El productor y dirigente Alejandro Trapani reclamó el compromiso de todo el sector para salir de los momentos angustiantes que atraviesan. Afirma que no se necesita la instalación de una nueva industria. Sostiene que el negocio puede y debe ser rentable para todos.
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El sector citrÃcola de Tucumán enfrenta una de sus más graves crisis. Está en las puertas de perder unas 12.000 hectáreas de cultivos de limón. Esto se suma a las 6.000 ha que ya se han perdido o resultan irrecuperables. Productores e industriales afirman que la temporada será muy complicada debido al bajo precio de la fruta por la sobreproducción a nivel mundial. Esto se debe a que otros paÃses han incursionado en el limón y se han transformado en serios competidores para la provincia en términos de exportación. Desde la Revista PRODUCCIÓN Agroindustrial del NOA dialogamos con el citricultor taficeño Alejandro Trapani, un apellido de larga trayectoria en la citricultura local y comprometido con el bienestar del sector.
Enfrentan una nueva crisis ¿Qué se puede o se debe hacer, o cómo se la supera? Tenemos una nueva crisis en nuestro sector. Es porque se perdió la visión de volar sobre los problemas y atenderlos. Es necesario trabajar en nuestras instituciones y defender los intereses de todos quienes integramos el sector citrÃcola de Tucumán. La ATC (Asociación Tucumana del Citrus) conformó un cluster que trabajó muy bien, crecimos con esa función y con esa tarea, donde las economÃas familiares cumplimos un rol clave en el sostenimiento de esta actividad. Pero aclaró que siempre existieron crisis, como las de 2003, 2004 y 2005. Pero entre 2008 y hoy, 2004, tenemos una excesiva presión de impuestos y cargas sociales. Asà no podemos defendernos, y asà el sistema nos lleva al quebranto. En su momento se tiraba el limón descarte de empaque; hace 4 o 6 años que se tiraba ese descarte porque era fruta sucia. Pero después esos campos ya no se cosechaban. Y ahora tenemos el cierre de fincas y empaques. Tenemos unas 12.000 hectáreas entre abandonadas o con cuidados medios o bajos. Esto constituye una bomba de tiempo, y asà el HLB tiene las condiciones ideales para llegar y asentarse. Y eso significarÃa la destrucción final. Hay muchos campos que ya no se cuidan como antes, como se deberÃa. El problema es que nadie puede salvarse solo. Las industrias y los productores deberÃan entenderlo.
¿Avizoran alguna salida? En nuestro sector estamos hablando y analizando las problemáticas, sobre qué medidas tomar. La fuerte disminución de la producción es un problema muy grave. ¿Puede defenderse sola? Sostengo que no, y si no podemos seguir trabajando unidos, entonces tal vez tendrÃamos que aglutinarnos en un ámbito distinto. Esto serÃa malo para la actividad, pero es un tema bajo análisis. Desde hace unos 4 años que hay fruta fresca caÃda que ya no cosechamos, porque constituye un fuerte costo en mano de obra. Todos saben y conocen que hay productores que están vendiendo sus campos o sacando sus ahorros para poder seguir sosteniendo el sistema. Están vendiendo para comer. Entonces, ¿estamos en un cÃrculo vicioso de caÃda de nuestra actividad? ¿Y cuál es el futuro de las empresas familiares? ¿Hacer loteos con los campos? Pero tampoco hay tanta demanda como para volcarse al sector inmobiliario. La verdad es que la situación es muy compleja.
¿Qué visión tienen desde el Gobierno de Tucumán? El Gobernador está viendo este tema. Entendemos que está preocupado. Por eso su inquietud para tratar de fijar precio en la oferta y demanda. Tenemos casi un 50% menos de producción que está fuera del sistema, o sea un 50% menos de demanda de mano de obra, y un 50% menos de la actividad económica que gira alrededor del citrus. El sector citrÃcola, en su conjunto, no puede seguir barriendo la basura debajo de la alfombra. Entre 2002 y 2004 estuvimos en crisis, remábamos y habÃa actores que hoy ya no están. Pero en este 2024 hay gente que opina sin saber qué pasó y cómo sobrevivimos, desde 2008 en adelante, con este negocio. Hubo mucho sacrificio. Nuestra actividad, en su conjunto: fruta fresca, industria y producción, atravesó distintos momentos de crisis. Todas esas crisis nos impactaron a todos.
En caso de que se implemente el RIGI -de promoción de inversiones-, ¿serÃa una solución la instalación de más industrias citrÃcolas en Tucumán? No necesitamos otra industria más en nuestro sector. Sà hay que darle mayor valor agregado a nuestros derivados citrÃcolas. Hay un proyecto sobre el ácido cÃtrico, y también hay otras ideas sobre nuestros derivados. SerÃa bueno trabajarlos, pero debemos ponernos de acuerdo: hay que dejar de lado los intereses desde las empresas y pensar en conjunto, entre todos quienes integramos esta actividad. Hay que sostener la producción. Y también hay que pensar con la Responsabilidad Social Empresaria, porque no se está cumpliendo. En cuanto a la mano de obra, la cosecha de limón absorberÃa muchas fuentes de trabajo, pero hoy no hay negocios, no hay trabajo para todos. Y el Gobierno de Tucumán quiere intervenir porque percibe cuál es la gravedad del problema y sus graves consecuencias económicas y sociales.
¿Entonces? Por eso nuestro planteo sobre mejor presión impositiva y menos tasas, para que el negocio siga generando demanda de mano de obra. Hace 4 años, producÃamos entre 35 y 40 ton/ha con buenas fertilizaciones, pero hoy esos Ãndices de producción oscilan entre las 5 y 8 ton/ha. O sea, hay menos producción y el productor ya no puede vivir de esta actividad. Falta que el sector industrial citrÃcola tome real conciencia del problema. Hay que normalizar la situación de crisis que atravesamos. La industria no regalará nada, por supuesto, pero el productor quiere trabajar y que el negocio sea rentable para todos. Todos debemos estar unidos, y el Estado haciendo su parte con menor presión impositiva.
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