Dentro de los avances biotecnológicos de los últimos tiempos debemos destacar a la Biofertilización, técnica que consiste en aplicar a las semillas, plantines o almácigos de vivero, microorganismos de importancia agrícola vitales para el crecimiento, desarrollo, uniformidad y protección contra enfermedades radiculares. La selección de microorganismos se inclina hacia las micorrizas y bacterias fijadoras de N2. Este complejo microbiológico, agregado en el acto inicial de la inoculación a las semillas, plantines y/o almácigos de viveros, es el responsable directo para la obtención de cultivos, sanos, fuertes y vigorosos. Este superlativo rendimiento es debido al aporte de nutrientes esenciales (fósforo y nitrógeno) y al efecto protector contra enfermedades patógenas de la raíz (Phytophthora paracitica, P. infestans, Penicillium spp, Botrytis spp). No debemos olvidar que las enfermedades de los cultivos están producidas por: virus, bacterias y hongos que viven y se multiplican en el suelo, (verdadero caldo de cultivo), pero si el suelo es poblado y colonizado por microorganismos útiles, las enfermedades irán desapareciendo con el tiempo; el desalojo de los patógenos será por competencia espacial y nutricional (por espacio físico y nutrientes). "Este es un concepto fácil de interpretar".
La rutina de prácticas químicas en el combate de enfermedades de los cultivos son solamente temporarias y paliativas pero no erradican al patógeno, por eso en todos los actos productivos se aplica algún tipo de pesticida preferentemente como preventivo... "seguimos estirando el combate cuando hay que elminarlo". La práctica periódica de este procedimiento de Biofertilización llevará a un ahorro sustancial en el uso de pesticidas (calcular debidamente lo que hay que usar) y con una disminución en el riesgo de contaminación ambiental. Este problema fitosanitario es manifiesto en los almácigos de vivero.La técnica de Biofertilización tiende a erradicar definitivamente a los patógenos del suelo pero como no es un proceso fulminante, debe de aplicarse periódicamente combinada con el pesticida recomendado hasta lograr el objetivo.
Los resultados prácticos hablan por sí mismo y convalidan el discurso teórico, por eso vayamos al grano, es decir al almácigo. Voy a describir una experiencia personal y que trata de una investigación sobre el "efecto de la inoculación de dos hongos micorrícicos en Poncirus trifoliata (naranjo trébol) usado como portainjerto". Se usó Glomus fasciculatus (endomicorriza o v.a.) y Endogone spp (clasificada modernamente como ectomicorriza) en comparación con testigos no inoculados.

Descripción y fundamento del tema
Este tipo de plantas cítricas tiene un sistema radicular magnoloide con pelos absorbentes pobremente desarrollados por lo que se considera que este tipo de plantas cítricas "son altamente dependientes" de las micorrizas para la captación de nutrientes del suelo con especial atención al fósforo. Es necesario tener en cuenta que los suelos donde se desarrollan los montes cítricos son deficientes en fósforo soluble y quizás también en otros nutrientes aún no evaluados (nitrógeno, azufre, magnesio, potasio y micronutrientes). La extensión del sistema radicular de las plantas provocado por las micorrizas permite que el área de exploración radicular alcance varios metros en lateral y en profundidad con lo cual se aumenta la superficie de captación de agua y nutrientes permitiendo eludir déficit a nivel subsuperficial.
Para tener una idea clara del impacto que pueden provocar estos microorganismos, voy a traducir los resultados logrados por Menge J. A., Jonson L. Y Platt en 1978 trabajando en varios cultivares cítricos obtuvieron aumentos del 120 al 2600% en materia seca, las plantas se desarrollaron en suelos fumigados y posteriormente inoculados con micorrizas v.a. En 1981, como para citar otro antecedente histórico de los muchos publicados, Davis R. M. y Menge J. inocularon con Phytophthora paracitica a plantas ya micorrizadas de naranjo dulce y a plantas no micorrizadas. El daño fue significativo en los plantines no micorrizados vs micorrizados.
Volviendo a la descripción de la investigación: se usó un suelo clasificado como Brunizen con B textural, materia orgánica 2.9%, pH 5.5 y fósforo asimilable 6,65 ppm. Los resultados son la expresión de cuatro repeticiones por cada tratamiento: 1.- Testigo (sin inocular); 2.- Plantas inoculadas con Glomus fasciculatus y 3.- Plantas inoculadas con Endogone spp: hubo ataque de tetranicus telarius (arañuela) que se combatió con clordimerfon. Los resultados fueron evaluados a los 300 días de crecimiento y los parámetros medidos fueron a.- peso seco de parte aérea, b.- peso seco de raíces, c.- altura de plantas y d.- relación raíz/tallo.

Resultados
Diferencias porcentuales entre plantas micorrizadas vs testigos: (Cuadro)
Las plantas en referencia al testigo inoculadas con Endogone spp tuvieron un 32.94% más de altura, un 47% más de peso seco de parte aérea, un38% más en peso seco de raíces y una relación raíz/tallo de 1,126.
Las plantas inoculadas con Glomus fasciculatus tuvieron un 20.47 más de altura, un 32% más de peso seco aéreo, un 28,5% más de peso seco de raíces y una relación raíz/tallo de 1.165 respecto del testigo.
Se desprende del análisis de los resultados logrados en esta experiencia, que la inoculación de las plantas con micorrizas mejoraron significativamente el rendimiento en los parámetros medidos.
En nuestro país esta práctica está recién en sus albores no así en cultivos extensivos (soja-maíz-trigo-girasol). Es muy promisorio el futuro de estos Biofertilizantes para aplicarlos en citricultura y también en aquellos cultivos que requieran plantines o almácigos de vivero, las ventajas descriptas en este artículo evidencian una biotécnica que no debe ser ignorada y que por el contrario debería ser tenida muy en cuenta a la hora de resolver problemas fitosanitarios, nutricionales y de calidad.