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Estimaciones: El productor sojero deberá lidiar con el bajo precio y la roya  |
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La intención de siembra de soja para la próxima campaña es igual a la campaña pasada. Se estima una siembra de alrededor de las 250.000 hectáreas, debido a que por el momento no se presentan opciones mejores de siembra entre los granos desde el punto de vista económico. Desde el punto de vista ambiental, si bien aún el perfil de los suelos no ha recuperado el nivel hídrico necesario para la siembra, en la primera quincena de noviembre han ocurrido precipitaciones de relativa importancia, especialmente al sur de la provincia de Tucumán, que permiten estimar un inicio de siembra generalizado para antes de fines de noviembre en el caso de continuar las lluvias. Por otra parte, si bien es difícil hacer recomendaciones generales para todos los campos ya que cada productor maneja su propio esquema productivo, considero que este año se debería dar especial importancia al posible ataque de la roya de la soja. Esto no implica que se puedan descuidar los otros aspectos problemáticos del cultivo de soja. Para atenuar el efecto de esta enfermedad deberán cosiderarse algunos aspectos como ser la elección de los cultivares, eligiendo las variedades recomendadas de ciclos más cortos con el fin de disminuir los gastos de aplicaciones de funguicidas; en lo posible juntar en fechas de siembra similares materiales de diferentes ciclos y escalonar las fechas de siembra durante el período. Estos dos aspectos están relacionados con el manejo de la logística de aplicación en todo el campo. También se tendrá que considerar la posibilidad de sembrar a 70 centímetros entre líneas aquellos materiales que por su porte y estructura así lo permitan, por ejemplo: A-8000 en siembras tempranas a fin de facilitar el desplazamiento de las máquinas de aplicaciones terrestres en una etapa más avanzada del cultivo. Otro aspecto a considerar es la mejora de la calidad de aplicación del funguicida, cuidando que el producto llegue también al tercio inferior de las plantas. No se debe olvidar que ésta es una enfermedad biotrófica, es decir que se trasmite por "puente verde", (hospedantes alternativos o soja "guacha") por lo cual se deben eliminar todas las plantas nacidas del cultivo anterior. El productor deberá estar informado de la marcha de la enfermedad en la región (monitoreo, condiciones ambientales, etc.) y tener disponible los funguicidas para la inmediata aplicación. De todos modos como este es un problema nuevo para el productor tucumano, y sin dudas el más grave, si la enfermedad se presenta, las recomendaciones no serán suficientes y todos aprenderemos en el transcurrir de la campaña. Si bien esta enfermedad es el mayor problema sanitario con el que se deberá enfrentar el productor desde el inicio de este cultivo en la Argentina, considero que ésto no influirá mayormente en la intensión de siembra de los productores para la campaña que se inicia. En lo que hace al tema precios de la soja-rentabilidad, sin duda que los costos serán superiores y los márgenes brutos para la campaña se verán reducidos. Si consideramos el control de la roya de la soja, en el caso de presentarse, según el producto empleado y el número de aplicaciones que debamos hacer, los costos se pueden encarecer en un rango entre 20-60 dólares/hectáreas. La caída del precio del grano, comparando mayo 2004 con los precios a futuro de mayo 2005, tenemos una caída promedio de 50 dólares/tonelada lo que elevará el punto de indiferencia del cultivo notablemente, lo que se verá agravado con el sistema de pago de arriendo que predomina en la actualidad (pago de arriendo fijo y alto). De cualquier modo, el mercado que es sabio, tenderá a un nuevo equilibrio adecuándose a valores más razonables. Como ya se apuntó anteriormente, se espera una caída del Margen Bruto superior a 100 dólares/hectárea y el punto de indiferencia promedio se estima entre 1.700 a 2.000 Kg/ha, es decir unos 600 kg/ha más que en la campaña anterior, según la modalidad de producción (campo propio, arriendo, etc.). Desde el punto de vista productivo, las áreas de menores precipitaciones y por ende de menor producción esperada se verán más afectadas por el aumento de los costos de producción ya que de presentarse la roya asiática de la soja en la provincia de Tucumán, no estarán exentas de incurrir en los gastos para su prevención o control. En lo que hace al avance de la soja sobre otras gramíneas, desde el punto de vista de la sustentabilidad de la producción de granos sería conveniente que el maíz recuperara mayor superficie de siembra en desmedro de la soja, hasta llegar a un valor mínimo de 30 por ciento de maíz y 70 por ciento de soja. Actualmente, aún cuando se estima una leve recuperación de la superficie del maíz, no se alcanza ni al 15 por ciento de la superficie de siembra, ésto es debido a que junto con la caída de los precios de la soja también en el mercado cayó el precio del maíz. De todos modos estoy convencido que hay que insistir con el posicionamiento de este cultivo y analizar el negocio soja vs. maíz no en una campaña agrícola sino por lo menos en tres campañas (dos de soja y una de maíz en el mismo campo). Está demostrado que la soja que le sigue al maíz en el 1° año tiene un promedio de incremento de 400 kg/ha y en el 2° año de 200 kg/ha. Al tercer año se debería volver al maíz y comenzar de nuevo el ciclo. En este contexto la ecuación económica resulta distinta que analizando soja vs. maíz en un solo año. Si hablamos de poroto, este cultivo tiene un andar errante y con pocas posibilidades de recuperar su superficie este año. Las causas de esta situación son debidas a la baja oferta genética de los materiales disponibles que permitan controlar los problemas sanitarios que son limitantes de la producción en la provincia; los precios no son muy atractivos y además el productor tucumano siembra poroto como una alternativa cuando se pasa la fecha de siembra de soja, no así en la provincia de Salta donde el cultivo de poroto negro sufrió el avance de la soja pero mantiene aún una superficie apreciable de producción. Respecto al informe que dice que hoy hacer ganadería es más rentable que la soja, creo que sería conveniente que repunte la actividad ganadera desde el punto de vista de la sustentabilidad del sistema, porque así sería más fácil posicionar al maíz o al sorgo, en un sistema de rotación y transformarlo en carne en la región. Por el momento el negocio sigue siendo favorable a la soja y por ende este cultivo sigue dominando en la mayor parte de la zona productiva de grano.¤ |
Oscar Ricci, Consultor Agropecuario |
