Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA




Análisis:
Economías regionales del noa "en extinción"

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Cuando analizamos la historia reciente, últimos 10 años, nos damos cuenta que la Argentina ha ido perdiendo posiciones en el comercio mundial de ciertos productos de exportación "no tradicionales". Nos referimos a aquellos productos que han sido pilar del crecimiento y desarrollo de las economías regionales (NEA y NOA), como el poroto, algodón, arroz, lino, maní y otros.
Se trata de cultivos que demandan gran cantidad de mano de obra durante todo su proceso de producción, almacenamiento, limpieza, acondicionamiento y preparación final para ser exportados. En el caso del poroto, requiere una tecnología para su limpieza y preparación (por gramaje y manchados) que ya hace tiempo que ha dejado de considerarse como un commodity pasando a ser una speciality.
Algunos podrán preguntarse si la fuerte pérdida registrada durante los últimos años en la superficie y producción de estos cultivos se debió a catástrofes climáticas o caídas en la demanda mundial, pero este no ha sido el motivo, lamentablemente.
En el Cuadro Nro. 1 podemos ver como ha ido evolucionado en los últimos 10 años la superficie de siembra de los llamados cultivos de economías regionales. En términos absolutos se han pedido 1,67 millones de hectáreas a partir del máximo de superficie alcanzado durante la campaña 1998. En ese año la superficie sembrada total de cultivos en economías regionales llegaba a 2,412 millones de hectáreas mientras que para la campaña actual (2005) se están proyectando alcanzar las 738.000 toneladas, la menor superficie de toda la década. La realidad nos indica que dichos cultivos han sido desplazados (por no decir eliminados) por la soja. Pero no ha sido la soja la causa por la cual se han ido perdiendo los cultivos regionales, la soja ha sido la consecuencia de una “irresponsable política de retenciones a la exportación” que no ha tenido en cuenta , cuando se implementaron, el efecto negativo y devastador sobre algunos cultivos.
Son muy pocos los países , quizás no exista ninguno en el mundo, que han tenido como política económica hacer desaparecer cultivos de exportación que tradicionalmente han ocupado un rol importante para el desarrollo productivo de las llamadas economías regionales como lo es el NEA y el NOA. Bien, Argentina lo ha logrado, es el único país en el mundo que , gracias al sistema de retenciones a la exportación, ha logrado que los cultivos regionales sean reemplazados por cultivos extensivos como la soja.
No le quitamos crédito a la soja, muy por el contrario, en buena hora ha llegado este cultivo para oxigenar grandes zonas productoras e instalar la siembra directa procurando mejorar la sustentabilidad de los sistemas. En plena crisis la soja y otros commodities , con costos de producción bajísimos en términos comparativos (en momentos que no existía el efectivo en los Bancos) actuaron como una de las pocas alternativas de producción con mercados de exportación asegurados.
Aquí el problema no es la soja, este es un problema de política económica y si vamos un poco mas al nudo es un problema de política agropecuaria. En este punto bien sabemos que la cartera agropecuaria esta subordinada al poder político del Ministro de Economía. Tenemos que agradecerle a la soja la posibilidad que le ha dado a muchas zonas productoras de sortear una de las peores crisis de toda nuestra historia, a la vez que también tenemos que agradecer al Sr. Ministro de Economía por su acertada política de hacer desaparecer a los cultivos de las economías regionales. Pues las retenciones a la exportación “sin discriminar” para todos los productos han tenido un efecto muy negativo para los productos de economías regionales con altos costos de producción y precios internacionales en baja. Si le agregamos las retenciones, directamente muchos cultivos no se pueden producir y por consecuencia no se puede competir en el mercado mundial.
Hay un caso muy dramático como lo es el alpiste que llego a tener una superficie de 30.000 hectáreas y hoy se calcula que podría llegar a las 8.000 hectáreas. En una época no muy lejana la Argentina exportaba 30.000 toneladas de alpiste y hoy exporta “0” (cero toneladas). El motivo , el actual nivel de retenciones (20%) implican en la practica un castigo para exportar de 100 u$s/ton. Es prácticamente imposible competir con el alpiste de Canadá con semejante desventaja, y por este motivo la Argentina perdió el mercado de Brasil (ahora abastecido por los canadienses) y el resto de los mercados que abastecía.
En el caso del alpiste el 20 % de retención a un producto que no se exporta implica “0” (cero) ingreso para el gobierno. En este caso podemos decir que estamos aplicando una “retención sin sentido” que tiene el agravante de hacer desaparecer la producción sobre la cual esta gravado el producto.
En el caso del poroto ha sucedido lo mismo que con el alpiste, pero a diferencia de este ultimo la estructura de las empresas exportadoras de poroto (casi todas tienen producción propia) les ha permitido sobrellevar en parte la desventaja de las retenciones. Pero aun así la Argentina ha perdido su participación en el mercado debido en gran parte a las retenciones a la exportación.
Nos preguntamos, puede un país como la Argentina, agrícola ganadero por excelencia, darse el lujo de perder mercados de exportación?? Si la causa fuera externa no tendríamos chance para cambiar la situación pues no tenemos posibilidad de subsidiar las exportaciones como hacen los países desarrollados. Pero al ser la causa fundamentalmente interna y yo diría que es una causa mas ideológica que económica, es imposible que podamos competir en los mercados internacionales.
Los productos de economías regionales en TOTAL le generan al gobierno un ingreso de divisas de u$s 30 millones (considerando los niveles actuales de superficie y producción). Como contraparte “las retenciones sin sentido” han hecho desaparecer muchas producciones de economías regionales provocando un éxodo social sin precedentes con un impacto negativo que tardara años en volver a recuperarse.
Si el gobierno tomara conciencia de la gravedad de la situación, sacrificando solamente u$s 30 millones, podría generar las condiciones necesarias para que se puedan recuperar aquellas producciones que han desaparecido como consecuencia de la actual política económica. Esto generaría mayor necesidad de mano de obra, nuevos empleos especializados, mayor actividad indirecta en las zonas de producción, plantas de limpieza, acondicionamiento, preparación del producto final para exportación.
Si consideramos que el costo social de los planes trabajar supera en mas de 20 veces el costo de eliminar las retenciones de los cultivos regionales nos encontramos en una trampa, donde la actual política económica es la responsable del éxodo de mano de obra del interior a las ciudades y su vez el gobierno castiga a las economías regionales (retenciones) para pagar los planes sociales resultantes de la desocupación que ha generado esa misma política económica. Así como el Ministerio de Economía decidió eliminar las retenciones a los productos industriales de exportación (con un costo fiscal de u$s100 millones) porque no elimina las retenciones a los productos de economías regionales que tiene solamente un costo fiscal de u$s 30 millones y además genera mano de obra y mayor actividad indirecta en las zonas de producción que a mi entender tendrá un impacto social mucho mas beneficioso que la medida anunciada para favorecer a la industria.¤

Por Ing. Pablo Adreani
AgriPAC Consultores


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