En el transcurso de este mes de noviembre, seguramente se dará por finalizada la molienda del último de los ingenios de la provincia de Tucumán que habrá cumplido con su objetivo de elaborar azúcar y otros productos derivados como el alcohol.
Los comentarios de aquellas personas que experimentaron muchas zafras en sus vidas, hacen referencia a que no hay dos zafras iguales, ya que cada una presenta particularidades que las diferencian claramente de las anteriores. En el caso del presente año, la zafra nos deparó alternativas de producciones extremas según la apreciación de mucha gente asociada al proceso agroindustrial de la caña de azúcar.
En efecto, antes del inicio del periodo de cosecha de la caña de azúcar, se pensaba que Tucumán estaba en camino de batir un nuevo récord de producción de azúcar, tal como ocurrió en las últimas campañas, como consecuencia del excelente periodo de crecimiento 2006-2007, inducidos por los buenos volúmenes de lluvia precipitados durante el verano. La EEAOC estimó en esos momentos una producción de 1.620.000 toneladas.
Cuando ocurrió la primera helada fuerte el día 9 de julio y luego le sucedieron una serie de fríos intensos y de duración inusual, el cañaveral se mostró fuertemente afectado, a tal punto que se tomó conciencia de que se trataba de una de las heladas más fuertes de los últimos tiempos.
En ese momento era tan grande el desconcierto, que en primera instancia algunos azucareros llegaron a pensar que no se podría llegar ni siquiera al millón de toneladas de azúcar.
Esta situación se agravaba por la circunstancia de que el inicio se retrasó, como consecuencia de los problemas energéticos del país (falta de gas y energía eléctrica), el retraso en la entrega de componentes de fábrica que se encargaron en el periodo interzafra, y la falta de convencimiento del productor de que había que comenzar temprano la cosecha.
La zafra se presentaba complicada por la alta disponibilidad de materia prima en función de la capacidad de molienda existente en la provincia.
En la semana del 16 al 20 de julio, la EEAOC realizó una evaluación del azúcar a elaborar, considerando esta vez el nuevo escenario que planteaban las fuertes heladas, concluyendo en que si se ponía en marcha un manejo racional de la cosecha y transporte de la materia prima, podrían llegar a producirse 1.350.000 toneladas de azúcar.
Para llegar a implementar esa cosecha, con los menores niveles de pérdidas posibles, se planteó una campaña de difusión con los factores a tener en cuenta para una cosecha eficiente de la caña helada, obteniéndose una excelente respuesta por parte del productor y de los frentes de cosecha.
Se puede considerar que el desafío impuesto después de la helada, para que se lleve adelante una cosecha sin quema, con mínimo estacionamiento de la materia prima, adecuado nivel de despuntado del tallo y el establecimiento de un ordenamiento de cosecha en el que se priorizara convenientemente la secuencia de lotes a cosechar según calidad, se cumplió con creces.
Por las razones apuntadas, hoy estamos en la segunda quincena de Octubre todavía moliendo, a pesar de algunas dificultades que nos están imponiendo las frecuentes lluvias de este mes, con valores por encima de los normales que son beneficiosos para el nuevo ciclo de la caña, pero perjudiciales para la cosecha y calidad de la materia prima.
En conclusión, la actividad azucarera ha demostrado una vez más tener la capacidad, madurez y organización para sacar adelante una zafra que a partir del mes de Julio se presentó muy difícil. Finalmente se concretará una producción que, si bien no significa un nuevo récord para Tucumán, por las condiciones en que se tuvo que desarrollar, se puede considerar altamente exitosa.
Al día de hoy (n. de la r.: 24-10-07) se han superado claramente los 1.2 millón de toneladas y vamos camino a confirmar las proyecciones, si es que el tiempo nos acompaña.
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