"La Argentina exporta conocimiento, tecnología, diseño y know how"
INTA, una marca mundial
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Así lo indicó Carlos Casamiquela, presidente del INTA, quien reafirmó que el país ofrece mucho más que cereales y maquinarias y que, actualmente, la institución es reconocida en el mundo. Convenios clave con la Embrapa de Brasil.
| | | | “Con Embrapa se realizó un acuerdo histórico que marcó un antes y un después en la relación bilateral", destacó Casamiquela junto a su par brasileño, Pedro Arraes. |
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El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria recorre el planeta de la mano "del conocimiento, la tecnología, el diseño y el know how", explicó Carlos Casamiquela, presidente del organismo. "El INTA recuperó un lugar protagónico en el proceso de desarrollo del país -agregó-, de tal forma que la ciencia y la tecnología brinden el soporte necesario para dar solvencia a nuestra industria". En los albores del siglo XXI, el instituto comenzó a aportar soporte técnico y conocimiento científico para apoyar el proceso de comercialización y transferencia de tecnología de la agroindustria argentina hacia el exterior. Estas primeras experiencias se realizaron con el apoyo de la cancillería argentina mediante el Fondo Argentino de Cooperación Horizontal (FOAR). En ese marco, dado que cada nación tiene sus complejidades, el INTA ajusta sus conocimientos a las necesidades que presentan. Los convenios o cartas acuerdo son documentos que sellan compromisos, responsabilidades y esperanzas. Casamiquela afirmó que "el INTA tiene capacidades para generar espacios de cooperación con otros países en cuestiones operativas, vinculadas a la planificación y en cuestiones relacionadas con la organización institucional. Hoy la institución es reconocida en el mundo por llevar a la ciencia y a la tecnología como insignia". La vinculación internacional -técnica y en terreno, en diversos grados- comenzó en Uzbekistán, país que formó parte de la ex-Unión Soviética. Después se sumaron Kazajstán Ucrania, Rusia, China, Vietnam, Venezuela, Ecuador, Uruguay, Angola, Mozambique, Francia, India, Egipto, Sudáfrica, Paraguay, entre otros. "Además de cereales y máquinas, exportar los saberes de nuestros técnicos es brindarle al mundo un valor agregado de un incalculable cuantía", resumió.
INTA-Embrapa: un acuerdo histórico Para el presidente del INTA, el Norte está en "generar proyectos de investigación con capacidades de grupos mixtos, asegurar financiamientos, objetivos en común y autonomía" y puso como ejemplo el acuerdo que se realizó recientemente con Embrapa (Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária). Al respecto, el titular del organismo consideró que "el papel de liderazgo de estos dos países en el Mercosur es clave y es bueno aprovechar esta sociedad para liderar también un cambio en las instituciones de investigación agropecuaria de la región". En concreto, junto con su par brasileño, el INTA seleccionó ocho proyectos de investigación que abarcan agroenergía/bioenergía, pecuaria/lechería, agricultura familiar, sanidad vegetal, plagas cuarentenarias, sanidad animal, biotecnología y mejoramiento de cultivos. "Esto fue un acuerdo histórico que marcó un antes y un después en la relación bilateral", destacó Casamiquela. La selección fue realizada sobre un total de 18 propuestas de proyectos que surgieron de una convocatoria para la presentación de 49 ideas. El consenso y la selección final fueron realizados por el Comité de Implementación y Evaluación del Acuerdo INTA-Embrapa. El monto presupuestario para cada propuesta varía entre 50.000 y 100.000 dólares, que serán financiados en forma conjunta por el organismo argentino y el brasileño. "Estamos considerando asociarnos con Embrapa para prestar asesoramiento con terceras instituciones como el IPTA paraguayo", adelantó. Y agregó que de aquí en más se hará necesario "proyectar y trabajar en el futuro para la transformación del país con la ciencia y la tecnología".
Con acento francés La idea de los LabINTex -laboratorios del INTA en el exterior- no es sólo un proyecto concretado sino que es el comienzo de un cambio de paradigma en la relación argentina con diversos países del globo: "Marca un giro en las relaciones internacionales, al posicionar a nuestro instituto en un lugar de socio y no de beneficiario, transformando el rol tradicional de la cooperación Norte-Sur", explicó el funcionario. Embrapa colaboró con Labintex, que se instaló recientemente en Francia, donde se gestará un importante polo de desarrollo científico. De acuerdo con la estimación del propio Casamiquela, "seguramente instalaremos cuatro técnicos permanentes para que consoliden proyectos de investigación con sus pares franceses".
¡Sudáfrica, allá estamos! Al mismo tiempo, el INTA avanza en caminos internacionales que van mucho más allá de los países europeos. De hecho, el titular del organismo firmó recientemente un convenio para desarrollar ensayos con tecnología, know-how y maquinaria argentina en Sudáfrica. Un grupo de especialistas del INTA comenzó a trabajar en cuatro campos experimentales en ese país africano con el objetivo de demostrar las ventajas del sistema productivo nacional, mediante el uso integral de los insumos más adecuados a las diferentes regiones. Esta iniciativa es parte de un convenio de cooperación técnica refrendado por el titular del organismo, los presidentes de CAFMA y Cideter -José María Alustiza y Carlos Formía, respectivamente- y un representante de la cooperativa sudafricana Grain SA -Neels Ferreira-, suscrito en el INTA Marcos Juárez, Córdoba. El proyecto en Sudáfrica prevé, además, capacitaciones profesionales, jornadas demostrativas de actualización técnica -en los mismos campos experimentales, para presentar los resultados- y, a futuro, expandir la propuesta hacia otros países del continente africano.
Vietnam, cada vez más cerca "Estamos convencidos de que junto con Vietnam podremos realizar importantes desarrollos tecnológicos y económicos. Más aún si tenemos en cuenta el enorme potencial que tiene la Argentina para generar alimentos para el mundo, ya que sólo consumimos el 11 por ciento de lo que producimos", explicó Carlos Casamiquela. En esta línea, Nguyen Van Bo, presidente de la Academia de Ciencias Agrícolas de Vietnam (VAAS), coincidió con su par del INTA en lo positivo del trabajo entre ambos países. Así, mientras continúa la expansión en el interior productivo a lo largo y a lo ancho del territorio nacional, el INTA avanza y gana un lugar cada vez más preponderante en el mundo mediante el éxito de sus desarrollos científicos y tecnológicos, adaptables en cada ambiente diferencial y de acuerdo a necesidades específicas. Y tanto que, si el organismo tuviera un pasaporte, sus hojas estarían completas de sellos que certificarían que el conocimiento, la tecnología, el diseño y el know how argentino siguen traspasando fronteras y continentes.
Futuro promisorio
Casamiquela destacó la firma de un decreto por parte de la presidenta Cristina Fernández, por el cual se autorizó que la Argentina tome como deuda pública un crédito de 213 millones de dólares que había sido adjudicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que será destinado a ejes fundamentales del organismo. "Si la Argentina sigue transitando este camino de reformas estructurales, de planteos serios en la marcha de este proceso de desarrollo, el futuro no puede ser más que promisorio para la ciencia y técnica del país", afirmó. Junto a Embrapa, el INTA seleccionó ocho proyectos de investigación que abarcan agroenergía/bioenergía, pecuaria/lechería, agricultura familiar, sanidad vegetal, plagas cuarentenarias, sanidad animal, biotecnología y mejoramiento de cultivos.
Juntos por el bien común Ana Cipolla, directora nacional asistente de Relaciones Institucionales del INTA, sintetizó que "existe por primera vez una modalidad que permite que el instituto y Embrapa trabajen juntos de manera efectiva para resolver problemas de interés común". Y añadió: "El mismo modelo podría implementarse en otras relaciones cooperativas de Latinoamérica e, inclusive, en vínculos multilaterales".
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Fuente: Inta Informa, Nº 121
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