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Dic (2018)/Ene 2019


Congresos

es hora de realizar una gran transformaci贸n en la agricultura de am茅rica latina y el caribe

Revista PRODUCCION: es hora de realizar una gran transformaci贸n en la agricultura de am茅rica latina y el caribe
 
Revista PRODUCCION: es hora de realizar una gran transformaci贸n en la agricultura de am茅rica latina y el caribe
 

Se realiz贸 la primera edici贸n de la "Semana de la Agricultura y la Alimentaci贸n: desaf铆os futuros para Am茅rica Latina y el Caribe", entre el 20 y el 23 de noviembre, en Buenos Aires, Argentina, con un llamado a transformar la agricultura y el mundo rural para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenibles.


La Semana fue organizada por la Secretaria de Agroindustria de Argentina, la Organizaci贸n de las Naciones Unidas para la Alimentaci贸n y la Agricultura, (FAO) y m谩s de 30 socios y organizaciones del mundo privado, p霉blico, acad茅mico, rural, productor y de la sociedad civil.


"Si uno se pone a pensar en lo que representa Am茅rica Latina y el Caribe para el futuro de la alimentaci贸n, en definitiva si uno puede encontrar un camino para organizar la gran potencia que tiene el continente, puede ser una de las principales soluciones al problema del hambre y la malnutrici贸n a nivel global. Argentina puede ser un actor clave en este proceso" dijo el Secretario de Gobierno de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere durante la inauguraci贸n del evento.
Este gran foro regional ha reunido a m谩s de mil personas para impulsar la seguridad alimentaria en la regi贸n, el desarrollo agr铆cola y rural, la innovaci贸n tecnol贸gica en el campo y una nueva econom铆a agroalimentaria resiliente al cambio clim谩tico.

La agricultura que queremos
"Quiero partir agradeciendo a la Secretar铆a de Agroindustria del gobierno de Argentina, y a su titular el Se帽or Secretario de Gobierno don Luis Miguel Etchevehere, por haber hecho posible la realizaci贸n de esta primera edici贸n de la Semana de la Agricultura y la Alimentaci贸n, aqu铆 en Buenos Aires. No es casual el momento ni el lugar, a menos de una semana que en este mismo edificio se re霉nan los jefes de estado y de gobierno de las 20 econom铆as m谩s poderosas del planeta. 隆Muchas gracias se帽or Secretario!", comenz贸 su discurso el Dr. Julio Berdegu茅, representante regional de la FAO para Am茅rica Latina y el Caribe.
Y continu贸: "Agradezco muy especialmente, a las 32 organizaciones que se unieron a la convocatoria del gobierno argentino y de FAO y que han sido nuestros socios en la preparaci贸n de esta Semana. Son 32 entidades que representan la diversidad de la agricultura, la alimentaci贸n y el desarrollo rural: servicios y dependencias de gobiernos nacionales; agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas y del sistema interamericano; movimientos sociales y organizaciones del mundo ind铆gena y de la agricultura familiar; consumidores; asociaciones empresariales de la agricultura, de la agroindustria y de la distribuci贸n de alimentos; institutos cient铆ficos y tecnol贸gicos, centros de pensamiento, fundaciones y ONG. Ustedes, nuestros socios en esta Semana, han hecho posible que un millar de personas, representando a la totalidad de los pa铆ses de Am茅rica Latina y el Caribe, nos reunamos en Buenos Aires para dialogar, comparar experiencias y construir propuestas de futuro. Agradezco de manera muy especial a los 21 ministros y vice ministros, as铆 como a una cuantiosa delegaci贸n de parlamentarios, que han tomado tiempo de sus importantes agendas para venir a dialogar no solo con sus pares, sino con todos los actores de la agricultura, la alimentaci贸n y el desarrollo rural que estamos presentes en esta Semana. 隆Muchas gracias a todas y a todos!".


"Hace 70 mil a帽os los familiares m谩s pr贸ximos de los seres humanos iniciaron en el occidente de 脕frica una larga marcha que llev贸 a nuestra especie a poblar cada rinc贸n del planeta. Los impulsaba la b霉squeda de una alimentaci贸n suficiente y segura. La lucha por la seguridad alimentaria ha sido desde entonces un motor central de nuestra evoluci贸n social, econ贸mica, cultural y pol铆tica".
"En este devenir, la agricultura ha tenido varias transformaciones radicales, desde su forma inicial como una actividad que en poco se distingu铆a la de recolecci贸n y la caza. La domesticaci贸n de las plantas y animales que a霉n hoy en d铆a siguen siendo la base de la alimentaci贸n del planeta, ocup贸 7 mil a帽os a los primeros agricultores".
"Poco despu茅s se introduce el riego, la rotaci贸n de cultivos y la fertilizaci贸n de los suelos, innovaciones que condujeron a un formidable salto en la productividad de la agricultura y que permitieron la concentraci贸n de la poblaci贸n en ciudades de mayor tama帽o. De ah铆 a la escritura, a las matem谩ticas, a la poes铆a, a las formas complejas de organizaci贸n social, solo hab铆a un paso".


"En la Edad Media se realizan gigantescas transferencias de cultivos de una regi贸n a otra, incluyendo el intercambio entre China e India y Europa, el-Andalus y Europa y entre Europa y Am茅rica, dando un paso fundamental hacia una dieta universal sustentada en la base com霉n de un n霉mero limitado de plantas y animales".
"Saltando adelante varios siglos, la revoluci贸n industrial permite la mecanizaci贸n de la agricultura y el uso de fertilizantes y otros insumos sint茅ticos. Se logra la comprensi贸n cient铆fica de las leyes de la gen茅tica, que acelera y dar mayor precisi贸n a la pr谩ctica de mejoramiento de plantas y animales que los campesinos hab铆an practicado desde que las culturas ancestrales de Mesoam茅rica crearon el ma铆z mediante la selecci贸n de mutaciones y la introgresi贸n gen茅tica a partir del teosinte. Los agricultores del siglo 20 vencieron a las hambrunas que en la d茅cada de 1920 mataban cada a帽o a 821 personas por cada 100 mil habitantes, cifra que hoy es de 3 por 100 mil. De no haber sido por los agricultores revolucionarios del siglo pasado, hoy estar铆amos lamentando cada a帽o 61 millones de personas muertas por hambre. De ese tama帽o fue su conquista".
"Escuchamos con tanta frecuencia que la agricultura es una actividad del pasado y que el progreso consiste en superarla para dar paso a la manufactura y a los servicios. Todav铆a en su diccionario del 2001, la Real Academia de la Lengua defin铆a a lo rural como "inculto, tosco, apegado a cosas lugare帽as". Cuanta ignorancia la de los sabios de la lengua. 隆A lo largo no de las d茅cadas, ni de los siglos, sino de los milenios, ning霉n grupo social han sido tan y tantas veces revolucionario, como los campesinos y los agricultores!".
"Vivimos en una 茅poca en que la agricultura est谩 presionada a realizar una nueva gran transformaci贸n. Quiero ser preciso: no es solo que los avances cient铆ficos permitan una nueva transformaci贸n, es que los grandes dilemas de nuestras sociedades y de nuestro planeta, demandan una nueva revoluci贸n en la agricultura. El poder lograrlo es un asunto instrumental, el deber hacerlo es un asunto pol铆tico, de Pol铆tica con may霉sculas, y, sobretodo, 茅tico. El di谩logo en esta Semana de la Agricultura y la Alimentaci贸n, por tanto, no es solo sobre la transformaci贸n que es posible, sino sobre aquella que es deseable".
"Hace apenas tres a帽os hemos llegado a un acuerdo global sobre el sentido y la direcci贸n del desarrollo al cual aspiramos. La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible afirman que buscamos un futuro en que nadie se quede atr谩s. En esa agenda, la agricultura, los agricultores, las sociedades y los territorios rurales, figuran prominentemente".
"La transformaci贸n de la agricultura que nos corresponde realizar, es una que se haga cargo del hecho lacerante de que hoy, en pleno siglo 21, casi la mitad de la poblaci贸n rural de Am茅rica Latina y el Caribe, vive en condici贸n de pobreza rural y que uno de cada cinco habitantes rurales vive en pobreza extrema. ODS 1".


"La nueva revoluci贸n de la agricultura debe poder responder al hecho de que en esta regi贸n producimos alimentos suficientes para asegurar el consumo b谩sico de sus 646 millones de habitantes y a otros 169 millones personas en otras regiones del planeta. Sin embargo, 39 millones de nuestros conciudadanos sufren hambre, y la cifra viene aumentado desde hace tres a帽os. Nuestros cereales, oleaginosas, carnes, caf茅, cacao, verduras, frutas, jugos, vinos, az霉car se venden en cada rinc贸n del globo, y en este Jard铆n del Ed茅n 294 millones de personas, el 46% de la poblaci贸n, sufre alguna forma de malnutrici贸n. La revoluci贸n agr铆cola que necesitamos es una que erradique el hambre y que siente las bases de una alimentaci贸n que enriquezca nuestras vidas, no una que nos enferme. ODS 2 y ODS 3".


"Necesitamos una agricultura m谩s eficiente y m谩s competitiva, que contribuya al crecimiento econ贸mico que es indispensable para tener m谩s bienestar y m谩s oportunidades para toda la poblaci贸n. Esa mayor competitividad debe basarse en una mayor productividad y en el cambio t茅cnico. La competitividad basada en el trabajo mal pagado y de baja calidad, es un espejismo. Por ejemplo, en los sistemas alimentarios de nuestra regi贸n trabajan decenas de millones de mujeres, y alrededor de un 40% de ellas aportan a nuestra alimentaci贸n sin percibir ning霉n ingreso. Las estad铆sticas oficiales las clasifican en trabajo familiar no remunerado. No vemos esos niveles de trabajo familiar no remunerado entre los hombres que trabajan en el campo. 驴Podemos hablar de una verdadera revoluci贸n de la agricultura en el siglo 21, que reproduzca estas desigualdades de g茅nero? ODS 5 y ODS 8".


"Asistimos al fin de la econom铆a del petr贸leo. Incluso las grandes empresas de la industria de la energ铆a, se retiran del carb贸n y dirigen cuantiosas inversiones a las energ铆as renovables no convencionales. Y no es solo energ铆a, sino todo tipo de materiales hasta hoy derivados del petr贸leo, que deber谩n ser sustituidos en el futuro pr贸ximo, como condici贸n para que nos mantengamos dentro de l铆mites m铆nimamente tolerables de calentamiento global. El futuro es de la bioeconom铆a y la pregunta es si nuestra regi贸n ser谩 un actor central de esta industria emergente; ello demandar谩 un enorme esfuerzo de innovaci贸n, p霉blico y privado. ODS 7 y ODS 9".


"Las grandes transformaciones siempre acarrean efectos y dilemas distributivos. Nuestra regi贸n es ya el reino de la desigualdad en la tierra y no deber铆amos aceptar que la revoluci贸n agr铆cola que necesitamos, profundice esa condici贸n. Estamos presenciando en estos d铆as im谩genes de r铆os de gentes que huyen de los campos y de los pueblos de nuestra Am茅rica Latina y el Caribe, como si se tratara de zonas de guerra. Huyen de la desesperanza, de la falta de oportunidades, de la conjunci贸n de los efectos del cambio clim谩tico y de los ciclos econ贸micos y, sobretodo, del abandono del campo, o, mejor dicho, de ciertas partes del campo".


"Sabemos que a nivel mundial el crecimiento econ贸mico en la agricultura y en el mundo rural, tiene m谩s impacto en la creaci贸n de oportunidades para los m谩s pobres que el crecimiento econ贸mico en la industria y los servicios y en las grandes ciudades; eso es cierto en Asia y en 脕frica, pero es menos cierto en Am茅rica Latina y el Caribe. La transformaci贸n de la agricultura que nuestra generaci贸n debe realizar, tiene que proponerse cambiar esta ecuaci贸n entre crecimiento y desigualdad. La FAO hace un fervoroso llamado a aprovechar la D茅cada de la Agricultura Familiar recientemente declarada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, para reconocer que la agricultura del futuro debe ser con los agricultores familiares y campesinos, y no sin ellos y menos a霉n contra ellos. ODS 10".


"Si algo es totalmente claro, es que la nueva agricultura debe asentarse en una nueva relaci贸n con la naturaleza. En ALC casi el 50% de las tierras agr铆colas est谩n afectadas en alg霉n grado por la erosi贸n del suelo superficial, y entre un 15% y un 25%, dependiendo de la subregi贸n, tienen niveles severos de erosi贸n. Es por eso que en nombre de la FAO quiero saludar y agradecer la decisi贸n del gobierno de Argentina de poner en el centro de la agenda del G20 bajo su presidencia, el manejo integral y sustentable de los suelos.


Una nueva relaci贸n con la biodiversidad, porque no tiene ning霉n destino ni ser谩 competitiva una agricultura cuya producci贸n o productividad lleve impl铆cita el deterioro de los ecosistemas o la degradaci贸n de las pesquer铆as. No es solo un asunto de que hoy hay nuevos est谩ndares respecto de lo que es o no es aceptable en materia ambiental, es incluso un asunto de econom铆a: no nos extra帽emos de perder mercados si el consumidor de los alimentos que producimos est谩 obligado a aceptar la desaparici贸n del Seraf铆n del platanar ecuatoriano, el gato mont茅s sudamericano o la vaquita marina del Mar de Cort茅s en M茅xico, especies en riesgo de extinci贸n debido en buena medida a la expansi贸n de la agricultura, la ganader铆a o la pesca. ODS 14 y ODS 15".


"Uno de los mayores desaf铆os que enfrenta la transformaci贸n de nuestra agricultura es su efecto sobre el cambio clim谩tico. La agricultura emite el 42% de los gases de efecto invernadero que los latinoamericanos y caribe帽os aportamos a la atmosfera cada a帽o. Esta es una cr贸nica de una muerte anunciada. En los pr贸ximos a帽os vamos a tener que producir 70% m谩s alimentos para satisfacer la demanda de una poblaci贸n de 9 o 10 mil millones de habitantes, pero debemos hacerlo reduciendo en 70% la cantidad de gases de efecto invernadero. El futuro pertenece a los pa铆ses que realicen esta ecuaci贸n: 70% m谩s alimentos, con 70% menos emisiones.


驴Seremos en Am茅rica Latina y el Caribe parte de este grupo? No es algo que suceder谩 en autom谩tico".
"Y ya que hablamos de 70%, aqu铆 hay otro desaf铆o: tenemos que reducir radicalmente la huella de agua de nuestra agricultura, que hoy consume alrededor de 70% del agua fresca de nuestra regi贸n. Hay pa铆ses latinoamericanos que son potencias agroexportadoras, en los que en el 23% de los municipios, el agua de consumo humano se reparte racionada en camiones municipales. 驴Nos podemos imaginar que esto no va a ser castigado por las sociedades, por los gobiernos y por los mercados m谩s temprano que tarde? ODS 6 y ODS 13".
"Necesitaremos impulsar grandes cambios para lograr una agricultura con estas caracter铆sticas. Somos optimistas: los agricultores, los campesinos de cada rinc贸n del planeta han sido desde siempre, quiero insistir, constructores de transformaciones muy profundas. Estas revoluciones agr铆colas de la historia han expandido el bienestar y las oportunidades de cientos de millones de personas".


"Pero este es un mundo m谩s complejo, donde a la agricultura ya no se le pide solamente cumplir su funci贸n social elemental de asegurar la alimentaci贸n de la poblaci贸n. Ning霉n actor lo har谩 por s铆 solo, y por eso es que esta Semana es un espacio de di谩logo inter-sectorial y entre actores muy diversos. La construcci贸n de alianzas y coaliciones, ODS 17, comienza por el di谩logo".


"Ya no importa solamente el resultado, tambi茅n es importante el c贸mo producimos, procesamos, comerciamos, distribuimos y consumimos los productos de la agricultura, y con qu茅 consecuencias en dimensiones del desarrollo como la salud, la sustentabilidad y la resiliencia ambiental, y la inclusi贸n social. Por ello es importante entender que la revoluci贸n agr铆cola de nuestra era deber谩 ser ante todo una revoluci贸n 茅tica, es decir, un realineamiento de la forma de producir con las mejores aspiraciones y valores de las sociedades contempor谩neas. Es a este di谩logo que los hemos convocado en esta Semana de la Agricultura y la Alimentaci贸n".

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Portada de la Edición correspondiente a esta nota Esta nota fue publicada en las páginas Nº 30, 31, 32 y 33 de la edición digital de la revista de Diciembre (2018) / Enero 2019.
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