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En búsqueda de estrategias sustentables para dar respuesta a la demanda de energía continua, investigadores del INTA identificaron dos especies de termitas nativas del NEA que pueden degradar celulosa para la generación de biocombustible. Su utilización abarataría en gran medida los costos que implica el proceso de degradación de biomasa que hoy se obtiene a través de cócteles comerciales de alto valor. "Hay varias etapas para transitar desde el comienzo del procesamiento de la biomasa de residuos de la agricultura hasta la producción del bioetanol", señaló Paola Talia, directora de la investigación, y expresó: "Por el momento, evaluamos la actividad enzimática y la diversidad bacteriana presente en el intestino de las termitas nativas que nos sirve de base para identificar genes involucrados en la degradación de la lignocelulosa, principal componente de la pared celular de las plantas". La obtención de enzimas purificadas que tengan esa capacidad facilitaría el proceso de obtención de biocombustibles ya que "los cócteles enzimáticos comerciales que se aplican sobre las biomasas son de costo elevado. Al obtener nuevas enzimas podríamos abaratar el tratamiento de hidrólisis que sirve para transformar las estructuras complejas de la celulosa en simples como la glucosa que luego se fermenta y se obtiene etanol", explicó Talia.

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