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Mar/Abr 2010


Ganadería

Claves para no volver a perder el tren

Mercados mundiales

El mercado mundial de alimentos ha cambiado en forma significativa: pasamos de un periodo en el que el escenario se caracterizó de exceso de oferta de alimentos, a uno donde prima el exceso de demanda.

Revista PRODUCCION: Claves para no volver a perder el tren
 
En la segunda mitad del siglo pasado, hubo una importante expansión del sector, a partir de la incorporación de una mayor superficie cultivada y mayor productividad. Esta situación trajo como resultado una sobre oferta estructural, en un contexto de mayor competitividad y utilización de subsidios por los países desarrollados, impactando negativamente en el precio de los commodities.
Pero, en la actualidad, las condiciones de la demanda cambiaron significativamente, y cada vez son más claras. Según proyecciones de la FAO, la producción mundial de alimentos necesita incrementarse en más del 40% para 2030, y en un 70% para 2050, en comparación con los niveles promedio del período 2005-07. En el caso particular de la carne bovina, se espera un aumento en la demanda global del orden del 50% de aquí al año 2030. Esta demanda, relativamente inelástica, estaría sostenida no solamente por la necesidad de mayores alimentos a partir del crecimiento demográfico, del proceso de urbanización y el cambio de dietas con un componente mayor de proteína animal, sino por la utilización de productos primarios como fuente de energía.
Sin embargo, detrás de este análisis de mercados existe también la realidad del hambre y de la seguridad alimentaria para una gran cantidad de habitantes del planeta. En este sentido, no se trata solo de encontrar soluciones de corto plazo, sino de resolver los temas de largo plazo a partir de políticas orientadas a un crecimiento económico sostenible teniendo como lineamientos centrales el camino de la competitividad e inserción en el comercio mundial.
En este escenario, la Argentina debe definir sus prioridades y ver al sector agropecuario como un componente importante de su economía, como una fuente de crecimiento económico, de creación de empleo y de desarrollo, incentivando fundamentalmente la exportación. Así lo hacen nuestros competidores en la región, como Chile y Brasil, que proyectan sus economías al mundo a partir de la firma de acuerdos comerciales, y de su liderazgo en los diferentes foros internacionales.
El MERCOSUR tiene todo el potencial para ser la plataforma de salida al mundo como proveedor de alimentos. Posee una gran dotación de recursos naturales, agua, suelos y una amplia biodiversidad, que le permitiría incrementar sustancialmente la producción de alimentos. La Federación de Asociaciones Rurales del MERCOSUR (FARM), de la que la Sociedad Rural Argentina es miembro, estimó que se pueden incorporar al menos 100 millones de hectáreas al sistema de producción sin ingresar en áreas de forestación natural, en concordancia con tecnologías sustentables que atiendan la preservación del medioambiente.
Pero este enorme potencial no podrá desarrollarse sin la apertura de los mercados, con el fin de incentivar las exportaciones y traccionar, de este modo, toda la economía argentina. Se necesitan políticas de estado de largo plazo y rescatar las negociaciones internacionales de su letargo.
En este sentido, días pasados se realizó la segunda reunión, entre el MERCOSUR y la Unión Europea. Este escenario abre una nueva posibilidad para el reinicio de las negociaciones entre ambos bloques económicos con vistas a la formación de una zona de libre comercio.
Los dos bloques económicos iniciaron las negociaciones en 2001 y las mismas se vieron interrumpidas en 2004. Pero, a pesar de los problemas para avanzar hacia la concreción de un acuerdo, la Argentina y sus socios comerciales deberán realizar todos los esfuerzos necesarios para alcanzarlo. El alcance de un equilibro entre sus intereses es central: la UE solicita la apertura de los sectores industriales, de servicios, inversiones y compras gubernamentales, mientras que el MERCOSUR los de bienes agrícolas y agrícolas procesados.
Las oportunidades que ofrecería un acuerdo MERCOSUR-UE para la Argentina son enormes. Un gran número de sectores agroindustriales verían mejoras sustanciales y concretas en el acceso al mercado europeo, como la industria avícola, las frutas frescas, la carne vacuna, los lácteos, los vinos y el arroz, entre otros, impactando directamente en el desarrollo económico del país.
El avance en la negociación entre la Unión Europea y el MERCOSUR abre una nueva oportunidad y podría marcar una bisagra en las actitudes que viene teniendo la Argentina hacia el mundo.
En este sentido, el programa de Inserción Agrícola que se desarrolla a través de la Sociedad Rural Argentina, en conjunto con el Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales (INAI), el Centro de la Industria Lechera (CIL) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), trabaja para fortalecer la capacidad del sector privado agrícola para concluir y adaptar acuerdos comerciales, en forma conjunta con los negociadores internacionales en el aporte de información y análisis.
Según las estimaciones del Instituto de Negociaciones Internacionales de la SRA, se concluye que la Argentina podría obtener una ganancia de comercio en el sector agropecuario, de al menos US$ 3000 millones de dólares anuales de concretarse un acuerdo entre el MERCOSUR y la UE.
Pero, para aprovechar estas oportunidades, necesitamos una mirada estratégica a largo plazo, que se construye sobre la base de la confianza, de objetivos claros, y de reglas de juego que perduren en el tiempo. La salida pasa necesariamente por agrandar la torta, generando mayor producción para abastecer tanto el mercado interno como el externo. Porque ambos pueden ayudar a lograr una mejor calidad de vida para todos los ciudadanos de la Argentina.

Revista PRODUCCION: Claves para no volver a perder el tren
 
Por Raúl Roccatagliata
Director del Instituto de
Negociaciones Internacionales de la SRA
Fuente: Anales de la Sociedad Rural Argentina

Portada de la Edición correspondiente a esta nota Esta nota fue publicada en las páginas Nº 30 y 31 de la edición digital de la revista de Marzo / Abril 2010.
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