
Luego de un comienzo de 2010 difícil -hasta mayo se registró una merma con respecto al año anterior-, a partir de junio la suba en la producción lechera fue más que considerable. Esto hizo que se logre cerrar con valores que se pueden acercar al récord de la producción nacional de 1999, con 10.328,8 millones de litros de leche. Este número es el que se puede observar en los registros oficiales, ya que en informes acercados a www.lecherialatina.com, estaríamos hablando de 12.500 millones, lo que hablaría de una importante marginalidad. Los precios han tenido una gran influencia en este aumento de la producción. El año comenzó con un promedio de 1,056 peso por litro y en noviembre se llegó a 1,325 peso, con una perspectiva de suba. El récord fue en mayo, cuando trepó a 1,414 peso. Este 2010 ha sido, en general, un año tranquilo para la lechería; se frenaron definitivamente las liquidaciones de tambos y el envío de vacas lecheras a remate, el valor de los animales se elevó considerablemente con respecto al cierre del año anterior y muchos productores se animaron a invertir, algo que no se notó durante los últimos ciclos. Hay que destacar que este año se han registrado inversiones que, en números, hay que remontarse hasta 2001 para poder observar estos índices. La mayor parte se concretó en infraestructura para mejorar la capacidad productiva y la inclusión de nuevas tecnologías. Lo cierto es que en la última década, la desinversión fue tal que el crecimiento observado en este año es apenas perceptible, pero puede ser el puntapié inicial del resurgimiento del negocio lechero, con impacto en el mediano plazo. El cierre de 2010 encuentra a los productores reclamando a la industria una recomposición de valores que compense la suba de los costos provocada por La Niña que, desde octubre, comenzó a sentirse en algunas zonas productivas, en especial en Santa Fe. Es probable que diciembre muestre en las liquidaciones ese aumento que muchos esperaban para noviembre y finalmente no se dio. Más allá de los vaivenes lógicos de la actividad y de las fluctuaciones propias del país, 2010 se ha convertido en el año de la leche, con rentabilidades superiores a las de la soja según un informe del USDA, y con un regreso de la inversión, tanto en el sector primario como en el industrial. El año 2011 tendrá como desafío consolidar el crecimiento y determinar un rumbo.

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