Revista producción dialogó con Osvaldo Martín, presidente de Apronor, quien se refirió a la situación del trigo, la soja y el maíz y las proyecciones de las campañas en medio de la pandemia.
¿Cómo le fue al trigo este año?
-Nada bien. La sequia destruyó prácticamente la cosecha y ahora amenaza la siembra de la soja y el maíz. La campaña de trigo en Tucumán y el NOA fue malísima. Todo se vio agravado por la sequía y la pandemia. En la región, no llovió nada desde el comienzo de la siembra a lo que se debió sumar problemas para hacer las labores de campo por las restricciones para circular por la pandemia de coronavirus. Por lo general, siempre hay aporte de agua en invierno, pero este año fueron cero las precipitaciones y eso terminó por condicionar la producción. Estimamos que hubo pérdidas del 80 por ciento de la producción triguera. Muchos lotes quedaron sin cosechar debido a que los productores tomaron la decisión de abandonar sus campos al no poder ingresar con las máquinas. Muchos tuvieron rendimiento de 400 a 500 kilos por hectárea y eso es muy poco. En Tucumán y su zona de influencia no se terminó de cosechar. El rendimiento del trigo cayó respeto a la campaña pasada y eso perjudica mucho a los productores.
¿Se están preparando para la campaña de soja. Ya están pensando cómo será?
-En lo que respecta la campaña de soja que se avecina, dependerá también mucho de lo que ocurra con el clima. Si sigue sin llover será difícil pensar con optimismo. La seca en la región es muy prolongada y en la medida de que no aparezcan las precipitaciones no se empezará con la soja. Es difícil hacer futurología en nuestra actividad, pero los datos con lo que contamos no son alentadores.
¿Hay estimaciones de siembra?
Los productores tomamos nuestros recaudos a la hora de sembrar. El productor, de alguna manera, irá viendo como se presenta la campaña. Hay que ver que se necesita que los perfiles del suelo estén recargados para iniciar la siembra. Lo que es seguro es que con la primera lluvia comenzará la siembra de soja. Lo que pase de ahora en adelante irá decidiendo la mayor o menor decisión de siembra; eso significa que el productor puede volcarse a hacer más maíz si es que le conviene debido a los costos que maneja. Por lo general la zona productiva del pedemonte es la que empieza más temprano, a fines de noviembre; son lotes nobles, en cambio hacia el Este de la provincia demora un poco más, siendo diciembre el mes ideal para la siembra.
¿Los productores se vuelcan más a los ciclos cortos o largos?
-Los lotes que se hacen en noviembre por lo general son rotación soja-caña de azúcar. Ahí lo ideal es hacer soja de ciclo corto. En el Este, que es más seco, se usa más los ciclos largo, pero depende de la situación de cada empresa, de la calidad del suelo y del ambiente. Todo cuenta”.
¿Se pudo solucionar el problema para circular con Santiago del Estero?
-No, sigue el problema de los productores tucumanos que tienen campos en Santiago del Estero por el tema de los permisos para pasar. Nosotros respetamos los protocolos pero se hace difícil trabajar con el avance de la campaña porque las medidas son muy rígidas y a veces necesitamos que sean un poco más flexibles por contingencias que surgen en los campos, por ejemplo, cuando se rompe alguna maquinaria y necesitamos cambiar o reponer los repuestos y no podemos pasar de nuevo.
¿Cómo afecta al dólar y su constante suba al sector?
-El tema del dólar es una seria preocupación para nosotros porque hay una diferencia del 150% entre el blue y el oficial. En algún momento eso va a incidir fuerte en la producción, porque el agricultor está asediado por los impuestos y las retenciones que lo perjudican y prácticamente le saca la rentabilidad. No avizoramos que se solucione rápido la situación. Hoy por hoy tenemos un dólar oficial que nos saca del juego porque tenemos un ambiente de producción distinto al de la Pampa Húmeda y encima estamos alejados de los puertos, sumando así el tema de los costos de fletes.
¿Esa situación los empuja a hacer menos soja o volcarse a otros cultivos como el maíz?
-Esta es una actividad productiva riesgosa que en un año normal salimos hechos. Es difícil producir así. Las retenciones al 33 por ciento nos sacan prácticamente de la cancha. Por eso, al hacer números, muchos van a buscar cambiar un poco la ecuación de siembra y volcarse más hacia el maíz por los precios que está teniendo. La situación de los productores es más complicada que la del promedio del país, ya que las retenciones golpean más. Ningún sector resistiría que antes de vender un producto te retengan un 33%; es inviable. A nivel internacional la ecuación dice que es más favorable para el maíz por lo que no sería raro que la próxima campaña de granos gruesos muestre más campos con maíz en el NOA. El escenario de producción va cambiando”.
Solicitaron la Emergencia Agropecuaria
Apronor presentó al Ministerio de Desarrollo Productivo de Tucumán una nota solicitando la necesidad de declarar la Emergencia Agropecuaria en Tucumán debido a la prolongada sequía que afectó principalmente a los cultivos de invierno: trigo y garbanzo. Se estima que el 80% de la superficie de trigo se perdió y el 20% restante arroja rendimientos muy por debajo del promedio anual: los mejores lotes no llegan a los 1.000 kilos por hectárea y en promedio se levantaron 400 kilos.
Frases sueltas:
“El sector rural sostiene que el los sojeros de Tucumán y el NOA necesitan una política impositiva diferencial, donde las provincias productoras con mayores dificultades para exportar tengan reconocimientos por sobre las jurisdicciones con mayores virtudes climáticas y cercanía a los puntos de comercio exterior”.
“En el país existen en total 167 impuestos distintos, muchos de ellos creados de manera transitoria pero que a la larga quedan de manera permanente. La mayoría de esos gravámenes son distorsivos y regresivos”.
“En noviembre comienza la siembra de soja, pero los planteos agrícolas en muchos casos ya están definidos. En el área central del país no va a haber fuertes cambios respecto a los últimos años, aunque la siembra va a depender del clima”.
“Frente a un eventual escenario de restricción hídrica, en la región NOA algunos lotes quedarán afuera de la rotación, y es muy probable que allí se haga maíz, ya que cuenta con buenos márgenes”.
“Apronor repudia la usurpación de tierras agrícolas y la inacción de la justicia. Los problemas de inseguridad se vienen agravando en la región con robo de hacienda, rotura de silos bolsas, robo de maquinaria e insumos y usurpaciones de campos. La ocupación ilegal de las tierras siempre existió pero se intensificó éste año en el país y también en el NOA. Quienes lo hacen están organizados. Se meten a los campos con la ayuda de algún puntero político y de abogados que entrena a los usurpadores en qué decir y qué hacer. Del mismo modo que actúan los usurpadores lo haremos nosotros para cuidar lo que nos pertenece. Tenemos derecho sobre nuestras tierras y no pueden apoderarse de lo ajeno y quitarnos en unos segundos lo que conseguimos con nuestro esfuerzo, desvelo, inversión y dedicación, que por lo general es el esfuerzo de varias generaciones”.