Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA




Ing. Agr. Iván Hugo Ginel
El poroto vuelve a ser protagonista

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Hace tres años el poroto, de ser un poco la “Cenicienta” de los cultivos, se transformó impensadamente en fuerte protagonista de la economía regional, al alcanzar su comercialización precios inéditos que, desgraciadamente, no han vuelto a repetirse.
No obstante, en los últimos días, esos precios, bastante depreciados, experimentaron alzas que presagian buena campaña para la cosecha que está en marcha. ¿Cuál es la situación real?. ¿Puede repetirse aquella brillante campaña o es éste sólo un espejismo? Trasladamos los interrogantes al ingeniero agrónomo Iván Hugo Ginel, destacado profesional del medio, que brindó su opinión sobre el particular.
“El cultivo del poroto implica de por sí una situación distinta a los granos por ejemplo, ya que no cotiza en Bolsa, no tiene cotizaciones a futuro ni opciones de compra, entra en la formación de precios de las hortalizas, respondiendo entonces al simple esquema de que, a mayor demanda, el precio sube, y de lo contrario baja. La falta de competitividad que tiene este sector se debe especialmente al alto precio de los insumos (gasoil, herbicidas o el mismo costo del dinero) lo que lo hace perder terreno en el mercado internacional. No creo que se repita ni medianamente una situación como la del 98”.

Recuérdenos aquellos momentos de bonanza...
Durante la campaña 97-98 el poroto llegó a pagarse a casi 800 pesos la tonelada en el campo; pero el 13 de enero de 1998 Brasil salió de la paridad cambiaria, y no pudimos venderle un poroto más a aquellos valores, los precios cayeron estrepitosamente, y la demanda brasilera de este producto también cayó verticalmente.

¿Con qué resultado?.
Los precios del poroto en los últimos años han sido deprimentes, oscilando entre 140 y 160 dólares la tonelada. El “boom” del 98, provocó una estampida de productores que se lanzaron casi frenéticamente a cultivar poroto, pensando legítimamente en participar de las fuertes ganancias. Lo que se obtuvo realmente fue una gran decepción, porque la superproducción, unida a una caída en la demanda, hizo bajar estrepitosamente los precios a los niveles ya indicados.
La dura realidad hizo que las miles de hectáreas que el poroto transitoriamente había quitado a la soja, retornaran al cultivo normal, al viejo esquema de producción del grano.

¿Cuál es la situación actual?.
Muestra lo siguiente: existían unas 30.000 Tn de porotos de la campaña anterior en el mercado, que no se podían colocar. Pero hace pocos días, en 10 jornadas, el precio subió de 230 dólares la tonelada de poroto negro, a 360 dólares. Una de las causas es que, sólo en Tucumán, dejaron de producir poroto aproximadamente 15.000 hectáreas reemplazadas como ya dije por la soja, téngase en cuenta que, en lo que se refiere a esta última, las hectáreas sembradas subieron de 130 a 180 mil.

¿Cómo se sitúa la demanda?.
Es otro de los elementos de esta suba. Existe buena demanda de países caribeños, recuerde que ellos utilizan el poroto negro como principal fuente de proteínas, no son como nosotros, consumidores de carne. Y tenemos a los tradicionales consumidores y demandantes Brasil y México, que no alcanzan a cubrir con su producción el consumo interno.

Esto significa una buena posibilidad para nuestros productores.
Sí, a primera vista aparece como buen negocio. Lo malo es que somos el dedo gordo del pie, el país más austral, nos cuesta mucho llegar a esos mercados con posibilidades ciertas de rentabilidad, hay que tener en cuenta que nuestros productores sufren fuerte presión tributaria, a lo que se suma el impuesto al cheque y casi con seguridad proximamente el IVA en la toma de arriendo. Todo eso hace que el nuestro sea un sistema poco competitivo, y que no podamos llegar en las condiciones que quisiéramos, a los mercados externos.

¿Qué precio puede considerarse bueno para el poroto?.
Creo que hay que hacer promedio, tradicionalmente estuvo en 320-330 pesos la tonelada, y no me atrevo a llamar a ese nivel bueno o malo, lo que sí puedo decir es que alcanza a cubrir los costos de producción y generar alguna utilidad, que estará en proporción directa a su productividad por hectárea. Un poroto que tenga una producción de 1.500 kilos por hectárea, a 330 pesos la Tn, da ganancias, pero a ese mismo precio y con una producción por hectárea de nada más que 600 ó 700 kilos, la cosa cambia radicalmente. En Tucumán es factible obtener entre 1.200 y 1.600 kilos de porotos/ hectárea, gracias a la nueva agricultura de precisión y tecnología de punta, por supuesto que con los controles sanitarios adecuados.

¿Qué depara el futuro para el cultivo del poroto?.
No me atrevo a efectuar un pronóstico, sería lo mismo que me pregunte cuál será el futuro de la lechuga o el tomate, porque el desarrollo del poroto está íntimamente ligado a esas hortalizas, en el sentido ya manifestado de que responde directamente a la ley de oferta y demanda.
Volviendo al ejemplo comparativo con los granos, estos sí pueden comenzar a vender la producción en la época de siembra, lo que no sucede con el poroto.

¿Cuándo comienza la cosecha y qué producción se estima?.
Ya está a punto de iniciarse la de porotos tempranos, y se extenderá hasta fines de julio, según los ciclos de la semilla utilizada. Todavía no se trillaron los lotes, y los rindes no pueden determinarse con exactitud, pero se estima una producción buena.

¿Cuáles son las mejores tierras para este cultivo en Tucumán?.
Se sitúan hacia el noreste de la provincia, en las zonas de Burruyacu, Las Cejas, Tacana, Virginia, 7 de Abril, es decir hacia el límite con Santiago, donde se da el poroto negro, y el poroto alubia o semilla en Trancas, que es zona seca. En general el poroto no crece a gusto en zonas demasiado húmedas, sino que sigue una isoyeta (línea que pasa por puntos del globo en los que es similar la cantidad de agua que cae anualmente)de 400 ó 500mm, con un período de cosecha seco.

¿Alguna sugerencia para los productores?.
En nuestro medio es por lo menos difícil que puedan vivir muy bien sólo del cultivo del poroto, creo que deben moverse con pies de plomo, es decir primero vender la producción, y recién entonces embarcarse en el cultivo de nuevas hectáreas. Además, el cultivo debe realizarse con los elementos que proporciona la agricultura de precisión, que permite el corte y la trilla, con los beneficios consiguientes. No olvidemos que hasta no hace mucho, la cosecha se hacía a mano limpia, con el retardo y costo que eso significa.
De cualquier forma, las perspectivas son mucho mejores que en la campaña anterior.

  
Por Ernesto Cepeda,
de Producción


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