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Ene (2025)/Feb 2025



Hace 6 años que el citrus viene de crisis en crisis. Hay que trabajar en serio y ser competitivos.

El productor taficeño Alejandro Trápani expresa su preocupación por el drama social que se vive en Tucumán, luego de la salida de 15.000 hectáreas productivas. La baja de Retenciones es una ayuda, pero insiste en trabajar sobre la presión impositiva y mantener reglas de juego iguales y claras.

Revista PRODUCCION: Hace 6 años que el citrus viene de crisis en crisis. Hay que trabajar en serio y ser competitivos.
 
Revista PRODUCCION: Hace 6 años que el citrus viene de crisis en crisis. Hay que trabajar en serio y ser competitivos.
 
Citricultores consultados estiman que, desde hace 6 años, el sector viene caminando entre crisis. Y ahora transcurre una de esas etapas, con el agregado de un fuerte impacto productivo y social, que se veía venir y poco se hizo para proteger a los sectores impactados. Unas 15.000 hectáreas, aproximadamente, dejaron de producir fruta, tanto fresca como para industria. En muchas de esas fincas las plantas fueron arrancadas, en la mayoría se reconvirtió la actividad agrícola invirtiendo en sectores nuevos, pero también hay áreas periurbanas volcadas a los desarrollos inmobiliarios.
Y esta falta de limones se tradujo en precios alocados de venta al consumidor. Se cotizó a $ 4.500 el kilogramo de fruta fresca en Tucumán (más cara que la cereza); en nuestras verdulerías se vendía a $ 500 un limón. En Buenos Aires el kilogramo valía hasta $ 8.000. Valores de locura.
Ante tamaño estado de crisis en la citricultura local, dialogamos con el productor Alejandro Trápani, oriundo de Tafí Viejo, para tener su visión sobre el presente del sector y los caminos y acciones que habría que adoptar para tratar de mejorar este contexto.

En el sector hay unas 15.000 hectáreas menos. ¿Se reconvirtieron?
Esta crisis derivó en muchas cosas. Tenemos fincas donde las plantas fueron arrancadas; otras se volcaron a hacer palta, naranja, caña de azúcar (la mayoría) y nueces Pecan. También hay quienes hicieron loteos en las fincas más periurbanas, y hasta algunos volvieron a plantar limones dejando su actividad granaria anterior.

¿Qué panorama proyecta?
En el sector industrial tienen buenas expectativas. La reducción de las Retenciones beneficia a los derivados de la citricultura: los jugos y los aceites. Parecería que será un buen año. Sabemos que desde la industria contactaron a pocos productores; esperamos que mejoren esos diálogos y se transformen en contratos de comercilización y precios acordes.
Acabamos de pasar una etapa en Buenos Aires donde se vendía a $8.000 el kilogramo de limón, precios que a Tucumán nunca llegaron.
El clima viene con lluvias escasas (al jueves 24 de enero de 2025), pero se esperan precipitaciones interesantes, veremos qué sucede. En mi caso fertilicé; estaremos atentos a ver cómo responden las plantas. Pero tengo colegas que regaron, pero sólo lograron sacar de sus plantas entre 3 y 4 bandejas de fruta, que no les alcanza para nada. Los campos sin riego están complicados, mientras que los campos cuidados están algo mejor.
Otro problema es el precio; no sabemos a cuánto llegará. Los interrogantes pasan por saber si la industria pagará el valor necesario para tener la fruta que necesitará.
Por las dudas recomiendo ir analizando alternativas. Pero falta tiempo de desarrollo de esta campaña.

Son varios años seguidos de crisis en la citricultura local.
Hace unos 6 años que venimos mal, se hablaron todos estos temas, las autoridades mostraron alguna inquietud, pero no hubo avances concretos. Ahora estamos con estos graves problemas encima.
Los viejos productores ya nos decían que la citricultura no venía siendo un negocio rentable.

¿La baja de Retenciones es algo bueno?
Es una ayuda. Pro hay que trabajar, de una vez por todas, en varios aspectos: a) menos presión impositiva, b) iguales reglas de juego, c) ¿por qué no implementar un “dólar-limónâ€, como sí hubo un “dólar-sojaâ€, donde nos pagaban con reintegros sobre las retenciones a las exportaciones.
Recordemos el impacto que tuvieron en el agro las crisis internacionales del cobre y de la urea, cuando también otros insumos aumentaron en dólares.
Por ello, entiendo que debemos ser competitivos, es necesario. Pero a todas nuestras problemáticas hay que trabajarlas como un todo.
Cuando se demandaba mucho limón se generaba una alta carga de mano de obra. Hoy, en cambio, tenemos un grave problema social: hoy, esa persona que trabajaba en el citrus tiene muy pocas salidas laborales, o sea que tiene muchas dificultades para llevar el sostén diario alimentario a su grupo familiar. Son todos problemas que debemos abordarlos.

Hay que tomar las decisiones acordes.
Las estrategias y las políticas no deben ser aisladas. Lo saben los empresarios y las autoridades políticas.
Antes, nuestra producción iba todo a la venta. Hoy, lo primero es exportar. Tenemos que trabajar teniendo en claro que hay una falla en nuestra actividad. Existe una problemática, por lo que hay que trabajar las soluciones.
Recordemos 2018, cuando fue el boom exportador de limones a Estados Unidos. Después todo pasó. Y hoy, ¿cómo estamos? Nuestros competidores crecieron, mucho, y siguen avanzando.

Por: Daniel A. Vaca


Portada de la Edición correspondiente a esta nota Esta nota fue publicada en las páginas Nº 10 y 11 de la edición digital de la revista de Enero (2025) / Febrero 2025.
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