El sector citrícola argentino se enfrentó en este 2023 a nuevos problemas tras el retraso en el inicio de la temporada debido a la sequía, con el país afrontando la peor inflación del mundo, superior al 100%, y problemas monetarios. Aunque el Gobierno argentino declaró el estado de emergencia agrícola para Tucumán, como la principal provincia limonera, los productores y exportadores reconocen que intentan hacer todo lo posible para “aguantar y sobrevivir al duro período que atraviesa” el país y el sector.
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Revista Producción dialogó con el productor taficeño Alejandro Trápani, miembro de una tradicional familia limonera y profundamente conocedora de la actividad. Repasó el presente del sector, los desafíos que plantea el mercado internacional, el estado actual de la fruta fresca en las plantas y, en particular, sobre la necesidad de conformar la Mesa del Limón y comenzar a definir alternativas productivas para los agricultores tucumanos. La campaña exportadora está totalmente terminada. Efectivamente, está terminadísima. En nuestro caso no habilitamos nuestro empaque por tercer año consecutivo por los factores que tenemos muy en claro en nuestra familia: el atraso cambiario, la situación financiera y la competencia de Sudáfrica, además de todas las inestabilidades que producen las políticas públicas. Estamos tratando de subsistir en este negocio, al menos empatarlo. Respecto de lo que comentan nuestros colegas, afirman que el comercio con la Unión Europea fue bueno al final de la temporada, porque pudimos aprovechar los problemas que surgieron en Turquía (lluvias) y en España (lluvias). Pero ahora, los europeos se pusieron muy duros con los controles sobre la ‘mancha negra’. (La Unión Europea interceptó, en agosto pasado, 11 cargamentos infestados de la plaga de cuarentena Phyllosticta citricarpa, el hongo causante de la ‘mancha negra de los cítricos’, en cargamentos procedentes de Sudáfrica con destino al mercado europeo: cuatro detecciones en limones, cuatro en pomelos, dos en naranjas y una en mandarinas. Estos 11 casos se suman a los 22 interceptados en los tres primeros meses de su campaña de exportación, de manera que Sudáfrica ya alcanza 33 interceptaciones de mancha negra, frente a una sola en 2022) Pero, por otra parte, Sudáfrica ya ingresó su primer cargamento con limones a Estados Unidos, y eso significa una fuerte competencia para nuestra actividad. ‘Se nos está achicando el nido’. Las plantaciones aún tienen mucha fruta fresca. El volumen de fruta fresca presente en los árboles es menor a lo estimado. Hay fábricas que siguen moliendo para generar aceite y jugo de limón, pero a un menor ritmo. Por lo que existen muchos campos que tienen mucha fruta fresca disponible; por ejemplo, hay plantaciones donde los limones ya comenzaron a caer de las ramas, se desprenden. Por todo esto no puedo estimar, en este momento, una fecha de cierre de esta campaña productiva. Creo que tenemos entre 1,6 y 1,7 millones de toneladas de fruta fresca en los árboles. Para tener una mayor precisión deberíamos tener los informes de la industria y de la central empresaria del sector, pero hasta el momento no difundieron esos números. ¿Se puede trazar un panorama o proponer políticas proactivas? Creo que es necesario, y vuelvo a reiterar este concepto: deberíamos conformar la Mesa del Limón, algo similar a lo que hacen los cañeros e industriales azucareros de Tucumán. Hace tiempo se lo propuse a funcionarios del Gobierno Provincial y nunca dieron respuesta alguna; no hubo respuesta oficial. Considero que debemos tener un mapa del cultivo, con la participación de la EEAOC y el INTA, y con ellos analizar el presente, evaluar las proyecciones del mercado y reconfigurar la actividad citrícola. Estoy convencido de que Tucumán tendrá que volver a las 30.000 hectáreas implantadas con limones; en algún momento fueron 50.000 ha. Hay que ver alternativas productivas y buscar nuevos nichos de mercado, y en esto el Gobierno Provincial debe tener un rol muy activo, asociado con los productores e industriales. Cuando hubo crisis productivas en Tucumán, tiempo atrás, surgieron el arándano (con el reordenamiento de ese sector) y la nuez Pecan como alternativas. Ahora hay experiencias muy interesantes en el sur de Brasil, donde tienen empaques similares a los nuestros y están haciendo manzana, tanto como fruta fresca para envasado al natural, jugos y mermeladas. Nosotros podríamos producir entre noviembre y diciembre, en contraestación respecto de los productores de manzanas del sur argentino; estaríamos en condiciones de abastecer el mercado interno y hasta la exportación. Debemos sentarnos a analizar el presente, la coyuntura y proyectar y definir líneas de acción antes que el mercado de limón se vuelva extremadamente difícil.
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