Revista ProduccionRevista Produccion

   inicio      última versión digital       ediciones anteriores     mercado de granos       el tiempo       contáctese con la editorial       guía de proveedores 
Regresar al sumario

Jul (2019)/Ago 2019


Porcinos

la actividad porcina tiene todo para crecer en tucumán

Revista PRODUCCION: la actividad porcina tiene todo para crecer en tucumán
 

Como una manera de visualizar y promover la porcicultura en Tucumán, se desarrollaron distintas actividades en diferentes ámbitos de la provincia. La iniciativa comenzó con la celebración del Día Nacional de la Porcicultura, en conmemoración de la creación de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (se fundó en el país en 1922) y tuvo como punto de partida la creciente demanda de la carne de cerdo, tanto a nivel local como mundial.
La doctora Ing. Zoot. María Zimerman del Instituto de Investigación Animal del Chaco Semiárido (IIACS) del INTA, estuvo en Tucumán y explicó que la producción porcina es una actividad que puede desarrollarse mediante el manejo de cerdas y padrillos para la producción de lechones, o con la compra de lechones procedentes de otro establecimiento para realizar la recría y posterior engorde para obtener capones destinados a faena. También, con la producción de ciclo completo (reproductiva y productiva) o la de reproductores de alto valor genético para la venta a otras granjas (cabaña).
Según la especialista, los últimos datos oficiales (SENASA 2019) reflejan que el 97% de los establecimientos productivos porcinos del país continúan siendo pequeños (entre 1 y 50 madres), concentrando el 45% del total de cerdos del stock nacional. Los establecimientos medianos (51 a 100 madres) representan el 2% del total, con el 12% de los animales; mientras, los grandes (más de 101 madres) son el 1% y poseen el 43% del total de porcinos. Esto demuestra que, pese a la crisis del año pasado, los pequeños productores aún persisten en una actividad que tiende a concentrarse.
En ese sentido, destacó que el contexto de la porcinocultura ha mejorado ya que en el primer trimestre del año la producción nacional aumentó un 5% y las exportaciones lo hicieron en un 47%, mientras las importaciones disminuyeron un 12% respeto al mismo período de 2018.
"El hecho de que esté ingresando menos carne de afuera genera un alivio para los productores, debido a que la importación de los últimos años generaba gran preocupación y una mayor dificultad para el desarrollo del sector nacional", explicó Zimerman.
La investigadora señaló además que existen expectativas de crecimiento en el sector, ya que el precio del cerdo y el consumo per cápita anual (15 kg.) se mantienen en ascenso, ubicándose en el 3er lugar en el consumo de carnes después de la vacuna (50 kg.) y de pollo (43 kg.).
El aumento del precio de la carne vacuna también abrió una brecha de crecimiento que la cadena está captando. Por otra parte, la reciente apertura del canal comercial a China (principal productor, importador y consumidor mundial de carne porcina), que actualmente se encuentra afectada por la aparición de la Peste Porcina Africana (PPA), abre una oportunidad de exportación altamente alentadora para el sector nacional.
La actividad todavía es una materia pendiente en Tucumán, ya que si bien cuenta con condiciones agroecológicas favorables para la cría, aún no produce la cantidad suficiente para autoabastecerse.
Los datos muestran 1.002 establecimientos registrados a nivel local, con un total de 7.213 madres, representando el 0,75% del stock nacional. El 97% de esos establecimientos tiene hasta 50 madres, es decir, son pequeños productores que, por lo general, no están agrupados. Se trata de emprendimientos que sirven de sustento al grupo familiar, contribuyendo al arraigo rural, donde el cerdo es parte de un sistema diversificado de producción con puntos críticos en todos los aspectos de la eficiencia productiva.
Desde el INTA buscan promover el desarrollo de la actividad a través de estrategias consensuadas. En julio de 2017 nació la Mesa Porcina Provincial. Fue a partir de la convocatoria de la Dirección de Ganadería de Tucumán, con el aporte del INTA, la Facultad de Agronomía y Zootecnia (FAZ-UNT), la Secretaría de Agricultura Familiar (SAF), el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y la Dirección de Alimentos (DA).
"Este tipo de ámbitos sirve para generar un canal de diálogo entre los diferentes actores. Si bien el sector productivo todavía no está representado formalmente, el año pasado hicimos reuniones en diferentes lugares del interior de la provincia para salir al territorio y tener contacto con los productores porcinos locales. De este modo, se convirtió en un espacio abierto para que ellos se involucren y formalicen sus demandas", comentó la Ing. Zoot. Ruth Macedo de la AER Monteros del INTA.
Uno de los principales temas tratados en las reuniones estuvo relacionado con la falta de control sobre la carne porcina importada descongelada y vendida como fresca en algunos supermercados locales. En este sentido, Zimerman indicó que "si bien el congelamiento de la carne resulta un procedimiento adecuado para incrementar el tiempo de almacenamiento, es sabido que afecta las propiedades físico-químicas del producto y, por lo tanto, su vida útil".
¿Qué le estaría haciendo falta al sector para pegar el salto en Tucumán? ¿Será que los productores se asocien, se profesionalicen, que adquieran tecnología, dejen de tomar a la actividad como secundaria de una principal?
Ruth Macedo respondió: "Es un poco de todo lo que plantea. La asociación o vinculación ya sea formal o informal de los productores los fortalecería haciéndolos más competitivos, con todo lo que eso implica (mayor cantidad de capones para vender, posibilidades de comprar insumos a menor costos, etc.) y en el caso de los pequeños productores les aseguraría al menos su permanecía, ya que son los más vulnerables a los vaivenes a la que está expuesta la actividad".
Agregó: "La profesionalización (todavía existen muchos "tenedores de chanchos" y no productores de cerdos) yo la llamaría más como que se necesita un salto de productividad, y ésto la relaciono con que haría falta un cambio tecnológico (incorporar tecnologías apropiadas al sistema productivo de cada productor), crecimiento de la escala (aumentar el número de madres o asociarse) y una mayor eficiencia en la gestión de los criaderos (dejar de considerarla una actividad secundaria y eso tiene un poco que ver con identificarse como un productor porcino)".
Ruth Macedo señaló que la Mesa Porcina Provincial está trabajando para que el sector mejore y crezca, y recordó que está abierta a la participación de los productores, ya que es fundamental que ellos se involucren para que esta actividad tenga peso.
"La información más actualizada sobre la realidad del sector porcino en Tucumán son los datos del SENASA (marzo 2019) que son datos de establecimientos con RENSPA, es decir que hay mucho más productores que al no estar registrados no se visibilizan. Si uno se lleva por las estadísticas de los últimos años es evidente que el número de porcinos ha crecido, a nivel nacional y local, lo que se ve claramente es que esta actividad se va concentrando, es decir los productores más pequeños que tienen hasta 50 madres representan el 97% del total de establecimientos de la provincia y cuentan con el 45% del stock de madres y los productores grandes (con más de 100 madres) que representan el 0.8% cuentan con el 36% de las madres (esta misma situación se da a nivel nacional)".
Con respecto a la faena, a nivel nacional viene aumentando. "En los últimos años la faena anual del 2018 en n° de cabezas fue de 6.778.976 versus 6.425.216 (2017) según la Secretaria de Agroindustria de la Nación".
Con respecto a las mejoras de productividad, hay evidencia que en la mayoría de las granjas hace falta incorporación de mejoras tecnológicas (genética, tecnología de alimentos, equipamientos, inseminación); crecimiento de las escalas de producción y mayor eficiencia de manejo (gestión de la granja, uso de insumos y factores), entre otros.
Un trabajo de los investigadores cerdo Juan Manuel Garzón y Valentina Rossetti, da cuenta del crecimiento del sector en toda su cadena (consumo, producción, importaciones y exportaciones).
"El consumo de carne de cerdo viene creciendo a tasa sostenida en Argentina desde hace varios años y se estima que este año se mantendría la tendencia; se podría llegar a un nivel record promedio próximo a los 16 kilos por habitante. El crecimiento del consumo local de los últimos años muestra, en perspectiva, una de las tasas más altas del mundo".
Asimismo, señalaron que la expansión del mercado interno ha sido alimentada básicamente con producción local. Se estima que la producción 2019 será aproximadamente equivalente a unos 15 kilos por habitante año, mientras que las importaciones de 1 kilo por habitante. "En el 2007, la producción local aportaba 7 kilos, menos de la mitad de lo que representa hoy, y las importaciones casi 1 kilo, es decir una cifra no muy lejana a la del presente".
Por otra parte, remarcaron que este año hay una desaceleración en la tasa de expansión de la producción, con variaciones interanuales que en algunos meses se ubican por debajo del 3%.
"De todos modos, luce poco probable que el volumen de carne ofrecida al mercado se estabilice; mejoras de productividad e inversiones en granjas medianas y grandes sostendrían la expansión", indicaron.
Para Garzón y Rossetti, se estima que un 45% de la expansión de la producción de los últimos 10 a 12 años respondería a la mayor dotación de madres (particularmente en granjas de mediana y alta escala), otro 45% a mejoras de productividad (aumento de lechones vivos con destino engorde por madre año) y un 10% restante (quizás hasta un poco menos) al mayor peso de los animales faenados.
Con respecto a los factores que explican el salto de productividad, dos de ellos se habrían destacado, el cambio tecnológico (la gran "modernización" de las granjas) y el crecimiento de la escala media. Un tercer factor también habría contribuido, la mayor eficiencia en la gestión integral de los establecimientos. Un poco más relegados, considerando que no ha habido muchas experiencias, aparecerían una mayor especialización y una mayor integración de los actores de la cadena.
El consumo interno de carne de cerdo puede seguir creciendo por varios años más. Un nivel de 22 kilos per cápita luce factible, considerando la estructura de consumo que se observa en otros países productores y exportadores de carnes. Pero para que el consumidor local acepte 6 ó 7 kilos más a los actuales, lo que exige básicamente desplazar a otras carnes, se requerirá sostener la calidad del producto y también mantener un precio de mercado (góndola) competitivo.

Revista PRODUCCION: la actividad porcina tiene todo para crecer en tucumán
 

Portada de la Edición correspondiente a esta nota Esta nota fue publicada en las páginas Nº 24, 25 y 26 de la edición digital de la revista de Julio (2019) / Agosto 2019.
Haga click aquí para verla en nuestra Versión Hojeable







©1995-2024 Revista Producción. República Argentina  República Argentina. Todos los Derechos Reservados.    |    Contáctese con la EditorialWebsite desarrollado por InterNet Tucuman