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Perspectivas: Empresa y familia ante la crisis  |
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Los problemas, generalmente no permiten desarrollar convenientemente los afectos, por ello es necesario tener en claro cuáles son los objetivos comerciales, para no perder de vista los objetivos humanos. La Dra. Paola Delbosco alerta acerca de que “el tiempo del trabajo se mezcla con el de la casa y absorbe al empresario”. Es que generalmente pareciera que las crisis son sólo económicas, sin embargo muchas veces son las disparadoras de otros hechos tanto o más problemáticos que influyen no sólo en la empresa, sino en la familia, mucho más aún cuando ambas se fusionan en la empresa familiar. Ante el problema “debemos focalizar nuestra atención sobre dos frentes de batalla: el interno y el externo, yo me ocupo del primero”, dijo Delbosco. “El tiempo pasa, muchas veces más rápido de lo que creemos, y hay momentos irrepetibles con los hijos que nunca volverán. No permitamos que el trabajo nos robe los tiempos”, sentencia la disertante, quien es profesora Normal y Especial de Filosofía por la Pontificia Universidad Católica Argentina. Es común que los empresarios traten de compensar con bienes materiales la falta de contacto con los miembros de la familia, aunque son muchos los que movidos por este mecanismo terminan considerándolo insatisfactorio. Es necesario cuando se ha logrado un desarrollo importante de la empresa, que el propietario pueda pasar más tiempo en la casa. Estudios realizados dan cuenta de que cuando un empresario empieza a tener más contacto con los hijos que han estado desatendidos caen en la cuenta de que algunas cosas parecen haberse perdido definitivamente. Es imposible volver a los años del crecimiento del niño para ser testigo de que uno pasó por alto y experimentarlo. Sin Contaminar Delbosco hace particular hincapié en que “la familia es un lugar de plena identidad y humanización, y no debemos dejar que se contamine. Si la empresa permite un horario de trabajo flexible, que eso juegue a favor del núcleo familiar”. “Al fin y al cabo, los recuerdos familiares de nuestra niñez no están relacionados con la austeridad de bienen materiales, sino con las presencias de papá y mamá, con los hijos, todos en la familia”. Añade la profesionalidad que “la familia es algo de lo que muy pocos se ocupan a la hora de los negocios”. Esto reduce cuando debe enfrentarse una crisis que obliga, lógicamente, a los empresarios a repensar en el manejo de sus establecimientos y, obviamente el peso de la situación los agobia, por lo que difícilmente recuerden durante el día a us mujer e hijos. “Hay que salir de cualquier forma”, pregonan mientras la estructura familiar se debilita. Cinco Sugerencias Para el problema de la separación excesiva, cuando la empresa reclama mucha atención, no existe ninguna solución fácil, pero se pueden tener en cuenta algunas sugerencias: 1.- Mantener tiempos y lugares en los que el trabajo nunca se puede entrometer facilita la protección del hogar contra las preocupaciones de la empresa. Cuando un lugar o un momento se asocia con una cierta actividad, resulta difícil evitar esa actividad en ese lugar o ese momento. Por ejemplo, la observancia del sábado judío hace más fácil no trabajar los sábados. Del mismo modo, la firme decisión de no dedicarse a tareas de la empresa en la sala de estar o el dormitorio, o de no hacerlo nunca antes de las siete de la mañana y después de las diez de la noche, permite aislar con más facilidad esos lugares y momentos respecto del trabajo. 2.- Se debe aprovechar la flexibilidad de horario de la que se dispone. Aunque las personas que trabajan en empresas familiares a menudo afirman que una de las ventajas de que disfrutan es la flexibilidad de los horarios, es posible que ello no sea bien aprovechado. Tomarse unos minutos para hablar por teléfono con la esposa o los hijos o merendar con ellos, tomarse tiempo para ir a algún acto escolar o realizar algún viaje relámpago, resultan al fin y al cabo inversiones de tiempo que valen la pena, mantienen buenas relaciones familiares y renuevan la energía para trabajar. 3.- Organizarse horarios y respetarlos. Cualquier recurso que es objeto de mucha demanda debe ser adminsitrado. Para satisfacer las necesidades, el horario del director ejecutivo debe incluir no sólo las demandas de la empresa, sino también las de su familia. Además, conviene sustraer algunos minutos a alguna actividad no laboral como leer el diario o ver el noticiero por televisión, dedicándoselos a la familia. Lo importante es pasar ese tiempo en contacto, haciendo cosas tan "improductivas" como jugar, tocarse o leer algo en conjunto. 4.- Hay que ajustar las prioridades. Decirle algunas veces "no" a la empresa y "sí" a la familia. Quizás esto no signifique que el negocio crecerá y se expandirá más lentamente, pero el balance no es la única fuente de información sobre el desempeño en la vida. La marcha de la familia y el modo en que uno cumple con ella también son importantes. 5.- Cuando sea posible, contrate los servicios de otras personas que hagan lo que usted ha estado haciendo. Esto significa delegar parte de las propias actividades laborales en la casa y pagarle a alguien para que corte el pasto, pinte o arregle una ventana. El objetivo es ganar tiempo para pasar en familia. Otro punto de interés son las distancias porque en cuanto a la admisntración del tiempo vale la pena pensar en lo que significan los viajes largos. Los viajes largos entre el hogar y el trabajo pueden ser la consecuencia de que la pareja necesita tiempo para estar cada uno solo o porque garantizan la ubicación óptima de la casa (en función de escuelas, aire puro, proximidad de parientes, etc.) o de la empresa (proximidad de medios de transporte, acceso a mano de obra barata y capacitada, etc.); no obstante una persona cuya vida familiar soporta tensiones debido a que pasa demasiado tiempo fuera del hogar y que debe realizar viajes largos, bien puede pensar en mudarse de casa o trasladar la empresa. Pareciera que hablar de afectos en medio de los negocios es algo fuera de lugar, sin embargo habrá que tener en cuenta por igual a uno y otro ámbito para no pagar las consecuencias en el futuro. No sólo se trata de empresas, sino que las mismas se conforman particularmente de seres humanos, cada uno con sus propias vivencias y necesidades.¤ |
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Fuente: Agrodecisiones Año 5 - Número 30 |
