Los productores agrícolas de este lado del país avizoran un panorama no muy alentador para la próxima temporada teniendo en cuenta que a la suba en los costos de producción de entre el 40 y el 50 por ciento de una campaña a la otra, se suma ahora la pronunciada caída en los valores de los granos en el mercado internacional. En efecto, en tan sólo 50 días, el precio de la soja perdió hasta un 40 por ciento del valor que exhibía en el mercado mundial y por eso, los tucumanos afirman que corren el riesgo de trabajar a pérdida durante la campaña que se avecina, sobre todo con costos de insumos de producción superiores a la zona centro del país de un 10 por ciento extra. En ese contexto, si el valor de la soja sigue bajo, 2009 será un año con quiebras, con deudas que no se podrán pagar y con una afectación del aparato productivo. PRODUCCIÓN conversó con el reconocido economista Carlos Melconian sobre este tema para que grafique un panorama no sólo de lo que vendrá en materia económica con la crisis financiera internacional desatada en los Estados Unidos, sino también sobre la situación en Argentina, del mercado agrícola y la incidencia de la inflación en ese contexto económico adverso.
¿Cómo ve el presente de la economía teniendo en cuenta el colapso financiero mundial?
Mire, de continuar este plan económico, que en realidad no es un plan, sino un esquema de gestión soja-adicto y precio-adicto, hay altas probabilidades de entrar en un escenario de recesión. A esto hay que sumar un dato adicional: el próximo año es electoral y eso, en un contexto internacional de crisis puede complicar más las cosas por las propias necesidades de la campaña electoral. Hay que ver que en 2009 la situación fiscal pasará de floreciente a levemente deficitaria por esto que vengo diciendo y por el conflicto con el campo a lo que se suma la caída del precio de los commodities, como la soja y el trigo en todos los mercados del mundo, entonces la recaudación se reducirá. Esa baja en la recaudación oficial, terminará por afectar la coparticipación con las provincias y achicará la transferencia a nivel municipal, que se complementará con aumentos impositivos.
En materia de inflación, ¿ésta seguirá siendo alta? ¿Cómo cree que afectará en el país y en campo?
La inflación nunca se mide sola, es inflación más nivel de actividad, yo creo que lo que queda abierto a futuro y con una alta probabilidad, es que una desaceleración económica planche la inflación, y eso sí puede ocurrir, no es la mejor manera de que baje la inflación, pero bueno, es una alternativa que puede ser. Yo digo que la inflación está alrededor del 28 por ciento, estabilizada desde hace 3 meses. Esto implica desaceleración económica e influye en el sector agropecuario negativamente, por ejemplo ya que el campo sufrió un proceso de suba de costos, el campo tiene la retención por el lado fiscal, más otros impuestos, pero la madre del borrego es la retención. O sea, tiene la suba de costos, en toda la parte que le duele también a pesar de que todo ello está relacionado al plano internacional y muy ligado a la energía, y lo último es la caída de los precios de los commódities que lo ha abrochado ahora.
O sea, es un panorama desalentador para el pequeño productor rural.
Yo diría que aquel campo que no esté con un rinde de 2.500 como piso ó 3.000 kilos la hectárea dependiendo la zona de explotación, va a tener algún problema de rentabilidad en nuestro país para la próxima cosecha del grano.
El gobierno ¿se ha aprovechado del campo para cubrir sus déficit y aumento de gasto?
El país es soja-dependiente, ya se ha visto, pero yo he agregado que el país es soja-dependiente y precio-adicto, la soja le sirve para aumentar el gasto y lo peor es que 400 tampoco le sirve. El problema del programa económico de Argentina es que tiene una suerte de trampa en el sentido de que los costos salariales medidos en dólares son ya los del 2001, pero al mismo tiempo el poder adquisitivo ha caído contra el precio de los alimentos. Está en esa trampa el programa.
Sobre la crisis internacional ¿cuál es su punto de vista?
Con lo que está pasando en el mundo creo que la Argentina va a sufrir una retracción crediticia con suba de costos en el capital. Va a influir de esa manera, Argentina estaba afuera de ese mercado porque quería y no va a entrar aunque quiera. Argentina es una observadora de la crisis internacional y lo más atinado es que en medio del vendaval quedarse quieta y tranquila donde está. Seguramente ahora van a endilgar las desaceleraciones a la crisis financiera, como consecuencia de la que pasa en el mundo, pero Argentina venía mal desde antes.