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Ene/Feb 2011


Soja

En Santiago del Estero, la soja seguirá mandando

Entrevista: Daniel Llebeili

Sin problemas de "picudo negro" y con el acompañamiento del clima -las lluvias empezaron a ser importantes desde septiembre/octubre y noviembre también-, el productor de granos del sur de Santiago del Estero, encara una nueva campaña de soja -y de sorgo, maíz, y algodón- con las mejores perspectivas, esperando que la denominada "Niña" no sea tan malévola con el campo, para terminar de redondear un año bueno, si se suma la excelente campaña que hubo con el trigo en el invierno.

Y es que mientras en la zona núcleo el país el clima no favoreció mucho al trigo -hubo una baja importante en la siembra de 3 millones de hectáreas por problemas de sequías y el tema de las retenciones- en la zona de Bandera y Quimilí, por nombrar algunas, lo levantado, estuvo a la altura de las previsiones del hombre de campo. En tanto, en Tucumán, la necesidad de rotar con maíz y la demanda de tierras para plantaciones de caña encontraron en la soja, como la variable de ajuste. Es así que la superficie que se sembrará esta temporada con la oleaginosa cederá al menos 20.000 hectáreas, de manera que se espera una caída de la producción del cultivo.
Revista Producción conversó con productores de la zona sur de Santiago del Estero, quienes se refirieron a las perspectivas de la campaña y a la posibilidad de acompañar con otros cultivos teniendo en cuenta los buenos precios que hoy se ofrecen en los mercados.
Uno de ellos, Daniel Llebeili, productor de la zona de Añatuya (General Taboada) reconoció que actualmente Santiago del Estero se encuentra en una privilegiada posición en el NOA en cuanto a producción de soja, al ser considerada la quinta productora del grano en el país y contar además con una planta de biodiesel. Por eso, y en un año marcado por la posibilidad de una campaña seca por el pronóstico de la "Niña", los agricultores de la zona ajustaron sus estrategias productivas de la oleaginosa para que no los sorprenda el fenómeno climático. Y una de las medidas que asumieron fue retrasar las siembras. En el sur santiagueño el esquema de manejo agronómico incluye siembras tardías con genética localmente adaptada, lo cual es muy importante en un año que promete escasas lluvias en el verano.
En la zona, donde se hizo trigo en el invierno por las buenas condiciones del suelo y del clima, sostuvo, que los productores optaron por iniciar las siembras después de la primera semana de diciembre, con grupos de madurez VI, VII y VIII. Se dejaron las siembras tempranas con grupos cortos, priorizando rindes medios, que son más estables y seguros.
En Bandera, Quimilí y Añatuya, por ejemplo, la soja de esta zona se hace sobre rastrojos de maíz y trigo -excelente cobertura-, que este año pintó bien en la zona de Bandera, con rindes que superaron los 2.500 kilos por hectárea.
Asimismo aclaró que sobre el rastrojo de trigo se ubicará a las sojas de períodos más largos, dando tiempo a que el suelo se recargue de agua antes del período de llenado de granos.
Este año la soja arrancó con todo, hay buenas proyecciones y nadie quiere perder el "tren", por eso los productores tomaron sus precauciones frente a un año que amenaza con complicaciones de agua. Por eso, todos saben que el manejo, hará la diferencia en los lotes.
Todos sabemos que hay zonas o regiones que son las que más aportan en materia de soja, una de ellas es la provincia de Córdoba, otra es Santa Fe y el norte de Buenos Aires; que son las grandes productoras de soja, pero el Noroeste argentino de a poco, comenzó a erigirse como una zona interesante con Santiago de Estero, Salta, Tucumán y también el NEA, con Chaco, principalmente.
En el campo santiagueño a partir de lo últimos días de noviembre se comenzó a preparar los suelos aprovechando especialmente la cobertura que había dejado el trigo, que en Quimilí, Bandera y Añatuya se hizo mucho. Además, se aprovecharon las precipitaciones que fueron buenas, particularmente en octubre, aportando buena humedad al suelo. Algunos hablan de 200 a 300 milímetros que, para empezar, es un milimetraje importante en la zona.
Este año, además de soja, se hará maíz sorgo y también algodón, este último era un cultivo que antiguamente se hacía en la zona pero por el bajo precio y las enfermedades y plagas se dejó de hacer. Ahora, el productor santiagueño volvió a mostrar interés ya que el algodón no sólo recuperó precio, sino que también tiene mercado y encima existe apoyo el Estado que incentiva la producción algodonera en el campo.
En lo que hace a sorgo, se hace muy poco porque la rotación no conviene. Hasta el año pasado el precio era bajo, y el maíz, si bien tampoco tiene la ventaja que ofrece hacer soja, no se puede negar que es muy recomendable hacerlo para evitar saturar la tierra con el monocultivo de soja.
En el sur santiagueño, sobre todo el productor, está muy contento porque a diferencia de otras zonas se hizo mucho trigo porque había mucha humedad en el suelo y entonces ahora hay mucho rastrojo de trigo para hacer soja, eso ayuda también a la rotación.
"Con el trigo no se gana, se recupera lo invertido, hay una ganancia menor, pero mejora el suelo y corta el monocultivo de soja. Pero en la próxima campaña sojera, el rendimiento será mayor y por ende, lo que no se ganó con el trigo se ganará con la soja".
Se espera una buena campaña tanto en soja como en maíz y algodón, puesto que en el departamento General Taboada no hay problemas con el picudo, la maleza se puede controlar bien y en las últimas campañas no hubo enfermedades como roya, para lamentar grandes pérdidas. En todo caso, sí mencionó que hay algunos problemas con langostas pero que se pueden controlar.
Llebeili destacó además que el productor santiagueño dueño de su campo -no arrendador- es muy conciente y cuida su tierra. Por eso intenta hacer ó el 30 ó el 50 por ciento de rotación por año de soja sobre maíz, soja sobre trigo, o maíz sobre trigo. En sí -dijo-, se tendría que hacer un 50 por ciento e ir alternando la rotación, un año sobre una de las superficies y al otro año la que no rotó. La rotación hace que se produzca una cobertura importante en el suelo y lo prepara de manera que en la próxima campaña se obtiene hasta un 15 ó 20 por ciento más de rendimiento que si no se hubiera hecho la rotación. El año pasado se sacaron 2.800 kilos por hectárea en algunas zonas, cuando en la campaña anterior alcanzó apenas los 2.000 kilos y cuando ocurrieron las secas de 2008, apenas se levantaron 500 kilos.
Para el productor, hacer soja de primera depende de cada uno, ya que hay productores que prefieren poner la semilla de acuerdo a sus necesidades y a sus tiempos. Algunos prefieren los de ciclos cortos, otros los ciclos largos, pero siempre se empieza en diciembre porque el régimen de lluvia es el ideal. La siembra fuerte será a fines de diciembre, se espera el final de la última quincena.
Un dato final que dio Llebeili es que un número importante de la tierra cultivada en la zona son arrendadas a productores y empresarios que ingresaron al negocio de la soja por el buen precio del grano. Muchos son santiagueños, pero también hay salteños, tucumanos, chaqueños y cordobeses.

El panorama en Tucumán
Se sabe, por lo que dicen los productores, que la soja en Tucumán no podrá aprovechar las buenas perspectivas comerciales este año debido a que, por culpa de plagas como el picudo negro, deberá resignar terreno este año.
Y eso le da prioridad al maíz, cuya siembra en Tucumán se inicia siempre a partir del 10 de diciembre. Los productores están decididos en volcarse a este grano que tiene hoy por hoy dos características, siendo una buena y otra mala: la buena, que servirá para rotar la tierra y evitar otro año de soja sobre soja; y la mala, es que el maíz arroja un volumen por hectárea que casi duplica el de la soja, por lo tanto, requiere de un mayor gasto en fletes. Sobre este tema, el jefe de la sección Granos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, Mario Devani, reconoció que en la campaña pasada de soja en Tucumán se sembraron 274 mil hectáreas (o sea un 7 por ciento menos que la temporada anterior), y se cosecharon 850 mil toneladas de dicha oleaginosa. En esa última campaña, los rendimientos promedios estuvieron en el orden de los 3.100 kilos por hectárea. Un número bueno para la zona que este año podría repetirse en promedio, en las 255 mil hectáreas que seguramente se destinarán a la oleaginosa.
Se incrementará la superficie sembrada con maíz porque los hombres de campo encararon más programas de rotaciones que en campañas anteriores. Muchos productores están cansados de batallar con los problemas sanitarios que generan las enfermedades y las plagas en la soja. La presión del "complejo de picudos" y de las "palomas" son, quizás para muchos productores, el mayor dolor de cabeza que hoy tienen.
Por eso, se estima que habrá alrededor de 10.000 hectáreas más sembradas con maíz en esta campaña.
En Tucumán, durante varios años, desde que se implementó el uso masivo de la Siembra Directa se pueden ver los campos sembrados con soja año tras año, con una implantación intercalada con trigo como cultivo invernal. Este último tuvo fluctuaciones de éxito de acuerdo a cómo se presentaron las precipitaciones durante el año.

Revista PRODUCCION: En Santiago del Estero, la soja seguirá mandando
 
Por Fabián Seidán

Portada de la Edición correspondiente a esta nota Esta nota fue publicada en las páginas Nº 28 y 29 de la edición digital de la revista de Enero / Febrero 2011.
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