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May/Jun 2016


Soja

soja "al mal tiempo, buena cara..."

Si bien la gran cantidad de agua caída en la provincia durante el mes de abril retrasó la trilla de la soja y trajo algunos inconvenientes de tipo sanitarios en algunos lotes, el productor tucumano -y de todo el NOA- trabaja este año con cierto optimismo, más tranquilo y esperanzado, con las ansias de comenzar a recuperar de a poco la rentabilidad perdida tras años de sufrir indiferencia y desidia de parte del gobierno Nacional.
Hoy se puede hablar con los productores de granos y no hay quejas a pesar de que todavía no se observan cambios tangibles en la macroeconomía del país, y la inflación y los costos de producción, siguen siendo elevados.
En diálogo con PRODUCCIÓN, el presidente de la Sociedad Rural de Tucumán, Ignacio Lobo Viaña, reconoció que la trilla 2016 comenzó lenta y con muchos inconvenientes debido a factores climáticos que impiden a las cosechadoras entrar a los campos. Sin embargo, dijo que la campaña pinta bien, y estimó que será mejor que la del año 2015.
El dirigente rural, señaló que en Tucumán se sembró un área muy similar a la anterior (algo más de 200 mil hectáreas) por lo que se estima que la producción también será parecida en cantidad, aunque claro, dependiendo de los rendimientos alcanzados en promedio por lote.
Asimismo, sostuvo que muchos productores volvieron a hacer en sus campos maíz debido al buen precio que presenta en el mercado local e internacional y, sobre todo, a la quita de las retenciones a las exportaciones.
"El área sembrada con maíz creció mucho en Tucumán porque en estos momentos es un mejor negocio para los productores de granos y oleaginosas por la quita total de retenciones y el aumento de precio que ha tenido. Sólo nos preocupa el tema de los fletes que sigue siendo un gran problema para las economías regionales alejadas de los puertos", apuntó.
En ese sentido, dijo que "el costo de los fletes es muy grave para los productores del NOA porque se lleva una parte importante de la producción. A medida que nos alejamos del puerto, es cada vez más caro producir. Si nosotros tomamos los valores de producción, como el costo de la producción y el rendimiento promedio de 2.500 kilos por hectárea y le restamos los fletes, en Tucumán prácticamente los productores salimos hechos", señaló.
Lobo Viaña remarcó que la diferencia este año puede estar en que se logre un valor de producción por hectárea mejor que el del promedio para la zona.
Por otra parte, sostuvo que sería importante que la provincia apoye inversiones para que la soja pueda ser industrializada en Tucumán o bien, para que el maíz se vuelque como alimento para la ganadería y así suplir el costo del flete que tanto daño le hace a las economías regionales. "Hace falta mucha inversión en la región y nada es de un día para el otro; hay que hacer todo un esquema de inversiones para poder transformar en origen a la matera primera que producimos. Por ejemplo, nosotros producimos únicamente el 10 por ciento de la carne que consumimos. O sea, tenemos un potencial enorme de crecimiento. Es carne pero no se podía hacer porque no estaban dadas las condiciones económicas en el país para arriesgarse". Y agregó: "El campo hoy es optimista porque venimos de una situación anterior inviable, donde era casi imposible producir en nuestra zona".
Por su parte, el Coordinador del Programa Granos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres -EEAOC-, Mario Devani, reconoció que la eliminación de las retenciones en trigo y maíz, y su disminución en soja, tendrá un impacto positivo en la presente campaña. Sostuvo que la situación en la región sigue siendo compleja por los elevados costos de producción. El año pasado, con el nivel de costos de Tucumán y los precios de venta de soja y maíz, se necesitaban más de 2,8 t/ha de soja y más de 8 t/ha de maíz para alcanzar el punto de equilibrio en un campo explotado por su dueño (siendo la cifra superior en caso de los arriendos) pero los rindes promedios fueron de 2,4 t/ha en soja y de 6,5 t/ha en maíz, de modo que, en general, los márgenes brutos fueron negativos. Hoy, ante la reciente eliminación de retenciones de maíz y la rebaja de 5 puntos en la soja, el rinde de indiferencia de soja se ubicaría alrededor de 2,40 y 2,84 t/ha".
Devani junto a la ingeniera Daniela Pérez confeccionaron un informe en el que demuestran la cantidad de soja o maíz que se debe hacer en la región para que el productor no termine el año con las manos vacías.
"En el mercado de futuro, los valores para la soja mayo 2016, que ya incluyen el efecto del descuento de retenciones, se encuentran cerca de los 220 USD/t. De modo que el disponible de hoy sólo se alcanzaría con un dólar que en la época de cosecha supere los 13,5 pesos, siempre y cuando el precio internacional de la soja no siga bajando. El maíz, por su lado, se cotiza en 1.500 $/t, y los valores de futuro para setiembre de 2016 rondan los 145 USD/t. El alto nivel del stock y las estimaciones de alta producción mundial de granos indican como poco probable una suba de precios en 2016".
En el caso del maíz, indicó que la rentabilidad del cultivo experimenta una mejora importante con respecto a 2014/15, y su rinde de indiferencia sería del orden de las 5 t/ha. En este caso hasta podría ser factible acordar valores razonables de arriendo, situación que en la soja sigue siendo complicada.
"La eliminación y disminución de las retenciones no son suficientes para sostener la rentabilidad del sector en el largo plazo, especialmente frente a la mala perspectiva de precios internacionales, porque durante la última década confluyeron factores de política económica que indujeron malas decisiones en los niveles de rotación de los campos con aumentos de costos de producción, luego las extremas sequías y recaídas del precio internacional de los granos, llevaron a que muchas empresas enfrenten fuertes crisis".
Por eso, para Devani, una posible solución pasa por ir más allá de lo productivo, incrementar la eficiencia en la relación productividad/costos, y ver el negocio de una manera más integral, mientras el sector debe buscar el desarrollo industrial en la zona, para dar valor agregado al producto.
"Esto resultaría de gran impacto en el NOA, quizás mucho más que para cualquier zona cercana a los puertos, porque con un recorrido promedio de 1.200 km, el flete es de muy alto impacto. Por otro lado, la oferta local de maíz, tiene un excedente cada vez más significativo. Llevar granos al puerto para volver a traerlos como proteína animal o combustible, no es sostenible, menos cuando el país tiene déficit energético".
Vale recordar que este año en Tucumán se sembraron 200.190 hectáreas de soja y en todo el NOA unas 800 mil hectáreas, mientras que a nivel país se sembraron poco más de 20 millones de hectáreas con la expectativa de cosechar 60 millones de toneladas.
En el caso del maíz, este año se sembraron en Tucumán 64.230 has, lo que significó un incremento del 6 por ciento (3.500 hectáreas más) con respecto a la campaña 2015.
Alejandro Ramírez, Analista Agropecuario, precisó al respecto que a medida que continúan los días nublados y las lluvias, con alto porcentaje de humedad ambiente, la situación de los cultivos de soja se agrava notablemente. "Tenía los cultivos a punto caramelo y las máquinas para empezar con la cosecha, y desde ese momento, no paró más de llover", comentaba con amargura un productor. Lamentablemente no es un caso aislado, sino una generalidad. En casi todo abril, el clima jugó en contra. Y en el caso de la soja, este escenario es prácticamente lapidario. Porque el exceso de humedad, las lluvias y la falta de sol, genera que las chauchas se abran, dejando caer el poroto al suelo, siendo esto una pérdida absoluta".
Al problema se suma la aparición de todo tipo de enfermedades fúngicas que van en detrimento no tan sólo de los rindes sino también de la calidad comercial. Y a pesar de que pueda salir el sol y comenzar los días más benévolos, se estima que la cosecha de soja de Argentina tendrá una pérdida de 5 a 6 millones de toneladas de acuerdo a lo estimado por instituciones y organismos privados y nacionales.
"Si se toma el último informe del Departamento de Agricultura de los EEUU que en su último informe estima una producción de soja argentina de 60 millones de toneladas, se cree que en realidad por efecto del clima sólo se podría cosechar alrededor de 54 millones de toneladas, porque fuera de las pérdidas que ya se ocasionaron por las inclemencias, se deben considerar los diferentes y desparejos rindes que se están obteniendo en una misma zona o región", señaló Ramírez.
El tiempo podría mejorar, pero muchos especialistas ya indican que este cambio llegaría tarde para aquellos lotes que ya se encuentran afectados y en categoría de "perdidos".

Revista PRODUCCION: soja "al mal tiempo, buena cara..."
 
Revista PRODUCCION: soja "al mal tiempo, buena cara..."
 
Por Fabián Seidán

Portada de la Edición correspondiente a esta nota Esta nota fue publicada en las páginas Nº 20 y 21 de la edición digital de la revista de Mayo / Junio 2016.
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