Gonzalo Blasco reseña el momento climático que presentan los campos en la zona de Burruyacu para recibir la soja. Reconoce que en el caso del maíz habría menos siembra por la amenaza de la “chicharrita”. ¿Sorgo y garbanzo como alternativas?
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El productor y presidente de APRONOR (Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte), Gonzalo Blasco, destacó el nivel de humedad que tienen los suelos del este de Tucumán (Burruyacu) para el momento de sembrar soja. En diálogo con la Revista PRODUCIÓN Agroindustrial del NOA, también estimó que habrá menos área cubierta con maíz y analiza los cultivos que podrían ¿reemplazarlo?.
¿Cómo vienen los campos con la humedad?
Los campos están en muy buen estado en materia de humedad del suelo. Tuvimos muchas lluvias durante esta primavera en casi toda la provincia, por lo que estimo que habrá una buena etapa de siembra.
Pero de cualquier manera tenemos que anticiparnos al ataque de las malezas: ya tenemos muchos nacimientos, por lo que estamos aplicando herbicidas para controlarlas en tiempo y forma. De cualquier manera, con las lluvias que venimos recibiendo me animo a decir que tendremos una buena campaña de granos gruesos.
¿Cuándo comenzarán con la siembra de soja?
Empezaremos entre fines de noviembre y principios de diciembre; apostamos que seguirá mejorando al nivel de agua acumulada en el suelo lo que permitirá que se conformen buenos perfiles de humedad.
Pero insisto: este buen caudal de lluvias intensifica el crecimiento de malezas nuevas y de las ya existentes, por lo que resulta prioritario realizar adecuados controles químicos. Pero tendremos mucha soja.
¿Qué expectativas hay con el futuro del maíz?
Estimo que habrá una fuerte baja en el área sembrada con maíz por la amenaza latente de la “chicharrita” y el “complejo de achaparramiento del maíz” (Es una enfermedad producida por virus y/o bacterias transmitidas por Dalbulus maidis (vector o chicharrita), que en nuestro país se comporta como un insecto monófago y se alimenta exclusivamente de maíz)
Y con esta segura reducción de maizales se habla de hacer más poroto y sorgo, pero el problema es que el cultivo de maíz es el eje fundamental del agro en el NOA, porque nos provee de buena cobertura al suelo y lo protege. Pero la “chicharrita” es un problema difícil.
¿Qué estamos haciendo contra esto? Trabajamos en el control del “maíz guacho” o “maíz voluntario”, que deben ser eliminadas para que no sean fuente de alimento y permitan la supervivencia del vector de la enfermedad. Lo ideal es no tener maíz durante el invierno y para ello en esta época hay que trabajar fuerte para que no tener emergencia de “maíz guacho”.
En la EEAOC (Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres) de Tucumán se viene analizando el comportamiento de distintos híbridos de maíz, pero hay una fuerte presión del insecto en zonas del Norte y Este de Tucumán con distintos comportamientos. Lo central es controlar para lo que contamos con distintos paliativos químicos.
Cabe recordar que en la campaña de maíz 2024 tuvimos en el este, en la zona de Burruyacu, pérdidas en los maizales de entre 50% y 60%, pero hay de Tucumán donde las pérdidas fueron del 100% y esos campos quedaron sin cosecharse. Hay que tener claro que con una pérdida del 20% en maíz ya quedamos fuera del negocio, por lo que resulta muy complicado trabajar en ese contexto.
¿Qué sensaciones recoge con los colegas en este sentido?
Muchos comentan que no harán nada de maíz por la amenaza destructiva de la “chicharrita”. Estimamos que habrá una baja importante en la siembra de maíz en Tucumán, que es un cultivo muy difícil de reemplazar por su valor nutricional, por ejemplo, para la cría de ganado mayor y menor.
Tenemos alternativas agronómicas como el sorgo, que es bueno para rotar y brinda buena cobertura al suelo, pero es muy difícil reemplazar un cultivo como el maíz por los factores que mencioné.
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“Tuvimos una mala cosecha en inverno”
Blasco reconoció que en este invierno 2024 tuvieron maños resultados en cuanto a las cosechas. “Al momento de la siembra teníamos un nivel de humedad del suelo inadecuado. Luego, el inverno llegó con muchas heladas, y para rematar, al momento de cosechar -a mediados de octubre pasado- tuvimos lluvias muy grandes. Por eso, nuestros trigo y garbanzo tuvieron mala calidad que se tradujo en malos rendimientos.
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“En el Este quedan cañaverales por levantar”
El presidente de APRONOR mencionó, en cuanto a la caña de azúcar, que “aún hay cañaverales con plantas que esperan ser levantadas en esta zafra, en especial en la zona más hacia el oeste del Este tucumano donde no hay piso y resulta difícil cosechar. En cambio, en la zona más extrema hacia el este ya terminó la zafra azucarera.
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