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Según estudios del Servicio de Diagnóstico Veterinario del INTA Balcarce, Buenos Aires, del rodeo nacional se produce un 8 % de pérdidas reproductivas y abortos debido al virus de la Diarrea Viral Bovina (vDVB). De acuerdo con los especialistas, el control excede la vacunación y demanda medidas sanitarias específicas para su erradicación. Para Anselmo Odéon, técnico de INTA Balcarce, “un rodeo sano es sinónimo de control de enfermedades y, por ende, de una buena producción económica”. En consecuencia, “mantener al ganado libre de enfermedades causadas por virus y bacterias debiera ser la premisa de cualquier productor”, aseguró. En este sentido, resulta “fundamental” tener un diagnóstico preciso sobre la presencia del virus y la categorización de los rodeos según el grado de riesgo, detectar los animales persistentemente infectados (PI) con el virus para su posterior eliminación del rodeo y vigilar para evitar el reingreso del virus. De acuerdo con el técnico, los PI son reservorio del virus y la principal fuente de diseminación del vDVB durante toda su vida. Y aseguró que “la presencia de estos animales en un rodeo contribuye a la propagación del virus y disminuye la eficiencia reproductiva en comparación con establecimientos que no los poseen”. Asimismo, la infección puede ocurrir en forma aguda o transitoria, consideradas de menor importancia en la dinámica de la transmisión del virus a largo plazo. “Las agudas tienen un período de contagio breve de entre 4 y 17 días, mientras que los animales PI contagian de por vida mediante todo tipo de secreciones”, agregó. Una vez saneado, Odeón sugirió reforzarlo con medidas de bioseguridad para mantenerlo libre de animales infectados mediante un programa de vigilancia adecuado. “Para ello es necesario controlar el ingreso de ganado bovino, semen y embriones, mediante análisis para la detección del vDVB”, agregó.
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