
Investigaciones del INTA Cerrillos determinaron que las variedades Felipe y Kiara tienen muy buenos rendimientos, tolerancia a frío y al hongo Fusarium. Estos nuevos cultivares constituyen un aporte importante a la diversificación genética -del garbanzo tipo kabuli o grande- en Argentina, por su adaptación a regiones áridas y semiáridas. Más allá de ser una leguminosa para grano seco importante por la cantidad y calidad nutritiva de sus componentes, hoy representa una oportunidad para Argentina, por su calidad para exportación a países Mediterráneos de Europa, así como para países del Mercosur y andinos de América. Estos materiales presentan características más que significativas: Buena arquitectura de planta, porte erecto, de grano grande, rugoso y color crema, tolerancia a frío y al hongo Fusarium, con una maduración uniforme y un ciclo de siembra a cosecha entre 160 y 180 días.

|