Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA


EL ROL DEL NUTRICIONISTA


Si nos referimos al explosivo avance que tuvo la producción animal, y en especial la avícola, en los últimos 30 años, el 80% se lo debemos a LA GENETICA, sin duda, y el restante 20% a LA NUTRICION.
Si bien los resultados son más que sorprendentes, el hacer una dieta que produzca la máxima tasa de crecimiento o de producción es algo que siempre supieron como hacer los nutricionistas.
Existe muy poca evidencia científica que indique que los requerimientos nutricionales modernos sean diferentes que los de hace 30 años, pero eso sí, el animal actúan come más alimento y crece más rápido, requiriendo en proporción una menor cantidad de calorías totales consumidas para su mantenimiento corporal, resultando así una mejora en la eficiencia.
En donde se aprendió mucho en estos años mencionados, es en términos de requerimientos específicos para cada nutriente, sobre el contenido y disponibilidad de un creciente número de ingredientes en las dietas.
Antaño se sabía, que la incorporación de variados nutrientes como grano de cereal, harina de alfalfa, aminoácidos sintéticos, etc, ayudarían a lograr el máximo rendimiento, si bien no se conocían las razones, se intuía que era positivo y que funcionaría con éxito. Hoy en día una dieta bien balanceada es sólo el 10-20% mejor que una dieta antigua, es más se puede deducir que esta mejora se debe a la técnica de peletización del alimento, y no a otra cosa.
El rol del nutricionista es reducir costos, mejorar las ganancias, y no mejorar el rendimiento, eso es el rol del genetista, ya que este provee el potencial productivo estableciendo el umbral máximo de producción.
El susodicho es quien debe explotar este potencial para sacar la mayor rentabilidad de la operación.
Actualmente existen cientos de alimentos con infinitas combinaciones de ingredientes, todos permitiendo la máxima productividad, o mínimos costos, no obstante, sólo una dieta resultará con la máxima relación costo/beneficio. Este sinnúmero de combinaciones y proliferación de dietas, sólo pueden ser posibles gracias al amplio conocimiento que se ha alcanzado en el campo de la nutrición.
La flexibilidad de las dietas, es otro punto a favor con que se juega, ya que permite hacer cambios inmediatos en respuesta a las necesidades de producción actuales, ya sea porque existe una sobreoferta del producto y el mercado está en baja, en donde se alimenta con raciones baratas al lote para demorar su salida/terminación sin grave perjuicio, y una vez disipado el inconveniente se acelera el proceso, con las de alto rendimiento, que sin duda no son baratas, pero compensan con una mayor producción en corto tiempo, logrando mantener o retener el consumo, que de otra manera, puede buscar otra fuente de alimento sustituta.
Según el Dr. Dunley-Cash (USA) AVICULTURA PROFESIONAL /96, al genetista y al nutricionista se los debe comparar con un diseñador de autos y su piloto.
El papel del diseñador es lograr un auto ganador, bonito, de líneas armónicas, equilibrado, ágil, que corra a la velocidad más alta posible, cuando las condiciones así lo exijan, y en lo posible económico.
El del piloto, es usar el auto y ganar la carrera, y para ello, sólo en determinadas condiciones lo exigirá a full; si la pista está resbalosa el piloto reduce la velocidad para no despistarse, y si el día de la carrera está caluroso, reducirá las revoluciones del motor para evitar sobrecalentamientos innecesarios, además sabe que ir punteando y exigido, es quizás para fundir motor y no llegar, no es lo aconsejable.
Un piloto prudente arriesga sólo cuando es necesario y sabe, que es mejor llegar segundo, que no llegar.
En una carrera, el auto no puede ser cambiado, y sólo el piloto es el capacitado para hacer los cambios necesarios, de acuerdo a como se va presentando la carrera de manera de maximizar las oportunidades para ganar.
La aplicación del mejoramiento genético ha sido muy efectiva para conseguir una mayor eficiencia productiva, pero el impacto genético es a largo plazo, y difícilmente pueda ser alterado hasta que no se cambie por otra línea entera, con mejores condiciones.
La contribución del nutricionista es esencial, ya que mientras el potencial genético permanece durante todo el año, puede hacer modificaciones diarias, semanales, mensuales, en la formulación de alimentos, en respuesta a cambios de ingredientes, de acuerdo a su existencia o permanencia en el mercado, cambios de precios, etc, para maximizar las ganancias sin perder el objetivo de cubrir los requerimientos o necesidades del animal evitando carencias o restricciones en sus distintas etapas de normal crecimiento y desarrollo.
Por ello el piloto es fundamental ya que un pequeño margen de error, por negligencia, desconocimiento, interés netamente comercial, no sólo hará que se despiste, sino, que en vez de subir al podio, lo tengan que ir a juntar en cucharita en el lugar donde se estrelló, pero no al piloto, que sería lo lógico, ya que fue él, el irresponsable que se arriesgó de más, sino a su auto, que tanto le costó a Ud., querido amigo productor, dueño de la escudería, para seguir en estos términos tuercas.
Tenga cuidado de los pilotos avezados, que prometen y arriesgan mucho, con máquinas ajenas, que sólo buscan el lauro personal, sin importarle, el coche, ni la escudería.
Todos por naturaleza somos exitistas y nos gustan las grandes marcas de fama internacional con muchos laureles en su haber, no nos gusta que nos llenen la cabeza con halagos imposibles de no escuchar, pero a la hora de la verdad, sólo les interesa el triunfo, cueste lo que cueste, así es como van y vienen en este mercado tan difícil que es el norteño, donde hay que ser muy baqueano, (para no descarrilar el sulky), sin ganar un sólo amigo, que dicho sea de paso lo llaman "cliente". Separándolo uno del otro, cuando aquí sólo se le trata al amigo, pues aducen que en los negocios hay que dejar la amistad de lado. Motivo de sobra, para darnos cuenta cual es el fin que persiguen, le usan el auto, se lo manosean y cuando se lo funden se lo dejan al costado de la ruta sin llamar ni siquiera al auxilio, total, ellos conducen nada más, no tienen por qué saber ni de mecánica, ni de mínima ética profesional, disimulando así su incapacidad e irresponsabilidad.
Lo mismo, ocurre con algunos personajes, que aparecen de vez en cuando por estos lares, con fama de doctores-nutrólogos, de título dudoso, que encandilan al más pícaro y cuando se descuida, le funde el auto.
Sea sincero con Ud. mismo no hace falta que me agradezca, me dé la razón, o que me odie más de la cuenta por lo que le saco a relucir, sólo le pido, que no se deje engañar, a no ser, que tenga varios autos en su cochera, y sobre todo, no le importe perderlos. Hasta la próxima carrera.

por Ing. Eduardo F. Montiel
Dpto. AsesoramientoTécnico
Establecimiento San Lorenzo
San Lorenzo 1465
Tel: (54-81) 330082-234999









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