
Al momento de realizar la siembra de trigo es importante que el cultivo se establezca en un lote libre de malezas que podrían, en caso contrario, condicionar su emergencia. Asimismo, liberarse de las malezas permite acumular agua y nutrientes destinados al cultivo que, de otra manera, estarían siendo consumidas por estas. El barbecho constituye el período que transcurre entre la cosecha de un cultivo y la siembra del siguiente, y en este período es importante detectar cuáles son las malezas presentes a fin de controlarlas. El antecesor del cultivo define el inicio del período de barbecho. De esta manera, en el caso de antecesores de maíz, sorgo o girasol, puede iniciarse en febrero-marzo en el caso de siembras tempranas de los antecesores. En el caso de siembras tardías o dependiendo del ciclo del cultivo (largo o corto) en el caso del cultivo de soja, el barbecho puede comenzar en abril-mayo, lo mismo que un maíz tardío. Existen dos momentos de control de adversidades, en especial malezas, al momento de establecerse el cultivo de trigo; el primero lo constituye los controles "pre-emergencia" es decir, aquellos realizados previo a la emergencia del cultivo. En estos casos se recomienda la utilización de un herbicida "no selectivo" a fin de controlar la mayor cantidad de malezas presentes, junto con un producto residual el cual permitirá extender el período de control del producto, impidiendo la emergencia de nuevas malezas. En los casos en los que se utilicen productos residuales es importante tener en cuenta que no generen daños en el cultivo a sembrar. En estos casos se deberá tener en cuenta el período de residualidad, indicado en la etiqueta del envase, a fin de sembrar el cultivo de trigo luego de este período.

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