Con motivo de la inauguración oficial de una muestra artística apoyada por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), estuvo en Tucumán el vicepresidente de dicho organismo de transferencia técnico-científica, José Catalano; acompañado en la oportunidad por el Director Nacional, Eliseo Monti; y la Directora del Centro Regional Tucumán-Santiago del Estero, Daniela Bustos, entre otros.
En la oportunidad, dialogaron con Revista PRODUCCIÓN sobre la línea de trabajo que vienen llevando adelante para apoyar al sector agropecuario y agroindustrial en pos del desarrollo de los agricultores en las distintas provincias de la República Argentina, como así también hablaron de las perspectivas de producción agrícola para la presente campaña 2015.
El INTA es una herramienta indispensable y muy valiosa para el desarrollo y para la sustentabilidad de los pequeños y medianos productores a través de la articulación de trabajos a futuro, mediante asistencia técnica a los agricultores. Por eso hoy está inmersa la institución en trabajar en pos de promover la transformación local de las materias primas. Ese es el gran desafío de las economías regiones. Es que la interacción entre las provincias, los productores y el INTA, se podrá pasar de la concepción de haber sido el granero del mundo a ser un país que produce alimentos que cada día serán más demandados. El valor agregado en origen es una herramienta fundamental y transformadora, que no sólo produce un aumento de la capacidad de saldo exportable de la Argentina, sino también un aumento en el empleo en las economías regionales.
El funcionario de INTA destacó la importancia de "fortalecer las políticas activas a través de las cooperativas y la diversificación en cuanto a la producción de alimentos, plantas y fundamentalmente la posibilidad de darle una nueva visión a las cooperativas que están trabajando en las provincias".
Para el funcionario del INTA, la articulación de trabajo entre el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, el Gobierno de la Provincia de Tucumán y el INTA es una apuesta para ir creando mejores condiciones de vida en la gente del campo.
¿Cuáles son las perspectivas de cosecha para este año teniendo en cuenta la situación climática imperante en la región?
Cuando uno analiza los datos duros y reales de la producción ve que sí aparecen problemas de comercialización, de excedentes; pero déjeme decirle que en estos momentos en Argentina estamos superando las 110 millones de toneladas, una cantidad récord a la que nunca en el país se había llegado. Cada año estamos mejor y nos vamos superando. Y eso tiene que ver con el agua, con la tecnología, con el uso de insumos nuevos; tiene que ver con innovaciones que se realizan en el campo y en el sector productivo. Es real que existe el problema del cambio climático, en el cual es muy variada la consecuencia, lo estamos viendo hoy en el sur de Tucumán con las inundaciones, pero también lo estamos viviendo en otros lugares con fuertes sequías. Cuando analizamos globalmente el caso argentino, donde tenemos todos los climas y vemos que año a año vamos aumentando la producción, y yo te digo que me siento contento de ser parte de una institución como el INTA que puede apoyar al sector productivo para que año a año esté capacitado para dar alimento no sólo a los 40 millones de argentinos sino a 400 millones de personas en todo el mundo.
Sin embargo hay quejas de los productores sobre su situación de quebranto al producir...
Es totalmente legítima la queja. Y es legítima porque alguien nos mencionó los factores de producción, y eso significa que tenemos un sector productivo, una cadena de comercialización, hay mayoristas y están los consumidores. Y cuando vemos la evolución histórica de cómo se apropiaba el sector productivo de lo elaborado, vemos que ha bajado mucho en detrimento de las cadenas intermedias. Entonces ¿cuál es la propuesta por la cual trabaja el gobierno nacional y el INTA?, trabajamos en la organización de los productores para que puedan tener fuerza y sepan defender mejor sus intereses.
Localmente uno de los sectores más afectados es el productor de soja por los costos de producción, cosecha y fletes. ¿Es momento de dejar de hacer soja en Tucumán como se viene pregonando desde el Gobierno?
Es una cuestión de política local pero no voy a eludir hablar de ello. En el tema fletes, por ejemplo, uno de los principales reclamos de los productores regionales, el gobierno nacional está trabajando mucho y, para tener una idea, recientemente se acaba de aprobar una ley por la cual se nacionalizan nuevamente los ferrocarriles. Cuando nosotros tengamos nuevamente los ferrocarriles, vas a ver que muchas regiones como el NOA que hoy tienen problemas con los fletes para sacar su productos a los puertos o grandes lugares de consumo, vas a ver que el problema va a desaparecer. Cuando hay gobiernos que ayudan al productor y a los pueblos a tener fuerza dándoles instrumentos para defenderse, crecer y ser mejores, como el tema de nacionalizar sus ferrocarriles, vas a ver cómo bajan sus costos de producción y cómo las quejas van a ir desapareciendo.
En cuando a los inundados del sur de Tucumán, el INTA ¿cómo está procediendo?
El INTA en el sur de Tucumán está trabajando mucho ya que está comprometido con el gobierno provincial y nacional y con las distintas municipales que intervienen, además de los distintos ministerios, como el de Desarrollo Social. Hay acciones concretas que ya están desarrollándose en pos de dar soluciones a los pobladores principalmente.

Las inundaciones en Tucumán

La Directora del Centro Regional Tucumán-Santiago del Estero del INTA, Daniela Bustos, se refirió al tema.
Nosotros, desde el INTA, estamos trabajando desde que ocurrieron las inundaciones en el territorio tucumano. En primer lugar nos pusimos a disposición del Ministerio de Desarrollo Social, para colaborar con nuestros recursos humanos y nuestra movilidad (maquinarias) para ayudar a la población afectada en materia de acceso a los lugares donde residían, se hizo también un relevamiento para saber el impacto de la lluvia por la crecida de los ríos porque cuando se produce en la cuenca el agua va para las zonas más bajas y ahí afectó muchos poblados cuyas casas quedaron inundadas. Estamos colaborando con las organizaciones de productores y las familias de éstos con los que ya veníamos trabajando nosotros en materia de apoyo productivo. Hicimos un comité de emergencia para trabajar en la zona y llevar nuestra ayuda a todos.
En cuanto a los sistemas productivos, tengo que decir que los principales afectados son los pobladores porque el agua entró a las casas y perdieron todo, pero en materia de los cultivos estamos haciendo algunas evaluaciones y podemos decir que en gran parte hay algunos cultivos que estimamos aumentarán su productividad porque tuvieron mucha agua que les era necesaria. Sin embargo, algunos sectores como el apícola se vieron afectados porque las colmenas se mojaron mucho. También hubo problemas con los caminos y eso hace difícil llegar a los cultivos para comenzar con la cosecha.
Bustos reconoce, sin embargo, que muchas hectáreas con caña de azúcar, chacras y hortalizas fueron arrasadas en los departamentos Chicligasta, Río Chico, Alberdi y Simoca por las aguas que desbordaron de ríos de la zona. Pero sabe que lo más importante pasa por ayudar a los pobladores a rehacer sus vidas. Se sabe que los daños en algunas producciones son importantes, pero se desconoce la cifra de las pérdidas en los distintos cultivos. El agua de los ríos Gastona y Medinas avanzó sobre las plantaciones y las casas de la gente. Son cauces que ahora no tienen barrancas en la llanura. Hay muchas zonas que quedaron bajo el barro por lo que es posible que en esas zonas no se pueda cultivar en el futuro. Hay cultivos de caña que quedaron sepultados por el lodo. Otros fueron arrasados o quedaron en islas. También el citrus sufrió daños importantes.
Finalmente Catalano puso énfasis en la importancia del INTA y principalmente uno de sus programas: el Pro-Huerta.
Hemos participado, en África, en Angola, en Namibia con capacitación en el programa social Pro-Huerta, y uno se pregunta cómo puede ser ésto que desde el INTA podamos salir al exterior y ayudar con nuestra tecnología y recursos humanos, y sí, es así, porque estamos cumpliendo con lo que nos dijeron nuestros mayores, de producir pero también ser más, de crecer a través de los inspectores que organizamos y que luego tienen la posibilidad de realizar actividades para enriquecer y desarrollar mejor al ser humano.
Como dijo la Presidenta de la Nación, esto no es un fin de ciclo (referido a que se termina en 2015 el gobierno de los Kirchner), porque estamos consolidando todo lo que venimos construyendo desde hace mucho tiempo a nivel del INTA y nos gustaría decir que eso se observa en el tema de recursos humanos, pero también en términos económicos y en temas de obras.
Además, el INTA está trabajando en conjunto con otras organizaciones que necesitan de nuestro apoyo. Hemos crecido mucho. Uno a veces se cansa de ver en la televisión y en las noticias las cosas malas que ocurren en el país como accidentes de tránsito, inseguridad, pero no aparecen las cosas buenas como lo que hacemos nosotros con el programa Pro-Huerta, el desarrollo de obras, o el tema de los concursos que, para que tenga una idea, en los últimos 4 meses hubo 600 concursos abiertos y por oposición y se presentaron más de 1.400 participantes. Estos concursos son el ejemplo de que estamos creciendo. No es un fin de ciclo, nos vamos fortaleciendo. Esto es continuidad, lo podemos repetir, porque hay que ser más.

PERFIL:
JOSE CATALANO

Con 36 años de trayectoria, especializado en desarrollo rural y agricultura familiar, José Catalano fue designado el año pasado vicepresidente del INTA por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner mediante el decreto 785, publicado en el Boletín Oficial. Ingresó al INTA como becario en 1977. Su carrera profesional está vinculada al desarrollo rural y a la producción familiar. En el plano académico, es ingeniero agrónomo egresado de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Plata, con una maestría en Desarrollo Rural obtenida en el Institut Agronomique de Montpellier (IAM), Francia, con la mención "Cum Laude".
Ingresó al INTA en la Agencia de Extensión Rural de Mercedes, Corrientes, donde trabajó como extensionista vinculado a la producción ganadera, arrocera y a las actividades de los pequeños productores. Desde 1985 fue jefe de Extensión del Servicio de Asistencia al pequeño Productor (SAPP) de la provincia de Corrientes. Además, participó activamente en la formulación y creación de la Unidad de Minifundio en 1987, donde fue representante de la región Noreste Argentino (NEA) hasta 1990.
Ya en 2005 colaboró en la gestación del Programa de Investigación sobre la Agricultura Familiar del INTA y la creación del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar (Cipaf) y sus institutos.
También desde el INTA, participó de las misiones argentinas organizadas por el instituto para apoyar a los gobiernos de Bolivia y Venezuela en la misión de recrear una nueva institucionalidad de investigación y extensión. Tuvo un rol destacado en la implementación de diversos programas de desarrollo rural en Haití. Luego se desempeñó como responsable del Cipaf, en el marco del Programa Nacional de Investigación y Desarrollo para la Agricultura Familiar del INTA, y desde 2007 fue coordinador nacional del Programa Social Agropecuario, de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca de la Nación.