Tetaz, que es Economista egresado de la Universidad Nacional de La Plata, especializado en EconomÃa del Comportamiento y columnista en distintos medios gráficos, se refirió a la coyuntura actual de la economÃa y las perspectivas en medio de un año eleccionario, con todo lo que ello implica.
El especialista en "conductas como consumidores e inversores", dejó varios datos que muestran cómo la Argentina se metió en una crisis de "confianza" y cómo el dólar maneja, casi sin querer, los hilos de la polÃtica, de la economÃa y del mejor o peor humor de la gente.
"El estimador mensual del nivel de actividad económica desde 2015 a la fecha sistemáticamente muestra que en el paÃs tenemos una crisis cada 2 años y que en los ultimos 4 años alternemos entre crisis y recuperación de forma permanente.
Si alguien me pregunta si vamos a salir de esta crisis yo le digo que sÃ, porque ésta es la historia nuestra de todos los dÃas".
"Un dato interesante es que en la medición desestacionalizada de la economÃa, al compararla con el mes anterior, podemos ver cómo la economÃa argentina venÃa creciendo por tres meses consecutivos (diciembre, enero y febrero), respecto del mes anterior, aunque todavÃa muy por debajo de los niveles del año pasado.
La economÃa habÃa tocado fondo en noviembre de 2018 y de ahà venÃa recuperándose. El ultimo dato del estimador mensual industrial confirma los datos de que en marzo volvió a caer la economÃa, destruyendo esa racha de tres meses consecutivos de crecimiento. Cayó la economÃa 0,7 por ciento".
"Es muy probable que estemos transitando un segundo trimestre de fuerte crecimiento principalmente por el peso que tiene el agro en la actividad económica en estos momentos. El año pasado fue muy malo por la sequÃa, pero hoy estamos calculando un crecimiento del 27 o 28 por ciento en las cantidades producidas en la comparación con el año pasado. Y como andamos alrededor del 6 por ciento del PBI el agro puede aportar 1,5 por ciento de crecimiento de la actividad económica".
"El gran drama que tiene la economÃa argentina y quizás sea el problema central -y eso explica lo difÃcil que va a ser la recuperación de la actividad económica en su conjunto, es la inflación. Y la inflación preocupa por multiples razones y no sólo por la pobreza o la distribución de los ingresos, sino porque la inflación hace muy difÃcil la inversión y los ahorros de la moneda doméstica, por lo que nos expone más a ahorrar en dólares.
Como si fuera poco, la inflación aumenta la corrupción polÃtica porque se hace muy difÃcil comparar datos. Por ejemplo, nadie puede saber a ciencias cierta si se gastó bien 200 millones en hacer un puente, porque no sé si eso es mucho o es poco, porque no lo puedo comparar con lo que gastó el gobierno anterior, ni lo puede comprar contra lo que gastó el año pasado. Y como se hace difÃcil cotejar, se vuelve perniciosa la inflación".
"La inflación se aceleró en todas las mediciones y no sólo en la de los precios regulados, sino también en los precios que no tienen nada que ver con las decisiones del gobierno de fijar tarifas o los precios fijados por la oferta y demanda.
Los precios nucleos también se aceleraron en septiembre de manera dramática. En el mes de octubre comienza el plan monetario del gobierno con el ‘apretón’ monetario que venÃa funcionando bien, y ahà hubo una desaceleración de la inflación. El plan funcionó hasta el mes de diciembre, bajando la inflación, pero en enero y febrero la inflación saltó de nuevo y generó un problema adicional a la Argentina tornando inconsistente su polÃtica monetaria".
"En el mismo momento en el cual saltó la inflación, las tasas de interés que venÃan bajando aceleradamente dieron otra vez negativas en argentina. Y una tasa negativa obviamente incentiva la suba del dólar. Eso fue lo que pasó".
"El gobierno, que es el mes de febrero compraba dólares para que la divisa estadounidense no cayera y no estuviera más barata, llego a comprar 1.000 millones de dólares un mes, después estaba incendiado con el dólar en la tapa de todos los diarios porque otra vez se habÃa disparado".
"Esta crisis, a diferencia de otras crisis, es una crisis de caÃda de los ingresos más que de caÃda del empleo. Si se mira la tasa de empleo, vemos que está en 2,4 por ciento. SÃ, hay caÃda, hay pérdida de empleo, pero sin embargo no es de una magnitud considerable para lo que es la crisis. En cambio, si se mira la caÃda de los salarios reales, observamos que ahà si es mucho más importante ya que es del 8,8 por ciento, respecto al año pasado en puestos de trabajo registrados".
"Sabemos a ciencia cierta que ésta es una crisis más ‘democrática’, ya que nos pegó a todos por igual.
No importa a lo que ustedes se dediquen ni el nivel de ingresos que tiene o tenÃa, en general y salvo algunas excepciones, todo tenemos menos ingresos en la Argentina y eso obviamente ha sido uno de los factores centrales que hundió a la economÃa y hasta que eso no se recupere, es difÃcil que pueda haber una recuperación de la economÃa en el semestre que vienen".
"El hecho de que se haya achicado un poquito el empleo y mucho más el salario real, a diferencias como ocurrió en otras crisis como la de 1995 (allà pasó todo lo contrario: cayó más el empleo que el nivel de salario) obedece a que hoy contamos con un ‘amortiguador de crisis’ que es el tipo de cambio que evitó que la crisis fuera más profunda en el término de empleo. Pero al afectar el salario trajo aparejado como consecuencia directa una fuerte caÃda del consumo que se concentró principalmente en el tema de los bienes durables".
Los tres efectos concretos
"Hay tres efectos concretos que generan la actual crisis: la caÃda de los ingresos, los precios más caros, y la incertidumbre".
"Al haber menos ingresos, somos todos más pobres en general; hay un efecto precio, son todos más caros, sobre todo los bienes transables en relación a los bienes no transables y una parte de bienes durables que son los que más compra la clase media (auto, casa, electrodomésticos), por lo tanto se derrumbó el consumo. También se derrumbo el crédito a empresas y a clientes particulares. Hasta el 2018 el crédito iba en crecimiento, la gente se endeudaba porque habÃa credibilidad en que la economÃa iba a salir adelante. Pero luego los créditos prendarios y con tarjetas se derrumbaron completamente".
"El tercer problema que tiene el paÃs es la incertidumbre.
Hay mucha incertidumbre y como está la situación polÃtica actual, esa incertidumbre va a persistir en los próximos meses y seguramente hasta el 22 de noviembre (con las elecciones), con lo cual las decisiones de consumo a crédito se verán frenadas completamente, como también muchas decisiones de inversión.
Es difÃcil que se tomen riesgos en un contexto como el actual. ¿Quién se va a meter en un esquema de cuotas si no sabe si va a conservar el empleo el mes que viene?
O si habrá paritaria o si lo que le ofrecen hoy de salario realmente va a permitir llegar a la orilla del rÃo, o sea, a la próxima paritaria".
"Una encuesta de la Universidad Di Tella sobre las expectativas de la gente sobre la inflación donde se pregunta ¿cuánto cree que va a ser la inflación en los próximos meses en la Argentina?, la gente responde que va a ser del 40 por ciento. Es prácticamente imposible quebrarle el espinazo a la inflación si todo el mundo cree que la inflación va a ser más alta. Y hay dos razones: La primera porque por ejemplo, si yo creo que la inflación será alta, tomo recaudos y trabajo pensando en ajustarme a ese porcentaje. Y segundo, yo como consumidor, cuando llego a una góndola y me quieren aumentar demasiado aduciendo inflación, no la convalido.
Una postal que se da en la Argentina: Llega el consumidor al mostrador de una carnicerÃa, pregunta el precio de la carne, se asusta con la respuesta que le da el carnicero, hace un gestito, se alzar de hombros y paga igual porque ‘todo aumenta’. Si todo el mundo está esperando que se produzcan los aumentos, entonces después la actitud lógica de todos los consumidores es convalidad los aumentos y por lo tanto que la inflación crezca. AsÃ, difÃcilmente la podremos frenar".
Expectativas de los consumidores e imágenes de los presidentes
"Desde marzo de 2001 se mide la expectativa de los consumidores junto a la imagen de los presidentes. Pasó con Fernando De la Rua, después con Eduardo Duhalde, siguieron Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri.
Esto es muy importante en un año electoral y lo que se observa hoy es que resulta prácticamente imposible que el gobierno actual gane las elecciones o que sea reelecto Macri, con el nivel de confianza por el piso que tiene hoy".
"El nivel de confianza que tiene Macri hoy es prácticamente el mismo piso que tuvo Cristina con Axel Kicillof con la devaluación de enero de 2014. Entonces, es difÃcil que gane Macri, salvo que se reconstruya la confianza. Si bien es poca la chance que tiene Cambiemos porque queda poco tiempo, hay un dato alentador: una de las variables que mueve las agujas de la confianza de los consumidores es el cambio".
"Como ejemplo está el caso de la crisis de octubre de 2002, que fue el año de la peor confianza, y solamente 6 meses después, en marzo de 2003 hubo un pico de expectativas de confianza. O sea, pasamos de estar completamente deprimidos en la calle, a estar confiados en la economÃa. Es medio raro esto, porque en marzo de 2003 la economÃa, desde el punto de vista social estaba destruida: habÃa 50 por ciento de pobreza, 20 por ciento de desempleo, los salarios reales estaban 25 por ciento abajo al igual que las jubilaciones. En pocas palabras, lo que habÃa eran trabajos mal pagados y pobreza. Sin embargo, en marzo de 2003 esa gente que no tenÃa un peso, de golpe le cambio el chip, hizo ‘pum para arriba’ en términos de expectativas y el consumo creció 8,8 por ciento y fue una de las variables que lideró la recuperación de la economÃa ese año".
"La pregunta es cómo con pobreza se puede mejorar el consumo 8,8 por ciento. Lo que dio vuelta la economÃa fue porque el dólar, que es una variable clave para formar expectativa en la Argentina dejo de subir y empezó a bajar de manera sistemática. Salimos del 1 a 1, para ir a julio del 2002 al 4 a 1. Cuatro a uno era -plata de ahora- un dólar valÃa 80 pesos.
En marzo de 2003 el dólar habÃa bajado de 80 a 60, plata de hoy. Era todavÃa un dólar caro. Pero la percepción de los consumidores no se forma por el nivel de las variables, sino por el cambio".
"La clave no está entonces en el nivel de la variable, sino en el cambio. La gente toma decisiones por el cambio. El nivel no importa tanto, sino el cambio. Y eso se vuelve a repetir en la serie, todos los años, cuando hay recesiones o hay caÃdas fuertes de confianzas.
Pasó con la devaluación de 2009, el cepo en 2011, con la devaluación de Kicillof de 2014, la devaluación de Macri en 2015, y ahora. Sistemáticamente la serie se derrumba cuando cae el dólar. Y es razonable porque en los ultimos 70 año hubo 15 crisis económicas de magnitud en Argentina, y en 14 de ellas hubo devaluación. Sólo en una no hubo devaluación que fue en 2005".
"Entonces, si en 70 años veo que hay recesión, devaluación, seguida por otra recesión y otra devaluación, cada vez que veo que se devalua un poquito la moneda me asusto porque estoy esperando la bomba. Por lo tanto, todas las decisiones que tenÃa de consumir las deshago. Si iba a cambiar el auto, refaccionar la casa o hacer un viaje, no lo hago y compro dólares.
Entonces aumenta fenomenalmente el proceso de formación de activos externos".
"Para recuperar la economÃa es clave contar como condición necesaria -no suficiente- que se estabilice el dólar. Po eso, cuando el año pasado estaba en debate el tema de las tasas altas de interés que ponÃa el Banco Central yo les decÃa que estábamos peleando entre dos males, y que eta mucho peor que se dispare el dólar. Realmente la variable para dar vuelta la confianza y se recupere el consumo es que se recupere la estabilidad del peso y se calme el dólar".t