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Entrevista: "el sector agropecuario no debe temerle al presidente" cuando reina el autoritarismo  El economista Carlos Melconián abrió el paraguas respecto a la política del presidente Néstor Kirchner respecto al campo donde aseguró que si tiene que dirimir entre el pueblo y el sector agropecuario, no dudará en favorecer al consumo interno en desmedro de la producción, la exportación y cualquier avance de tecnificación que se pueda lograr por capacidad o mérito propio. |
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En el marco de la Jornada Soja NOA 2006: Para planificar una buena cosecha y comercialización, el economista Carlos Melconián expuso sobre las perspectivas económicas del país trazando en la oportunidad un comprometido panorama para las actividades vinculadas al sector agropecuario, sobre todo, aquellas que tienen directa relación con la alimentación del mercado interno, y frente al "carácter impulsivo" demostrado por el presidente Néstor Kirchner. En la oportunidad, Revista Producción conversó con el economista que también mostró un carácter fuerte para pintar el futuro mediato del campo, al que consideró tremendamente entrelazado con las decisiones unilaterales del Estado en pos de que los números cierren según sus necesidades y que la inflación se dispare. Por eso -caracterizando al Presidente-, ironizó sobre su temperamento y navegó en el posible rumbo de la economía nacional con miras al segundo mandato del "Patagónico".
¿Qué lectura hace sobre la decisión del Gobierno de Néstor Kirchner de prohibir la exportación de carne roja por 180 días? Creo que una medida de ese tipo habla a las claras de que lo mismo le puede pasar a cualquier otro sector porque el Presidente está decidido a dirimir a favor del consumo interno antes que apoyar la exportación, más aún cuando el producto tenga relación directa con los alimentos, la pobreza y el poder adquisitivo. ¿Hay que temerle a este Gobierno porque obra sin previa consulta? No, temerle no. El sector agropecuario argentino no debe moverse con miedo frente al mandatario o sus funcionarios, sino que debe sentarse a hablar porque hay cosas en las que el gobierno no va a querer ceder pero igual se deberá hacerle entender como funciona el agro y la ganadería. ¿Habrá crecimiento en el campo argentino este año? Estoy seguro que sí porque el clima ayudó bastante en algunas regiones. Probablemente en la suma de los distintos productos todo mejore en el plano rural, aunque con un nivel de cosecha menor que la del año pasado en algunos segmentos donde la lluvia se hizo desear. El Gobierno quiere crecer nueve por ciento este año, ¿es factible? Sí, pero ir por el nueve de crecimiento significa que el consumo local deberá ser mucho más fuerte que el de los años anteriores, bajas en el desempleo, subas de salarios y créditos que apuntalen el consumo. Pero todos esos factores podrían embromar a la inflación al ser ésta una inflación de demanda. ¿Cree que la carne bajará y si lo hace, mantendrá en los próximos meses bajo su valor? La carne, si baja será por orden y decisión firme del Gobierno ya que hay más gente que quiere el producto argentino en Europa y la demanda está firme con un stock acotado. ¿Cómo ve a Kirchner desde el punto de vista estructural? Desde el punto de vista estructural, hay cuestiones muy relevantes que van a continuar y como dato preciso menciono el desenvolvimiento muy particular del Presidente en cuanto a las decisiones a adoptar, donde quiero aclarar que continuará con igual tónica por que aún quedan cosas por hacer en materia de inflación, pobreza e indigencia y capacidad de consumo. ¿Cree en el control de precios? El control de los precios minoristas no va a funcionar por mucho tiempo, porque a pesar de que en el primer trimestre dio signo positivo, a la larga este tipo de medidas siempre fracasaron. Es cuestión de tiempo. ¿Hasta fin de año qué le depara a los sectores productivos? Los productores, industriales y exportadores argentinos este año no van a vivir la fiesta del 2003-2004, o la de 1997 y 1998; pero tampoco sufrirán la malaria del 2001-2002, ya que será un año de transición pero lo bueno es que no habrá ni default, ni corridas bancarias o devaluación (bromeó). ¿El Gobierno está conforme con lo hecho hasta aquí? Kirchner no está conforme con lo logrado por su gobierno porque la pobreza baja muy poco, además suben los precios de los alimentos -se encarece el consumos a los humildes- y porque no mejora la distribución de la riqueza. Sucede que hoy los datos de distribución dan cuenta de que son los mismos que en 2002, la pobreza e indigencia está como en la hiperinflación de Raúl Alfonsín, y que el Indice de Precios al Comsumidor (IPC) subió 65 puntos cuando los alimentos aumentaron un 170 por ciento. ¿Pero los productores no son los culpables de esa situación? No, pero cuando tenga que dirimir, Kirchner lo hará en favor del mercado interno, porque es un presidente tiempista que se mueve según el temperamento con que se levantó y que sabe que cuando presionó a Shell, bajó sus precios, igual hizo con Coto; y ahora lo hace con los ganaderos. Entonces seguirá por ese rumbo, porque si cuando grita le va bien y la gente lo apoya, tiene que estar loco para no seguir por ese camino. ¿Cuál es la meta del Presidente para este año? El Presidente de los argentinos quiere para este año tres nueves: nueve de crecimiento; nueve en desempleo; y nueve en inflación. De esos tres índices el más costoso será el de la inflación, ya que seguramente estará por arriba de los 10 puntos; mientras que el desempleo, sumando los planes Jefes y Jefas, probablemente llegue este año a un dígito. Pero la realidad dice que la pobreza no baja, los alimentos se encarecen y la distribución de los ingresos no mejoran. Lo peor de todo es que no hay nadie que le diga que las tres cosas no se pueden juntas.¤ Dentro de la conferencia ofrecida en la Sociedad Rural de Tucumán, el economista Carlos Melconián sostuvo que el Gobierno nacional no quiere inflación del 12 por ciento y mucho menos que los alimentos estén 20 puntos arriba, además de exigir que el desempleo caiga. En ese contexto Néstor Kirchner sufre críticas porque han cambiado pocas cosas de la década de los 90, con un Estado fuertemente intervensionista, moderadamente nacionalista, distribucionista, no socialista ni expropiador, pero sí extractor, donde se acabó la epopeya del tigre exportador. "Lo peor de todo -dijo- es que hoy todas las decisiones están centradas en una sola persona que hace a la vez de Presidente, Ministro de Economía, Canciller y Ministro de Trabajo. Como ex gobernador de provincia, el mandatario tiene cancha y calle para manejar la caja chica, la inversión y el apriete, pero no conocer nada en política internacional ni de macroeconomía. Eso es preocupante para los sectores productivos", subrayó.¤ |
 Por Fabián Seidán, de Producción |
