Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA




Entrevista: Sr. Juan Carlos Budeguer
Recuperar terreno puede ser un desafío personal

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Cuando se es dueño de una férrea voluntad, no hay objetivo imposible de alcanzar. Eso lo sabe y lo practica Juan Carlos Budeguer, un productor tucumano que ha empleado más de la mitad de sus jóvenes 39 años en las tareas agrícolas y ganaderas. En “La Celina”, la estancia en la cual trabaja a diario, el 10 por ciento del terreno fue calificado como altamente salitroso por expertos. Esa sentencia de muerte mal podía ser aceptada por Budeguer, quien a golpes de tesón y casi contra toda lógica, emprendió la tarea de recuperar esas tierras para la actividad productiva. El éxito coronó el esfuerzo de quien hoy quiere compartir con los lectores de PRODUCCION, y fundamentalmente con aquellos productores que puedan estar en condiciones similares, el relato de su logro personal, el mismo que le permite decir a voz en cuello “me dolía el alma al pasar por esas tierras salitrosas".

¿Dónde está ubicada su estancia y qué extensión tiene?.
En el límite entre Río Hondo (Santiago del Estero) y Leales (Tucumán), del lado santiagueño. Posee una superficie de 3600 hectáreas, de las cuales 2600 son agrícolas, en las que se cultiva soja y maíz en verano, y trigo en invierno. Las 1000 restantes están implantadas con Gatton Panic y Grama Rhodes. Donde está implantada esta última, el terreno presentaba inicialmente el grave problema de ser un bajo que se anegaba permanentemente; la primera tarea -hace ya 6 años- consistió en construir un canal de drenaje orientado según la pendiente y cauce natural de las aguas. Fue una labor desarrollada en invierno, única época en la que el suelo está firme (por la escasez de lluvias) y pueden trabajar las máquinas (motoniveladora).
El primer año conseguimos drenar casi el 90% del agua, al año siguiente realizamos otro canal anexo y se recuperó otro 5%, el resto efectivamente resultó irrecuperable, se trataba de una especie de represa en el bajo, un verdadero tembladeral al que no podían acceder las máquinas.

¿Cuál fue el paso siguiente?.
Limpiar el terreno, que estaba lleno de jume, otros sectores con “fachinales”, es decir jume, chañar y suncho.
Trabajamos ese primer año solamente sobre 50 hectáreas, que eran “clave” para completar o no la tarea de recuperar ese suelo y destinarlo a pasturas.
Los expertos, al comprobar el PH tan alto en salinidad del suelo (8) nos dijeron directamente que olvidáramos el tema, que allí no había nada que hacer. No lo podía aceptar, cada vez que atravesaba esa zona me cambiaba el ánimo el ver la tierra salitrosa e inútil. Entonces, con el asesoramiento del ingeniero Jorge Toll Vera emprendimos pruebas con distintas semillas, en distintas épocas del año.
Al principio utilicé un sector menor a media hectárea donde, tras pasar la rastra y dejarlo absolutamente limpio, probamos con 6 semillas diferentes, y las que mejor se adaptaron fueron Pionner y Callide (verano) y Melilotus (invierno). Desde hace dos años, utilizamos las Grama Rhodes Callide (australiana) que es más resistente al “salivazo”, que es un gran problema para los ganaderos desde hace algunos años.

Usted recuperó la tierra para pastura, pero ¿recuperó lo invertido en la faena?.
Por supuesto. La Callide rinde 7.000 kilos de materia seca por año y por hectárea, lo que lo convierte en tan productivo como el Gatton Panic, en un buen suelo. Antes en esta tierra uno entraba caminando y se hundía, hoy después de una lluvia de 30 ó 40 mm. puede recorrerse a pie o en vehículo sin problema. Tenemos un pasto que da gusto ver, allí desarrollamos nuestras tareas de capitalización de hacienda.

¿Qué significa capitalizar hacienda?.
Tomar animales de un tercero que, por negocios o falta de pasto quiere engordar sus animales, tarea que se hace de dos formas: por peso o por tiempo.
También vendemos rollos de Gatton Panic y Grama Rhodes Callide, es decir cortamos y enrollamos para aquellos productores que no quieren trasladar su hacienda. Todo esto lo podemos realizar porque nos decidimos a aplicar todo el esfuerzo en recuperar un terreno que era considerado como inútil; esto lo pueden hacer otros productores, hay muchas estancias en las que existen estas porciones de suelo que se consideran insalvables, y no es así.

Pero debe ser un emprendimiento muy oneroso, ¿cuánto le costó?.
Mire, hay que hacer una distinción. Para el terreno con sólo jume, limpiarlo habrá salido unos $100, más otros $100 por implantación de semillas y por hectárea, en cuanto a los “fachinales", ese costo más o menos se triplica.
Pero ya recuperamos con el trabajo lo invertido y, fundamentalmente, me fortaleció personalmente. La Callide tiene porcentajes similares en el estado de hoja bandera a los del Gatton Panic.
Personalmente me siento sumamente conforme con este emprendimiento realizado, y espero que esta nota contribuya para que aquellos ganaderos que tienen similares características en sus campos, lo puedan aprovechar.¤

  
Por Ernesto Cepeda,
de Producción


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