Todo indica que existen altas chances de que el período de cosecha gruesa coincida con una fase de lluvias superiores a las normales en la mayor parte de las regiones productivas. Si tal escenario se cumple, la planificación de la recolección requerirá un esfuerzo adicional.
En el caso del control de plagas y enfermedades en soja -el cultivo mayoritario- seguramente habrá menos días disponibles con "piso" para trabajar con equipos terrestres. Muchos de los que puedan hacerlo podrán optar por tratamientos aéreos. Los compromisos asumidos por los fumigadores deberán efectivizarse quizás en menores días útiles y en tal situación cada empresario deberá calcular el precio adecuado del servicio en función de la pérdida potencial de rindes que podría generar una aplicación no realizada a tiempo. En cualquier caso, aquellos que hayan optado por construir relaciones de largo plazo basadas en la confianza siempre contarán con ventaja en el actual escenario de cosecha previsto.
En cuanto a los trabajos de cosecha, puede esperarse una menor cantidad de días laborables totales y dentro de éstos, a su vez, menos horas útiles, incluso cuando las plataformas de las cosechadoras tengan equipamiento moderno. Es importante tener en cuenta entonces que, si el escenario de excesos hídricos finalmente se cumple, los equipos disponibles de cosecha tendrán una menor capacidad operativa total. Y esto ocurrirá en un marco con una superficie sembrada de soja del orden de 19 millones de hectáreas frente a 17,7 millones del ciclo 2008/09.
Si los rindes por obtener en la presente campaña son bastante superiores a los cosechados en el ciclo anterior -todo indica que será así-, la posibilidad de avanzar rápidamente en hectáreas será más baja. Los tiempos calculados por contratistas y cosecheros podrían desfasarse en varios días y la "cadena de compromisos" en tal caso experimentará retrasos.
En empresas con grandes superficies, la planificación de una cosecha realizada de manera adecuada y en tiempo seguramente requerirá la disponibilidad de una mayor cantidad de equipos. Esta situación podría eventualmente contribuir a disminuir la oferta de cosechadoras disponibles en los períodos críticos de la recolección de la soja 2009/10.
La experiencia indica que durante períodos de cosecha húmedos puede haber problemas en el transporte por caminos imposibles de transitar o bien, las plantas de acopio pueden experimentar atoramientos al momento de acondicionar la mercadería. En tales casos es aconsejable disponer de un sector elevado del campo para realizar -a modo de "fusible"- embolsados de granos con humedades moderadas durante períodos cortos de tiempo. Los equipos que posean mayor superficie de apoyo en las cubiertas y menor peso podrán transitar en mejores condiciones y generarán una menor compactación en pisos húmedos. Para el caso de las tolvas, si los tractores poseen ruedas duales, también dispondrán de un mejor apoyo que los similares con cubiertas simples; si a ello se le suman cubiertas radiales, la transitabilidad será mejor y provocarán una menor la compactación.
En conclusión: ante un escenario probable más complicado del habitual, lo más conveniente es convenir con anticipación suficiente las condiciones de trabajo con cosecheros, tolveros, embolsadores, camioneros y acopios, lo que permitirá que cada uno de los actores de la cadena de valor agrícola usen sus horas útiles de la mejor manera posible. Y con ello ganamos todos.
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