CITRICULTURA: BUSCANDO EL DULCE
Para el sector citrícola argentino el ´95 no fue un año agrio. Las colocaciones externas de fruta fresca crecieron de tal forma que equipararon la perfomance de épocas de esplendor. Con casi 17 millones de bultos, los "jugueros" no solo tuvieron un repunte en los precios internacionales sino que, además, pudieron reabrir mercados que venían en declinación como el del sudeste asiático. Según las estadísticas de Federcitrus se exportaron 7,3 millones de bultos que contenían limones, 4, 7 naranjas, 2,3 pomelos y 2,2 mandarinas. La suba general, respecto de la temporada ´94, fue del 10 por ciento.
El ránking por empresa lo lidera la tucumana San Miguel con el 16 por ciento del global exportado. Le siguen, Expofrut (13%), Trapani (7,2%), Pindapoy (6,1%), la Cooperativa Chajarí (5,9%), Argencitrus (5,7%) y Citruvil (4,7%).
Hay un dato de coyuntura en la producción mundial que explica el comportamiento alcista en el circuito internacional de fruta cítrica. Es la espectacular merma que registran las cosechas de los Estados Unidos y, especialmente, España. Se sabe, fruticultores españoles vieron decrecer su tradicional producción limonera de un 30 a un 40 por ciento.
Las ventas al sudeste asiático también observaron una fuerte suba durante esta campaña.
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