincia se perdió menos rendimientos que en el Oeste y sobre todo en la zona pedemontana de la provincia. Allí el rendimiento promedio de la soja cayo a valores de 2.900 y 3.000 kilos por hectárea.

Estos valores ¿son importantes en relación a la campaña pasada?
Mire si lo serán, que en la campaña 2006-2007 se tuvo un promedio cercano a los 3.200 kilos. Este dato es una primicia, muy fresquito y muy importante. Para tener en cuenta porque fue importante la pérdida de rendimiento de un 10 y 30 por ciento en el rendimiento, con otro dato único: las pérdidas fueron mayores en la mejor zona del cultivo y menores en las marginales.

En lo que hace al nivel de pérdida según las variedades, ¿cuáles la sacaron mejor?
En relación al tema varietal, podemos decir que este año se destacaron los materiales de grupo largo, caso 8.000 A-8.000, A-8.100, y Don Mario 8.200, entre otras. Y a diferencia de los últimos dos o tres años también se destacaron variedades de grupos cortos como las 5 y 6. Otra cosa importante que quiero agregar es que cuando nosotros hablamos de caída de rendimientos es porque llovió de más, sino la historia era otra.

O sea que este año la lluvia le jugó una mala pasada a la soja.
Exacto. El bajo rendimiento se explica en el exceso de agua caída en la provincia, con muchas lluvias, lo que redundó también en mayor nubosidad diaria y menor radiación solar. El exceso de lluvia viene aparejado a muchas nubes, por lo tanto hubo menos radicación solar y menos formación de fotosíntesis, lo que genera menos rendimientos.

Pero el año pasado llovió igual...
Sí, pero en febrero hubo un bache de 20 días en el que faltó el agua y eso hizo la diferencia con esta campaña. Además hubo otro efecto, que en la EEAOC consideramos importante: en el período crítico de la soja -el momento de llenado-, mucha lluvia hizo que el suelo acumulara agua, entonces hubo asfixia folicular. Esas dos cosas hicieron que la soja rinda menos este año.

Y las enfermedades ¿influyeron en la baja del rendimiento?
Mire, lo primero que pensaron los productores fue que la baja del rendimiento estaba emparentada con las enfermedades de fin de ciclo, pero no tuvo incidencia significativa en los materiales de grupos cortos ni en los intermedios, pero sí en las tardías y grupos largos.
Pero la roya no ocasionó pérdidas de rendimientos, lo más dañino en esta campaña fue la falta de luminosidad, principalmente. La roya no ocasionó mayores inconvenientes, salvo donde se la manejó mal y en las siembras de grupos largos.

En lo que hace a superficie, ¿este año se amplió el área del cultivo?
La superficie fue apenas mayor que la del año pasado: 3 por ciento, ya que se pasó de 281.600 hectáreas a 290.070 este año. En esa cantidad de hectáreas se logró producir entre 840 y 850 mil toneladas de soja, una cantidad que se puede considerar muy buena para la zona.
Queda claro que para la EEAOC, la campaña se caracterizó por la ocurrencia de precipitaciones superiores al promedio para la mayor parte de las localidades de Tucumán y otras provincias del NOA en donde se siembran granos. Si bien fueron buenas en un principio para el cultivo, dichas condiciones ambientales también significaron una mayor presencia de enfermedades. En el caso de la soja, fueron numerosas las patologías que han experimentado un incremento con respecto a años anteriores. Se han visto mayores niveles del síndrome de la muerte súbita (causado por un hongo) y, en especial, del complejo denominado enfermedades de fin de ciclo que afectaron tallos, hojas, vainas y semillas, durante los estadíos reproductivos intermedios y avanzados de la soja.

En lo que hace a la roya, ¿hubo mayores problemas?
En el caso de la roya de la soja, causada por el hongo Phakopsora pachyrhizi, hubo presencia, pero como dije anteriormente afectó en algunos casos a los grupos largos en diversas localidades de Tucumán, Catamarca, Salta y Santiago del Estero. La enfermedad fue detectada por la EEAOC por primera vez el 5 de marzo en Poleo Pozo, departamento Jiménez, Santiago del Estero, y al día siguiente en La Virginia, Burruyacu. Luego se sumaron otras localidades con detecciones positivas de roya.




LOS DATOS DEL PRECOP-INTA

También los ingenieros Luis Ernesto Vicini y Ricardo Rodríguez del INTA Famaillá, acercaron a Revista PRODUCCION un informe sobre la cosecha de soja 2007-2008, según la evaluación del PRECOP-INTA (Módulo Tucumán - Santiago del Estero) donde destacan que el nivel de rendimiento fue mayor al esperado y donde el piso estuvo centrado en los 3.000 kilos por hectárea.
En efecto, como lo viene realizando todos los años, el PRECOP finalizó la evaluación de pérdidas de cosecha en el cultivo de soja 2008 en su área de influencia (Tucumán y Santiago del Estero) cuyos datos preliminares indican que fue una cosecha normal, sin retrasos por condiciones climáticas ni, por el conflicto que sufre el campo con el Gobierno.
Los rendimientos estimados antes de la cosecha oscilaron en los siguientes valores:
•En el 18 por ciento de los casos, se cosechó menos de 3.000 kilos por hectárea y en el 82 por ciento, fue de 3.000 a 4.000 kilos por hectárea.
•En lo referido a la humedad del grano al momento de la cosecha; el 42 por ciento de la superficie se ubicó en valores inferiores al 12 por ciento; el 20 por ciento, entre el 12.5 y 13.5 por ciento de humedad; y el 38 por ciento restante, en valores mayores al 13,5 por ciento de humedad.
•Los cultivos antecesores a soja fueron trigo (en un 80 por ciento); y maíz y otros, en un 20 por ciento.
•En lo que hace a los valores referidos a la propiedad de la cosechadora, el INTA detectó que el 71 por ciento fueron contratistas, el 20 por ciento, productores con máquina propia, y el 9 por ciento, Productores/Contratistas.
•En lo que respecta a la edad de las máquinas que operan en la provincia, se observó que son modelos iguales o menores al año 2002, en un 30 por ciento; modelos de 2003 a 2005, en un 45 por ciento y modelos mayores a 2005, en un 25 por ciento.
•El Cabezal soja/trigo del tipo flexible estuvo presente en el 100% de los casos.
•En cuanto al ancho de la plataforma, se encontraron las siguientes medidas: plataformas menores a 23 pies, en el 59 por ciento de los casos, y plataformas mayores a 23 pies, en el 41 por ciento restante.
•En lo que refiere al Cilindro trillador: el 58% estaba constituído con barras batidoras tradicionales; el 30%, con dientes tipo planchuelas y el 12% restante, de tipo axial.
•En la totalidad de las máquinas se observó la distribución del rastrojo y se constató que el 38% tenía triturador de paja, el 82% poseía desparramador de paja, y el 34% tenía desparramador de granza. Estos valores superan el 100 por ciento debido a que casi todas tenían desparramador como sistema principal, acompañado o no por trituradores y desparramadores de granza.
•La velocidad de avance de las cosechadoras al momento de la cosecha osciló entre los 6 kilómetros por hora y menos (el 82 por ciento); y el 8 por ciento entre 6.1 y 6.5 kilómetros por hora.
•La poscosecha se realizó de la siguiente manera, según las encuestas: un 52% se almacenó en silo bolsa; un 26% se almacenó en silos de campaña provisorios y un 22% se entregó a las plantas de acopio.
•Las pérdidas de cosecha totales encontradas fueron estimadas como normales en este muestreo, dado los buenos rendimientos obtenidos como se dijo anteriormente. Los valores arrojados fueron los siguientes: las pérdidas de precosecha fueron de 15 kilos por hectárea, las pérdidas por cosechadora fueron de 180 kilos por hectárea.
•En cuanto a pérdidas por cosechadora, las mismas se dividieron en las pérdidas por plataforma (de 120 kilos por hectárea) y las pérdidas por la cola de las máquinas (de 60 kilos por hectárea).

Por Fabián Seidán

Esta nota fue publicada en las páginas Nº 37, 38 y 39 de la edición digital de la revista de Julio / Agosto 2008.







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