El ganadero Rafael Mortarotti desgrana el contexto actual del sector en nuestra provincia y el NOA. Hay distintas realidades y estrategias. Critica la ausencia de promoción y la carga impositiva en nuestro territorio.
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Desde hace varios años se sostiene que Tucumán posee potencial suficiente para desarrollar la ganadería. El problema es el marcado desinterés del sector político, a pesar de que existen inversores interesados. El ganado criollo puro prácticamente no existe.
Los conceptos engloban el pensamiento de la mayoría de los productores tucumanos. Así opina el presidente de Ganadera Caburé, el ingeniero Rafael Mortarotti, quien a la vez es un activo dirigente en la comisión de ganadería de la Sociedad Rural de Tucumán.
En diálogo con Revista Producción, reflexionó sobre el presente local y nacional del sector, y las perspectivas que tiene la actividad.
¿Cuál es el presente de la ganadería en Tucumán y el NOA? ¿Cambió en algo o todo sigue igual?
La ganadería en el NOA ha cambiado según las provincias. Salta y Santiago del Estero han crecido en stock y profesionalización. Tucumán, en cambio, sigue exactamente igual, a pesar del gran potencial que tiene ya que si bien tiene poca superficie apta de tierras (las mejores se las llevan el citrus, la caña y los granos) dispone de una gran cantidad de alimentos para engordar novillos en corrales, como son los subproductos de la industria cañera, de la citrícola, de la molienda de granos, etc.
¿Los planteles son mayormente de animales Brangus / Braford, o se incorporó otra sangre? ¿Tenemos ganado criollo para consumo, o no hay nada de esto?
Los rodeos vacunos del NOA son casi exclusivamente Brangus y Braford; otras razas adaptadas tienen muy poca difusión en la zona.
Con respecto al ganado criollo, prácticamente -salvo en las altas montañas- ya no existe puro porque se mestizaron con otras razas. Sin embargo, queda en el INTA Leales una base genética pura que se mantiene, pero es una raza que hoy no es comercialmente viable. Por lo que el mercado la castiga totalmente.
¿Qué futuro tenemos? ¿Hay incentivos desde el Gobierno provincial; hay interés inversor?
No hay decisión de la provincia de Tucumán en cuanto a fomentar la ganadería, ya que la presión impositiva sobre en el engorde es altísima (IIBB). Por ello, es más rentable hacer este negocio en otras provincias.
Reitero: no hay de parte del Estado, nacional o provincial, ningún incentivo. Es más: solo enfrentamos una gran presión impositiva. Si se levantara el tema presión impositiva seguramente entrarían más inversores al negocio de la ganadería.
Este año, se levantaron unas 15.000 hectáreas de limón, que habrán pasado a caña, grano o algún desarrollo inmobiliario. ¿Nada fue para ganadería? ¿Invertir en ganadería no es una opción?
Ninguna de las hectáreas arrancadas con citrus se pasó a ganadería, porque son superficies valiosas que encuentran mayor rentabilidad en otras actividades. Además, son superficies chicas (las desmontadas), ubicadas cerca de casas y poblados por lo que no sirven para desarrollar ganadería extensiva.
Pero la ganadería es una buena oportunidad como negocio.
Invertir en ganadería siempre ha sido una buena opción. Es de baja rentabilidad (5%) y gran capitalización. A lo largo de los años, y a pesar de los vaivenes económicos que ha sufrido el país, el negocio siempre se ha acomodado y sobrevivido.
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