Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA




Entrevista: Sr. Raúl Angel Barceló
El tabaco transgénico atraviesa su peor momento

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Cuando justo la manipulación genética de los alimentos ha cobrado una dimensión aún desconocida para el mortal común, que per-manece azorado e indefenso ante una realidad que lo sobrepasa día a día, la noticia de la existencia de tabaco transgénico en Tucumán, conmocionó a los tabacaleros de todo el país. La transgénesis, como todos los grandes temas, tiene buena parte de las bibliotecas a favor, y otra semejante, en contra. Países tan disímiles como EEUU e India, Canadá y China, la apoyan, en tanto buena parte de los europeos -fundamentalmente Francia- la denos-tan. Lo único que aparece como cierto es que, ya sea en nombre de la ciencia o la necesidad, durante los próximos años asistiremos, cada vez más, a la irrupción de alimentos o productos fruto de la manipulación en laboratorios. Esto ¿es bueno o malo? Como siempre sólo el tiempo, gran juez uni-versal, decidirá la cuestión. Hasta que ello ocurra, PRODUCCION procuró la palabra de Raúl Angel Barceló, titular de la importante Unión de Taba-caleros de Tucumán, una de las tres instituciones tabacaleras existentes en esta provincia, que reúne algo más del 70% de los productores del ramo, co-mo que cuenta con 1423 asociados, sobre un total de 1969, que obtienen 7.760.000 kilos de tabaco por campaña.

¿Cuál es la situación del tabaco en nuestra región?.
La actividad tabacalera mundial sufre una fuerte retracción, hay un sobrestock internacional, con una dura campaña antitabáquica mundial, sobre todo en Europa y EEUU, que todavía no se ha desarrollado mucho en América Latina. Esta campaña incide por supuesto en el mercado, y se suman a esto, los problemas socioeco-nómicos y políticos de países africanos (encabezados por Zimbawe), grandes productores de tabaco Burley y Virginia. Estos países, mayoritaria-mente poblados por negros, tienen problemas raciales, con luchas intestinas, las cuales han provocado que prácticamente se queme la mercadería, con la consiguiente devaluación de los precios internacionales, no olvidemos que son países formadores de precios. Además tenemos a nuestro gran vecino, Brasil, principal exportador de tabaco a nivel mundial, que nos arrastra inexorablemente, aunque con las asimetrías que hay entre los costos de la producción, se nos hace muy difícil equipararnos a sus precios exportadores.

¿Todo el NOA sufre la crisis en la misma proporción?.
Efectivamente; aunque en Tucumán se hace Burley, mientras que en Salta y Jujuy el tabaco es Virginia, las siete provincias tabacaleras (a las ya mencionadas se suman Corrientes, Chaco, Misiones y Catamarca) experimentan hoy por hoy una crisis que, por su magnitud, es inédita. No obstante, por temperamento somos optimistas, y es de esperar que el mercado se reacomode, y haya un punto de equilibrio entre oferta y demanda; pero la realidad indica que las reglas del juego son éstas, y por el momento sólo queda circunscribirnos a producir lo que el mercado necesita. Eso a veces cuesta hacerle entender al productor, nuestra institución tiene un programa radial, y a través de ese medio no nos cansamos de indicarles que deben concurrir a las acopiadoras donde habitualmente comercializan el producto y preguntar cuál es el cupo anual, cosa de no generar un sobres-tock, en otras palabras, limitarse a producir su porción, porque de lo contrario el precio puede seguir bajando hasta límites increíbles.

Y en medio de la crisis, apareció el tabaco transgénico...
En efecto (sonríe), como si esto fuera poco, aparece el proyecto "Tabaco 2.000", que surgió en 1999, y en su momento consiguió el apoyo del gobierno provincial. Es lógico, todos esperábamos que ese tabaco iba a ser contraestación, llamado así porque la idea era plantarlo en enero-febrero, un período no habitual, agronómicamente el mejor período es el lapso que va entre agosto y octubre. Este proyecto iba a permitir por lo tanto tener dos cosechas anuales. Hasta ahí todo iba bien, más allá de que teníamos ciertas reservas, originadas justamente en que no se cumplía con los períodos agronómicos tradicionales. Sin embargo, poco después la expectativa que se abría para muchos productores -iban a poder utilizar dos veces por año los galpones- ésta se trastocó en sorpresa. Nuestra institución está rela-cionada con la Asociación Internacional de Productores de Tabaco, y ellos advirtieron que el tabaco proyectado podía tener características transgéni-cas. Inmediatamente consultamos al INASE, Instituto Nacional de la Semilla, a través de su directora Adelaida Harris, y solicitamos se efectuaran los estudios y análisis correspondientes.
Hicimos esto como una elemental medida defensiva, porque sabemos que el tabaco transgénico es un pro-ducto intenacionalmente no deseado, al menos no aceptado todavía. ¡Ojo! Somos plenamente concientes de que, a corto o largo plazo, es muy posible que todos nos veamos obligados a producir tabaco transgénico, porque esta modificación genetica tiende a eliminar todas las sustancias que generan algún mal al organismo, con lo cual por ejemplo se lograría disminuir los alcaloides, y bajar el porcentaje de nicotina, elementos nocivos para la salud. El objetivo final es bueno, eso no se discute, lo que sucede es que hoy no está debidamente probado ni tampoco aceptado por las compañías acopiado-ras, ya que pueden existir efectos cola-terales aún no descubiertos. Las com-pañías cigarrilleras internacionales no aceptan que se haga a escala comercial el cultivo de este tipo de tabaco, a pe-sar de que todas y cada una de ellas tienen sus grandes laboratorios donde realizan experiencias sobre el particular. El hecho de que en Tucumán aparezca en forma subrepticia un tabaco transgénico pudo derivar en graves problemas para todos los tabacaleros, por cuanto alguien podía llegar a decir que toda la producción era de ese tipo. Creo no pecar de exagerado si sostengo que internacionalmente podía salpicarnos a todas las provincias tabacaleras, bastaría que uno solo sostuviera que "en Argentina se hace tabaco transgé-nico", paraque nos metieran a todos en la misma bolsa, con los consiguientes problemas económicos.

¿Cuáles podrían ser esos problemas económicos?.
Las compañías acopiadoras, más allá del problema legal de la presunta entrada por izquierda de las semillas, sostienen que en nuestra provincia no pueden cultivarse ambos tipos de tabacos. Ellas no tolerarían que se produzca tabaco tradicional y del otro, lo cual implicaría que estas compañías que compran, unas para la fabricación del cigarrillo doméstico, y otras para la exportación, podrían abstenerse de adquirir los casi 8 mi-llones de kilos de tabaco, que constituyen hasta el momento y desde hace tres décadas, un mercado seguro. No podemos darnos ese lujo. Sostengo que, pese a la crisis es éste un mercado seguro, porque no podemos negar que hay 10.000 familias tabacaleras que viven de la actividad, 2000 productores, 600.000 jornales que produce esta actividad, y unos 30 millones de dólares que se generan por año. En Tucumán, 4 departamentos ubicados al sur de la geografía provincial son, para llamarlos de alguna manera, taba-codependientes, porque esa es su prin-cipal producción. Hemos criado, ali-mentado y educado a nuestros hijos gracias a la actividad tabacalera, com-plementaria de la azucarera porque, cuando finaliza la zafra cañera, co-mienza la zafra tacalera, con lo cual se genera una cadena ocupacional que adquiere gran importancia en estos tiempos de crisis económica y social. Como dirigentes, no podemos ni debe-mos ser tan irresponsables para per-mitir que este esfuerzo se pierda. De-bemos por el contrario ser extremadamente cuidadosos y tratar de que con-vivan tanto los cultivos tradicionales como estos proyectos, siempre que los últimos se adecuen a las pautas y normas vigentes. Damos la bienvenida los proyectos, siempre que beneficien el bien común, y las cosas se hagan por derecha y en forma transparente.

¿Cuál es el estado de este problema?.
Nuestra denuncia tuvo buena recepción por parte de la Nación, que movió sus piezas, poniendo en movimiento a INASA y CENASA, fundamentalmente la CONABIA, que es la Comisión Nacional de Biotecnología, desde donde se enviaron técnicos que tomaron muestras pertinentes.
Se interdictó (inmovilizó) el tabaco transgénico, que todavía está en poder de los productores, se dio por concluí-da la campaña 1999-2.000 y se dio orden a los puestos camineros para ejercer un control estricto que impida el traslado del tabaco de una provincia a otra. Falta la última puntada, o sea que la Nación se expida en dos temas muy importantes: qué se va a hacer con ese tabaco que hoy está todavía en manos de productores que no saben qué va a suceder con su producción, si va a ser incinerada o no, y el otro tema es que se deter-mine si puede darse una es-pecie de cuarentena en los predios que fueron utilizados para el cultivo de ese tabaco, los cuales podrían sufrir sus-pensión o impedimento du-rante 1 o 2 campañas para cultivar el tabaco tradicional, en esas tierras.

¿Cuántos son los productores que se hallan en esta situación?.
Unos 300, que han cultivado aproximadamente 400 has., son en su mayoría minifundistas de hectárea o hectárea y media.

Esa pobre gente, de concretarse las medidas descriptas, quedarían en una situación dramática...
Es así, y esto sería lamentable. Nuestra institución entiende que estos productores se vieron embarcados en el tema sin culpa por su parte y, ade-más, creemos que técnicamente, en los rastrojos del suelo no quedarían conta-minantes para la tierra. Nosotros ele-vamos una nota a la Secretaría de Agri-cultura de la Nación, para que, cuando tomen las medidas de bioseguridad previstas, se evalúe el daño socioeco-nómico de una eventual cuarentena que reitero, no consideramos necesaria.

¿Quién tomará la decisión final?.
La CONABIA.

¿Cuándo?.
Calculamos que en los próximos 15 días, hasta el 20 de agosto. Fundamentamos esto en que los plazos nos urgen, a partir del 25 del mes en curso, a más tardar en la primera semana de setiembre, comienza el nuevo período de plantación de tabaco. Y otra cosa que nos preocupa es el alarmante silencio en que se han sumido las compañías acopiadoras de la zona. Habitualmente apoyan con insumos (agroquímicos, insectididas), a sus productores clientes, y este año no lo han hecho, evidentemente están esperando la decisión nacional, que esperamos sea en resguardo de la productividad tabacalera toda.

¿Qué dice el gobierno provincial?.
Ha sido taxativo. A través del secretario de Agricultura, Sánchez Loria, se ha preocupado en advertir que apoyará la decisión del gobierno nacional, no se apartará de esa línea.

¿Cuál es su mensaje para los productores tabacaleros?.
Soy conciente, de que el productor, en estas épocas de crisis, abre sus expectativas ante cualquier "música" que le prometa nuevos horizontes, pero nuestro deber es colaborar para que coloque sus pies en la tierra, ante esta realidad, que es dura y difícil. Antes de emprender cualquier nueva actividad debe asesorarse debidamente, porque es triste, casi trágico, que el producto de sus esfuerzos corra el riesgo de quedar colgado en los galpones, sin poder comercializarse.

Por Ernesto Cepeda,
de Producción


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