
El IDEP Tucumán invitó a un empresario japonés interesado en el desarrollo de productos tucumanos orientados a la exportación. Hubo reuniones con los sectores apícola, foresto-industria y productores de chía.

Tras el contacto con empresarios japoneses en diciembre pasado en Buenos Aires, el IDEP (Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán) organizó el encuentro entre un importador y productores de miel, chía y foresto-industria. Nobuaki Sanagi es representante de la empresa SANATEC dedicada a la exportación e importación de productos argentinos a mercados japoneses y estuvo tres días en la provincia en el marco de una agenda de reuniones programadas por el IDEP. "La visita implicó por nuestra parte la exposición de la oferta productiva de Tucumán y la coordinación de reuniones con representantes de algunos sectores productivos que sabemos son de interés para el mercado japonés", detalló el ing. Dirk Trotteyn, director ejecutivo del IDEP. En las reuniones Sanagi expuso las características de las demandas de importadores japoneses y los requerimientos de apertura de mercados exigidos en la actualidad. Además, se realizaron visitas a las zonas de producción y se presentó la oferta de productos. El contacto del IDEP Tucumán con Sanagi surgió a través del intercambio de un técnico de la organización JICA (Agencia de Cooperacion Internacional del Japón) que reside en Tucumán desde hace 8 meses. Toshiro Kanome es economista y voluntario de JICA y actualmente trabaja en el IDEP donde colabora y asiste a la institución en el desarrollo de sus funciones. "En diciembre pasado estuvimos en Buenos Aires con el presidente de Jica en Argentina, Hiroyuki Takeda, quien realizó el contacto con tres compañías japonesas exportadoras: Mitsubishi, Sanatec y Sojitz. De estos encuentros surgió la invitación del señor Sanagi a Tucumán", contó Roberto Martinez, gerente general del IDEP. El objetivo de esta agenda de trabajo con la empresa japonesa era conocer en detalle. Sanatec exporta anualmente $5 millones y trabaja con nichos específicos de mercado, ofreciendo productos con alto valor agregado que adapta al gusto del consumidor japonés. Se especializa en alimentos y productos de la industria farmacéutica (medicamentos, ampollas inyectables, pasas de uva, yerba mate, tomate deshidratado, mezcla de hierbas para infusión, entre otros) y propone el packaging adecuado, les asesora sobre la certificación de normas de calidad (FOA, OMS) y asistencia para superar las instancias de evaluación sanitaria. "Voy a decirlo de una manera vulgar: en Tucumán veo hambre de vender pero dificultad para llegar hasta el cliente. El mercado japonés no es más exigente que otros lugares del mundo; simplemente tiene otros hábitos. Soy japonés y vivo hace 40 años en Argentina, lo que me permitió conocer los dos mundos; idiosincrasia, cultura, gustos e intereses. Me parece importante que los productores tucumanos tengan la posibilidad de asistir a ferias en Japón y trabajar en conjunto para superar barreras culturales", concluyó Sanagi.

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