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Entrevista: Sr. Enrique Crotto El campo argentino hoy no es rentable  |
Del 13 al 16 de abril próximo pasado, se realizó en el predio de la Sociedad Rural de Tucumán, la "Fiesta de los 1.000 terneros", así denominada porque en su transcurso se remató esa cantidad de terneros y terneras de razas Bradford, Brangus y Santa Gertrudis. A la muestra asistieron importantes personalidades, entre ellas el titular de la Sociedad Rural Argentina, Enrique Crotto, quien tuvo duros conceptos para con el gobierno nacional y que extractamos en esta edición de Producción.¿Cuál es el principal problema de los productores agropecuarios?. El campo argentino hoy no tiene rentabilidad. La situación de los productores argentinos es mala y la rentabilidad no existe. El gobierno nacional no resuelve el principal problema de los ruralistas, que es el costo argentino. Si el gobierno no hizo nada para revertir ese costo argentino por problemas de caja, no se puede aceptar otro disparate, como es el de que nos hagamos cargo del déficit pagando más impuestos. ¿El interior resulta en este caso más perjudicado?. Indudablemente. Con más presión tributaria y peajes, gasoil y fletes caros, las economías regionales son las más perjudicadas: El productor del interior tiene más gastos que el que se encuentra cerca del puerto, ya que no puede bajarlos más ni reconvertirse, porque falta el crédito y, si lo consigue, es caro. ¿Qué debería hacer el gobierno nacional?. Ver cómo hace para financiar el campo, a través del Banco Nación, con tasas bajas, y eliminar los impuestos distorsivos, como la renta presunta. Tiene que reducir los peajes y el gasoil. En los últimos 7 meses, el gasoil, principal insumo del sector agropecuario (consumimos 4.500 millones de litros), subió casi el 60%. Cuando comienza la Convertibilidad, en 1991, el litro de gasoil costaba 19 centavos, y el productor arrocero cobraba 14 centavos el kilo, hoy el litro de gasoil cuesta 50 centavos, y el productor arrocero cobra 11 centavos. El productor arrocero usa de promedio 800 litros de gasoil sólo para regar. Cada centavo que sube el litro de gasoil, al campo le cuesta 45 millones de pesos. No podemos seguir produciendo con el gasoil más caro del mundo Si alguien cree que una economía regional puede seguir subsistiendo con estas variaciones de costos, está loco. Hemos llegado a un punto en el cual tenemos que exigir respuestas concretas. Al margen de estos temas puntuales, la política económica que aplique el gobierno tiene que ser seria, creíble y duradera. Cambiar las reglas de juego de un día para otro, desalienta la inversión. No puede un productor pagar el 21% de IVA cuando adquiere sus insumos, y cobrar el 19% al vender un ternero. ¿Se puede mencionar una fecha de inicio de esta gran crisis?. Cuando uno protesta y reclama, debe saber porqué lo hace. Si uno analiza qué pasó en la Argentina de los últimos años, no puede menos que recordar que allá por mayo del 97 teníamos unos excepcionales precios agropecuarios, los que determinaron que los agricultores invirtieran ese año 9 mil millones de dólares en insumos y tecnología. A partir de la segunda mitad del 97 comienza la crisis. Cuando nos afectó la crisis brasileña, a lo que se sumó la caída de precios de todos los valores, a nivel mundial. Así cayeron leche, soja, sorgo, todos los productos de las economías regionales. Habló de la necesidad de tasas crediticias bajas... Claro, resulta que, para tratar de salvar al sector agropecuario, el Banco Nación ofrece tasas del 12%, pero si a esto le sumamos el IVA, la percepción del IVA, la tasa llega al 17%. Yo pregunto si alguien cree que, con inflación 0, se puede pagar una tasa del 17% anual. Sin embargo, la tenemos. Se está desarrollando un trabajo investigativo sobre cuánto transfiere el sector agropecuario argentino a los Estados nacional y provinciales. ¿Qué nos puede decir al respecto?. El secretario de Agricultura de la Nación, doctor Antonio Berhongaray, del cual tengo el mejor de los conceptos, y que está haciendo un trabajo excelente, encomendó la realización de un trabajo sobre cuánto es lo que el sector agropecuario argentino transfiere al Estado Nacional, a los estados provinciales, a los municipios y a los eternos sectores ineficientes de la economía argentina. Es un trabajo tan importante, que tengo miedo de que los lobby de siempre lo frenen. Estos estudios los están realizando técnicos de primer nivel nacional, y colaboran con ellos técnicos de nuestro Instituto de Estudios Económicos. Los números son sacados de las cifras del Estado nacional, y por eso en cuanta oportunidad tengo, me gusta hacerlos conocer. En impuesto sobre los intereses, los productores transferimos 139.7 millones de dólares, eso es lo que le pagamos al Estado Nacional, considerando una deuda al 30 de setiembre de 5.788 millones de pesos; de ese total, el 75% corresponde a la situación normal, y el 25% restante a los valores en mora. Corresponde 40% al Banco Nación, 20% a los bancos provinciales y 40% a los bancos privados. La deuda comercial la dejo de lado porque esa no paga impuestos a los intereses. En cuanto a los famosos derechos sobre las exportaciones, que padecimos durante 30 ó 40 años, y que el ex presidente Menem, al mes de asumir, anunció en la Rural que se acababan las retenciones en la Argentina, cabe destacar que cumplió a medias, ya que quedó una protección a la industria aceitera y otra protección a la industria de los cueros. Los derechos de exportación de oleaginosas que aún subsisten, significan que le trasladamos a la industria aceitera 184.7 millones de dólares, y en derechos de exportación a los cueros trasladamos 88.6 millones de dólares. Solamente las transferencias a la industria oleaginosa, a los sectores petroleros y a los surtidores, si lo dividiéramos en trigo, representan 2.15 cosechas de trigo, si lo dividiéramos en maíz, son 2.83 cosechas de maíz, 2.81 en girasol, y casi una (0.94) de soja, y si lo midiéramos en equivalente a novillos, es el 1.25 del total. Esto es lo que le estamos transfiriendo solamente a estos sectores. En estas condiciones, uno puede calcular que la transferencia del sector agropecuario a los otros sectores del Estado están en el orden de los 10 mil millones de dólares, una cifra enorme. Ya no estamos, no digo en condiciones de seguir transfiriendo, sino que deberíamos preguntar ¿Quién nos devuelve al menos parte de lo transferido?. Usted siempre menciona sectores eficientes y otros que no lo son... Yo no quiero ser agorero, simplemente creo que ha llegado el momento de saber quiénes son eficientes y quiénes no lo son, porque no se puede seguir pagando la fiesta de los eternos ineficientes. Creo que ha llegado la hora de tener coraje para cambiar muchas cosas en la Argentina. Ojalá que a quien le toca gobernar lo tenga. ¿Cuál es la relación del sector agropecuario con el tema de la ocupación?. El sector agropecuario primario ocupa 1 millón de personas, el sector manufacturero de la industria agropecuaria, 650 mil, y los sectores prebendarios de la economía argentina, 185 mil. Si tenemos en cuenta la transferencia, cada empleado del sector agropecuario, paga $ 2.000 por año, en tanto los subsidiados cobran $ 28.000, y generalmente esa cantidad no se la quedan los obreros. ¿Qué impresión tiene el resto del mundo del productor argentino?. Tuve la suerte de recorrer gran parte del mundo y recibir también en la Rural a mucha gente extranjera; se asombran de que en estas condiciones podamos todavía seguir produciendo, sin lugar a dudas nos reconocen como los productores agropecuarios más eficientes del mundo. ¿Qué impresión se lleva de la Fiesta de los 1.000 terneros?. Me pareció magnífico el encuentro, no sólo por la cantidad de expositores, sino también por los chicos estudiantes, que se llevaron de esta manera una visión directa de algo que no conocían; por otra parte, y como ha ocurrido cada vez que llegué a esta provincia, me trataron muy bien en Tucumán. Finalmente, ¿cuál es su mensaje para los productores del NOA?. Que no bajen los brazos, la situación es difícil, pero hemos sorteado situaciones tan malas o peores que ésta, y vamos a salir empujando siempre hacia adelante. Nací optimista y, por otra parte, hay algunos datos que permiten vislumbrar una luz de esperanza. Por Ernesto Cepeda, de Producción |
