Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA




Fertilización:
Novedades en fertilización
Suelos y Cultivos

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Los ingenieros agrónomos Luis Ventimiglia del UEEA INTA 9 de Julio; María Marino de la EEA INTA Balcarce (foto) y Héctor Sánchez del EEA INTA Famaillá, Tucumán, participaron del panel "Novedades en el manejo de la fertilidad de suelos y fertilización de cultivos en Argentina" en el marco del Simposio Fertilidad 2005 que se desarrolló en la Bolsa de Comercio de Rosario.
El Ing. Ventimiglia destacó en su exposición sobre la Nutrición de cultivos en el centro de Buenos Aires, que la zona sufre un balance negativo de nutrientes y que para que dicha situación cambie "es importante incrementar la fertilización de los cultivos en la región, apuntando fundamentalmente a mejorar la nutrición de los mismos y a restablecer los niveles de fertilidad edáfica, hasta hacerlos compatibles con los sistemas de producción agrícola-ganaderos sustentables".
Asimismo Ventimiglia comentó que en los últimos 20 años la superficie destinada a la agricultura creció un 20 por ciento, lo que lleva a que hoy en día la superficie se ubique en unas 880.000 hectáreas. En ese mismo período se pasó de una utilización mínima de fertilizantes a un uso mayor de los mismos, alcanzando en trigo el 92 por ciento. A pesar de este considerable aumento, el balance negativo se ha incrementado. "Esto fue motivado por una mayor superficie agrícola y por la obtención de mayores rendimientos", dijo Ventimiglia.
"Es indispensable que la incorporación de tecnologías en el manejo de la fertilidad de los cultivos que se hacen en la zona, esté basada en investigaciones objetivas realizadas en condiciones reales de producción", concluyó.
En cuanto al "Abastecimiento de fósforo y de nitrógeno en pasturas: claves para una ganadería productiva y sustentable", la Ing. Agr. María Alejandra Marino, explicó que "el momento de aplicación de los fertilizantes debe determinarse tratando de reducir los desbalances entre la oferta de nutrientes del ambiente y los requerimientos nutricionales de las pasturas".
Y agregó: "Aunque las fertilizaciones nitrogenadas a fin de invierno permiten obtener las mayores eficiencias de uso de Nitrógeno aplicado, las fertilizaciones otoñales pueden ser utilizadas por tener valor estratégico en aquellos planteos productivos en los que es necesario cubrir períodos de escasez en la oferta de forraje. La fertilización con Potasio y además con Nitrógeno, permite incrementar las tasas de crecimiento y adelantar el momento de utilización de los recursos, lo que resulta particularmente beneficioso a fines de invierno.
Por su parte, el Ing. Agr. Héctor Sánchez brindó una explicación detallada de la "Fertilización de soja y maíz en el noroeste argentino" y aseguró que la región del noroeste "sufre diferentes condiciones edafo-climáticas".
Asimismo comentó que las principales deficiencias nutricionales de la región son el Nitrógeno y el Potasio y que "no se encontró respuesta al agregado de S, salvo nichos muy puntuales".
Por último sugirió a los productores "usar Potasio pensando en un esquema de rotación de al menos tres cultivos, aprovechando su residualidad" y "ser cuidadosos en el uso de Azufre y considerar su uso en esquemas de alta producción como un elemento para una fertilización más balanceada y también en aquellos suelos de origen aluvional enriquecidos texturalmente en arena".

Un 35 por ciento del mercado mundial se abastece con maíz norteamericano
"Las labranzas conservacionistas, la mayor calidad de semillas, mayores densidades de siembra, mejor control de pestes y malezas, fertilización balanceada, riego y un mejor ajuste en el manejo de la fertilización nitrogenada son algunos de los principales avances en el manejo del cultivo de maíz que han ocurrido durante los últimos años". Así lo aseguró Achim Dobermann (foto), profesor de la Universidad de Nebraska de Estados Unidos, durante su presentación en el Simposio "Fertilidad 2005".
Dobermann realizó un completo análisis acerca de los avances en el manejo de nutrientes en sistemas de cultivos basados en maíz en el Medio Oeste de EE.UU. y señaló que en el cinturón maicero norteamericano, se cosechan anualmente 30 millones de toneladas de hectáreas, lo que equivale a un 35 por ciento del abastecimiento mundial.
De acuerdo con su análisis, los rendimientos de maíz promedio en EE.UU. aumentan a una tasa anual de 0,11 t/ha y destacó "los progresos tecnológicos actuales asociados con las mejoras en el manejo de cultivo y germoplasma probablemente aseguren una continuación de esas tendencias en los rendimientos promedios".
Y agregó: "sin embargo todavía existe una brecha significativa para explorar en la mayoría de los establecimientos y productores líderes ya cosechan rendimientos en el rango de 13 a 15 toneladas por hectárea".
Recomendó tres prácticas de manejo claves para maximizar los rendimientos de maíz y la eficiencia de uso de los insumos que incluyen: comprender y explorar el potencial de rendimiento de maíz optimizando la fecha de siembra, el híbrido y la densidad de plantas; ajustar la densidad de plantas, el uso de nutrientes; el riego para alcanzar rendimientos cercanos al potencial y al mismo tiempo mejorar la calidad de suelo a lo largo del tiempo.
"En los sistemas de maíz contínuo intensivos, la incorporación de grandes cantidades de Carbono y Nitrógeno en los residuos ha llevado a un significativo crecimiento de la materia orgánica del suelo en pocos años, lo cual muy probablemente ha contribuido al aumento observado en la eficiencia de uso de nitrógeno", dijo el especialista.
Sin embargo, aunque los rendimientos del maíz y la eficiencia del uso de nitrógeno fueron las mayores en el sistema maíz-soja intensivo, esta excelente performance fue alcanzada al costo de agotar las reservas de carbono y nitrógeno del suelo.
Al mismo tiempo, "se observó que en la rotación maíz-soja se produjo una gran remoción de nitrógeno de grano, menor entrada de residuos y un rápido ciclaje de residuos de soja a través de las fracciones jóvenes de la materia orgánica".
En su conclusión Dobermann señaló que "el crédito de nitrógeno atribuido a las rotaciones maíz-soja parece ser debido a la "minería" de las reservas del nitrógeno del suelo.
Por el contrario en sistemas que acumulan materia orgánica del suelo, se debería dar crédito a la eficiencia del nitrógeno del fertilizante agregado en aumentar el secuestro de nitrógeno del suelo y por lo tanto incrementar el abastecimiento del nitrógeno del cultivo a partir de fuentes nativas del suelo".¤

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