Los actores del sector auguran al respecto una zafra 2020, relativamente buena, debido a las circunstancias sanitarias reinantes en el país ya que tiene –y tuvo- totalmente paralizado, a muchos sectores de la economía durante más de 50 días.
Pese a ello, el sector cañero-azucarero logró aunar criterios con mucho esfuerzo para cumplir con todos los protocolos sanitarios necesarios para garantizar el desarrollo de la actividad en medio de la pandemia de la Covid-19. Por eso, es doblemente importante lograr que en la presente campaña el precio del dulce producto no se derrumbe.
Al respecto, en el acto de lanzamiento de la zafra, Rocchia Ferro recordó que la actividad azucarera es una de las industrias más importante de la provincia y el motor de la economía tucumana, por lo que era necesario ponerla en marcha sí o sí, en medio de la cuarentena social obligatoria decretada por el gobierno nacional para evitar la propagación del coronavirus.

El ingenio ubicado en la localidad de La Florida decidió apostar este año fuerte por la generación de energías verdes. Por eso, invirtió más de US$ 20 millones para la producción de bioetanol. “Estamos convencidos que los biocombustibles y la cogeneración de la energía eléctrica son los únicos caminos para lograr una industria azucarera prospera y pujante”. Asimismo, manifestó su confianza en el acompañamiento de los gobiernos provincial y nacional para que el norte salga adelante a través de la caña de azúcar.

La usina de La Florida inauguró además su concentrador de vinaza de múltiple efecto, a través del cual en una primera etapa de un litro de etanol se producirán 7,5 litros de vinaza. También puso en marcha una planta de tratamiento de ceniza de última tecnología, que logró una modificación del tratamiento de agua industrial y mejoró y optimizó su producción de vapor.
“Estoy convencido que el 2020 será un año difícil pero juntos, con el resto de los industriales, trabajadores, entidades financieras y gobierno, todos los tucumanos, lograremos salir adelante” apuntó.
Es que, como bien dice Rocchia Ferro, no todo es color de rosa en la actividad sucroalcoholera ya que, para muchos productores cañeros –principalmente-, la campaña en cuanto al cultivo, comenzó con el “pie izquierdo”.
Entre las razones, esgrimen que después de un final de zafra 2019 complicado, que terminó tarde, con precios del producto de quebranto, con muchísimos lotes que quedaron sin cosechar, se sumó un verano seco, con lluvias muy desparejas y escasas que impidió a los productores trabajar con normalidad.

Muchos cañeros, tampoco contaron con fondos suficientes como para hacer las renovaciones de plantaciones y obviaron hacer tareas de fertilización, desmalezamiento y abandono de lotes, por lo que seguramente afectará conocer el rendimiento cultural y la producción estimada.

Desde la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) el director técnico Daniel Ploper y el especialista en caña, Eduardo Romero, reconocieron que será un año difícil para el sector porque el cañaveral muestra un amplio rango de situaciones según zonas y niveles tecnológicos de producción utilizados.
En una entrevista, reconocieron que las zonas cañera Noreste y Este, presentan mejores lotes respecto a los del área Centro y Sur de la provincia.

El presidente de la Unión Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT) Sergio Fara, reconoció que muchos productores no pudieron realizar en la presente campaña los laboreos necesarios en sus plantaciones a causa de la crisis económica que afecto al sector durante la última zafra, debido al bajo precio que tenía la bolsa de azúcar.

Al respecto dijo que el precio del azúcar nunca terminó por beneficiar a los productores:

“En mayo de 2019 habíamos arrancado con valores que rondaban los 800 pesos la bolsa hasta que se posicionó cerca de los 1.000 pesos -valores que no cubrían los costos de producción-; hasta que llegó diciembre y los primeros meses de este año todo subió y nos encontramos con valores cercanos a los 2.000 y 2.100 pesos, precios que la mayoría de los productores no logró disfrutar ya que, prácticamente, para esas fechas ningún cañero tenía azúcar en su poder”.

“Como todos los años, los productores esperamos con ansiedad el inicio de cada zafra azucarera y este año nos tocó tener que llevarla adelante una de manera atípica. Dependerá mucho de nosotros, de los cañeros, lo bien o mal de su desenvolvimiento. Esta es una situación nueva (la pandemia del coronavirus) que nunca antes vivimos, por lo que estamos analizando y tomando todos los recaudos necesarios para evitar trastorno respecto a la salud”, explicó.

En cuanto a lo económico, Fara indicó que el sector que aglutina a casi 6.000 cañeros, quiere tener una audiencia con el vicegobernador Osvaldo Jaldo para manifestarle la situación en la que se encuentran y las necesidades para poder trabajar. “Queremos que la provincia nos de soluciones, algunos paliativos para que los productores podamos dar inicio a la zafra de manera tranquila y segura. Hay que ver que el precio del azúcar hoy es mejor que el de la zafra pasada y los cañeros necesitan ayuda para poder arrancar y encarar la cosecha porque estamos desfinanciados”.

Explicó que los anuncios del gobierno nacional a través de los préstamos que otorgan a los monotributistas no están llegando a quienes realmente los necesitan. “Muchas veces estos anuncios crediticios en la realidad no se concretan, por lo que nosotros necesitamos que la provincia se comprometa para tener una asistencia financiera de verdad, a tasa cero con 5 años de gracia. Necesitamos financiamiento para poder dar inicio a la zafra de manera normal, como así también, acordar beneficios impositivos para atemperar un poco la situación actual, porque todos sabemos que la presión tributaria en Tucumán es alta y los pequeños productores la sufren más”.

Asimismo, instó a que todos los actores que componen la agroindustria azucarera hagan su tarea de manera seria y responsable para evitar que el precio del producto vuelva a caer. “Lo importante aquí es que tanto cañeros como industriales sepamos conservar el valor que hoy tiene el azúcar, y eso se logra evitando la sobreoferta en el mercado y sacando los excedentes a través de las exportaciones y produciendo más alcohol”.

Finalmente reconoció que este año podría haber una menor producción de azúcar respecto al año pasado. Si bien no arriesgó a dar números, Fara señaló que muchos cañeros no realizaron las tareas de fertilización en sus plantaciones ni hubo controles contra las malezas, por lo que es muy factible que eso lleve a un menor cosecha.

“Realmente, para el sector, exportar azúcar no significa que va a ganar, muchas veces son estas ventas a precios de quebranto, pero hay que hacerlas para evitar que los excedentes terminen perjudicando el precio del azúcar en el mercado interno”.
Según el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en 2019 la suma de superficie recolectada en todos los departamentos de Tucumán arrojó un total de 219.301 hectáreas, lo que representa un avance del 84,72% en la provincia, con respecto al año anterior. Y calculó que se molió casi 16 millones de toneladas de caña bruta, con un equivalente de azúcar que llegó a 1,36 millón de toneladas, mientras que el total de alcohol elaborado fue de 254.937 metros cúbicos.

La actividad sucroalcoholera genera 200 mil puesto de trabajos, directos e indirectos, en todo el NOA. La mayaría de los ingenios están listos para comenzar a moler en una zafra que de seguro se extenderá hasta fines de noviembre.

Los cañaverales presentan las condiciones buenas, de manera que se espera que la producción sea muy similar a la de zafra 2019 (16 millones de toneladas de caña).

La zafra 2020 involucra en total 20 ingenios azucareros (15 en Tucumán, 2 en Salta y 3 en Jujuy), 16 destilerías de alcohol, 12 deshidratadoras de alcohol y 8.100 productores cañeros, de los cuales casi 6.000 son tucumanos.

Gran parte de la economía del NOA se basa en la actividad azucarera y su matriz energética, que desde el año pasado vienen trabajando fuerte para producir tanto alimento como generación eléctrica y biocombustibles.