El Ing. Agr. Hugo Ghio, productor agropecuario de Aapresid, dijo que "no podemos mantener un modelo de producción sustentable basado en el mínimo uso de fertilizantes, es necesario poner foco en la potencialidad del ambiente y en el aporte adecuado de insumos, especialmente los nutrientes, para que éste pueda expresar todo su potencial". Agregó que cuando se trabaja para una agricultura sustentable, se piensa en una agricultura que no degrade, que no contamine, que considere la inclusión y el desarrollo social y que preserve los recursos naturales, con los disturbios mínimos propios de la actividad. En este contexto, el foco está en maximizar la productividad del ambiente, con la correcta asignación de recursos e insumos que permita obtener productos de calidad y un resultado económico que de sostenibilidad en el largo plazo y permita ser competitivos local e internacionalmente.
"Como productores no podemos pensar campaña a campaña, sino que necesitamos mirar varios años más allá, porque lo que hoy hagamos o dejemos de hacer, repercutirá en el futuro. Hay quienes dicen que ‘el suelo tiene memoria’ y es esa memoria la que nos va a permitir o no, en algunos años puntuales donde las condiciones sean muy desfavorables, tomar algo de lo que fuimos construyendo las campañas previas", enfatizó Ghio.
En cuanto a por qué la Argentina no repone los nutrientes que consume, Ghio citó causas económicas y culturales. Entre las primeras mencionó la relación insumo/producto, donde los precios internos de los granos, desvirtúan las relaciones internacionales. Y entre las segundas citó cuestiones históricas como fue el comienzo de la agricultura sobre suelos extremadamente fértiles. Explicó su experiencia personal como productor. Señaló que "pensando en una agricultura sustentable, en función de los niveles de P en el suelo, planteamos un cambio en la estrategia de fertilización para todos los cultivos, como forma de maximizar productividad de acuerdo al ambiente y alcanzar los valores de suficiencia a lo largo del tiempo. Si bien los fertilizantes son un insumo de alto impacto en los costos, en el momento de tomar decisiones siempre los incluimos en las dosis recomendadas para el objetivo buscado: en el caso de P pensando en reposición, y en el caso de N y S buscando los techos de producción, porque, salvo en condiciones muy extremas, siempre tuvimos retorno". Explicó que en esos años de condiciones extremas, lo que no fue utilizado por el cultivo de esa campaña, quedó como reserva para la campaña siguiente.
Lo que vendrá
En este contexto y considerando que el suelo es el principal capital de una empresa agropecuaria o propietario de un predio, realice o no la producción, y que también lo es de un país, es necesario generar acciones no sólo tranqueras adentro y también tranqueras afuera. Al respecto sostuvo que "la propiedad privada no debe ser pretexto para eludir la obligación de preservar y tampoco de no hacer un aprovechamiento pleno de todas sus potencialidades para generar producción y cubrir la demanda de intereses públicos".
Señaló que hay dos hechos que están limitando el desarrollo armónico y sostenible de la producción: los derechos de exportación -que no dejan aplicar toda la tecnología o limitan la producción- y la falta de una política pública de incentivo y estímulo a la producción y a las mejores prácticas de uso de los recursos naturales existentes.
Por tal motivo consideró que "tranqueras adentro, el propietario de la tierra es el principal responsable del cuidado de su bien principal, el suelo y por lo tanto todas las acciones que realice, ya sea en forma directa o a través de la tercerización de la producción son de su exclusiva responsabilidad".
Además opinó que "tranqueras afuera, mantener la fertilidad y productividad del recurso suelo debe ser una política de Estado, con incentivos hacia quienes la practican y de fuerte gravación fiscal para quienes no la realicen".